Capítulo 15

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- ¿Qué llevas ahí?- me dijo Mark mirandome desde el sofá con la bolsa de dinero.

- Cosas- dije elevando una ceja y subiendo las escaleras para ir a mi habitación.

Cerré la puerta de mi cuarto con cerrojo y tiré la bolsa encima de la cama. La abrí y puse todo el dinero en montones de unos diez centimetros de grosor. Comencé a contar billete por billete.

Cuando terminé pude reunir unos 750.000$. Ese tio trabajaba en algo importante.

- Ana, dejame entrar- dijo Mark al otro lado de la puerta.

Guardé el dinero en la bolsa de nuevo apuntado mentalmente cuanto dinero había en total. Metí la bolsa debajo de la cama y abrí la puerta.

- ¿Qué pasa?- dije intentando no parecer muy cortante.

- Eso digo yo, ¿Qué pasa? ¿Por qué te comportas así?

- ¿Así como?

- Así de fría, es como si nada te importara. Estás rara. No eras así cuando te conocí.

- Tú no me conoces Mark- dije ocultando cuidadosamente mi enfado.

Se quedó callado unos segundos y después me empujó dentro de la habitación cerrando la puerta.

- Me vas a contar ahora mismo lo que está pasando- dijo con tono enfadado.

- Fuera de mi habitación Mark- dije perdiendo la paciencia por momentos.

- Esta no es tu habitación, es de Alex, así que no me voy a ir de aquí hasta que me digas que pasa- se acercó lentamente a mí y yo comencé a dar pequeños pasos hacia atrás- Vas completamente tapada por la calle, como si no quisieras que nadie te viera, no hablas con nadie. ¿Me puedes decir de una jodida vez que pasa?

¿Qué? ¡Nada de lo que decía tenía sentido!

- Mark, vete...- dije con los ojos cerrados y apretando los puños.

- ¡JODER! ¡ NO ME VOY A IR HASTA QUE ME CUENTES LO QUE OCURRE!- dijo completamente fuera de sí sujetandome fuertemente de los hombros.

- ¡No te atrevas a tocarme!- le dije dandole un puñetazo en la cara.

En un instante Mark estaba contra la pared mientras yo le sujetaba de la camiseta con muchísima ira en mi interior. No se como le dejé en esa posicion tan rapido pero fue en un milisegundo.

- No te conviene meterte conmigo Mark...- dije notando picor en mis ojos.

- T-Tus ojos...- dijo muy asustado con un nuevo moratón en su mejilla.

Miré mis ojos en el reflejo de la ventana de al lado. Se habían vuelto de un color gris oscuro y la pupila reaccionaba a la luz de manera anormal. Otro efecto de la "maldición de Slender".

Volví a mirar a Mark que estaba paralizado y temblando ligeramente. Le solté y me separé de él caminando lentamente hacia el otro lado de la habitación.

- Mark... vete por favor...- dije mirando al suelo.

No oí la puerta ni la voz de Mark, solo oí unos pasos que se acercaban cada vez más a mí.

Sentí unos brazos agarrándome por la espalda evitando que me moviera. Comencé a dar patadas al aire sin ningún efecto.

- ¡Maldita zorra! ¡Estate quieta!- me gritó evitando mis movimientos.

Forcejeé intentando liberarme de su agarre pero era inutil. Me incliné hacia atrás haciendo que Mark cayera al suelo y yo encima. Me soltó y yo aproveché para levantarme y alejarme lo más posible de él.

Mi ira no podía ser mayor. En ese momento sentía lo mismo que sentí con aquella mujer un tiempo atrás. Tenía la necesidad de agarrar a Mark y romperle la cabeza contra la pared .

Le cogí con una fuerza desconocida para mí y le golpeé contra la pared de la habitación. Después le tiré al suelo y le dejé moribundo en este.

- Eres una puta zorra...- le oí decir devilmente entre toses.

Ya no aguanté más. No pensé, no me detuve a pensarlo mejor, solamente actué. No era yo, era otra persona distinta, no podía pensar en nada racional. Solo me tiré encima de él y dejé a mi cuerpo actuar.

Le agarre de la camiseta obligandole a mirarme. Comencé a oir la frecuencia que Slender me proporcionaba solo que más baja y no me afectaba. Vi como Mark se rotorcía en el sitio y apartaba la mirada.

- ¡Mírame hijo de la gran puta!- le grité sosteniendo su cabeza.

El me miró obligado y en un segundo mis tentáculos estaban clavados por todo su cuerpo y el dejó de gritar ante la frecuencia que yo le estaba produciendo.

Noté mis manos y mi ropa llenarse de sangre. Mis tentáculos manchados por ese líquido rojo volvieron a meterse en mi espalda y noté quemazón en los ojos de nuevo.

En ese momento volví a la realidad. Que había hecho. Esta no era yo. No me podía pasar esto a mí.

Me alejé lo máximo posible del cadaver de Mark pegandome completamente a la pared contraria a la puerta.

Creía que ya estaba acostumbrada a esto, que todo lo ocurrido me había cambiado, me había insensivilizado, pero estaba muy equivocada.

Comencé a temblar descontroládamente sentada en el suelo con mis piernas lo más cerca de mí mientras observaba el cadaver de Mark.

- ¡Ana! ¡Ya estoy aquí!, he traido unas cosas para tí del super por si--

Alex se quedó petrificado observandome a mí y al cadaver de Mark. Las bolsas que traía en la mano se cayeron.

- Alex...- susurré temblando como nunca antes lo había hecho. Segundos después me desmayé.

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¡Hola! ¿Qué tal estáis?

Bueno criaturitas de Slender, Mark a muerto. Siento un poco de tristeza por las personas que querían a Mark vivo :'( (NO ME MATÉIS)

En los próximos capítulos habrá intriga, MUCHA intriga. Espero que os siga gustando la novela y que la votéis.

Besos <3

- GirlTerror

Solo yo puedo verleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora