Atísbame

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Hoy estaba prestando atención, el tiempo era raudo y mi mente procuraba no cavilar.
Me has mirado, y yo abstinada una vez más he dejado que tus ojos me llevasen contigo. He tragado saliva, notando el amargo sabor de lo inviable siguiendo la dicción de tu voz hasta el final.
Ahora tengo el océano en un puño llamado corazón, aguardando tomar una elección.
El mar se me desborda entre la piel, el miedo me oprime el pecho y yo sigo mirándote sin respirar.
La marea está subiendo y siento que me ahogo en la niebla de mi razón. Ya no recuerdo si he pestañeado en estas milésimas de segundo, solo sé que me atisbabas con impaciencia por mi inverosímil respuesta.
Ya no estoy segura de dónde estoy, pero me encuentro curioseando la nada a través de una ventana medio abierta. Supongo, intentando darle significado a un pronombre sin consideración, al que la mayoría de la gente llama "nosotros".

EL CIELO ENTRE NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora