Todo estaba bien, todo apuntaba a que me decía la verdad, su sinceridad, las marcas de uñas en su cuerpo, el mensaje, todo apuntaba a que debia creerle.
Hasta que un pequeñisimo detalle me llamo un poquito la atención.
Jade.
¿Acaso su novia la loca, también se llama Jade?
- ¿Quién es Jade? - pregunté aún con la vista fija en el suelo ya que Perrie ya había quitado el celular.
¿Tiene alguna regla de mujeres o algo asi?
"Si no te llamas Jade, no puedo acostarme contigo" pensé con voz graciosa.
- Mi EX novia - puso énfasis en la penúltima palabra.
- Se llama Jade - la miré, ella asintió y lo hice yo también.
- ¿Sabes cómo me llamo? - pregunté con los ojos cerrados.
- Amelia - respondió obvia y abrí los ojos. ¿Amelia? Nadie me dice Amelia, excepto... Jesy.
- ¿Quién te dijo que me llamo Amelia? - ahora el enojo fue reemplazado por la curiosidad
- Una chica, tu amiga, la que te sentó al lado mío, no me lo dijo, pero la escuché en varias ocasiones gritar ¡Amelia baja de ahí! ¡Amelia deja eso! ¡Amelia Thirlwall Badwi no tomes eso! Con enojo - río.
- Oh - juro que no vuelvo a tomar tanto en una fiesta.
- Pero por tu boca se qué tambien te llamas Jade, son casualidades de la vida - sonrió y le tire otro almohadaso - Bien y entonces, ¿dónde está mi beso? - se acercó a mí levantando divertidamente las cejas, puse mi mano en su cara y la alejé.
- No creas que te haz salvado de esto Perrie - puso cara de desentendida - aún estás en una relación, tú misma lo dijiste, le pediste un tiempo, no haz terminado con ella aún -
- Pero lo haré, creeme que lo haré, solo que hoy no, hoy quiero estar contigo y disfrutar, dormir contigo ¿Que te parece la idea? - se acercó a mí peligrosamente y esta vez ya no pude evitarla.
La quería sentir a mi lado y realmente quería abrazarla, besarla. Su carita de niña angelical me convenció y terminamos las dos en la cama de nuevo.
Ella quedó dormida primero, creo que mis caricias por todo su rostro la hicieron relajarse más de lo normal y se durmió. Subía mis dedos delicadamente por sus mejillas, los pasaba suave por su mandíbula y acariciaba tentativamente esos labios rojos e hinchados, perfecta, ella era perfecta. Después de un tiempo que para mí fue una hermosa eternidad, también me quedé dormida.
El sonido de mi celular era horriblemente escandaloso, quería dormir, no quiero escuchar ruidos molestos. Trato de girar mi cuerpo y siento un gran peso detrás mío.
Rápidamente caigo en cuenta que no estoy sola, estoy con... Perrie. Al instante mi mente hace un recuento de todo lo que pasó hace unas horas.
~
¿Qué hora es? Mi cabeza me duele horrible. Tengo demasiada sed y como era de esperarse, estoy desnuda al lado de una desconocida.
Bueno, no sé si es una desconocida la verdad, sé que se llama Perrie, que tiene un novia loca, celosa y agresiva y... Nada más.
Nota mental, la próxima vez conocer más a la persona que te quitará la virginidad.
Aunque ya no habrá próxima vez, pero bueno, yo me entiendo.
Trato de quitar lentamente su brazo de mi cintura, sin hacer muchos movimientos bruscos para que no despierte y lo logro.
Salgo de la cama y enseguida entro al baño, me lavo la cara y enjuagó mi boca con un enjuague bucal que encontré, salgo de este y reviso los tantos mensajes que me han llegado al celular.
Amelia Thirlwall Badwi si no me llamas en una hora, llamaré a la policía, no estoy con juegos.
Ví la hora y eran las 12 del medio día.
Ay vamos, no es tan tarde.
Igual le mandé un mensaje tranquilizador y le dije que ya estoy camino a mi casa, deje el celular encima del velador y comencé a cambiarme, o más bien, ponerme la ropa otra vez.
Cuando termine de colocarme la blusa sentí unos brazos rodearme por la cintura, no me asusté porque ya había escuchado movimientos detrás mío, sabía que ya se había despertado.
- ¿Ya te vas? - preguntó con la voz ronca, Dios. Asentí.
Sentí su risa en mi cuello.
- ¿Qué te pasa? - pregunté sin saber la razón de su risa.
- Tus calzones están bien pendejos- me sonroje pues traía puesto uno de las princesas de Disney.
La golpeé con el codo, ella siguió riendo y me dió la vuelta y sin esperar otra cosa, me besó intensamente.
Al separarnos seguíamos con los ojos cerrados, y ella empezó a acariciar con su nariz la mía tiernamente.
- ¿Me llamarás? - abrí los ojos y ella aún los tenía cerrados.
- N-No tengo tu número - tartamudee.
- Ya lo apunte en tu celular ¿Me llamarás? - me separé de ella y cogí mi celular, entré a contactos y efectivamente, ahí estaba como "Mi Perrie ❤".
Sonreí y terminé de colocarme los pantalones y zapatos.
- ¿Nos volveremos a ver? - tenía un tono de voz tan dulce e inocente, que me daba ganas de quedarme con ella en la cama haciendo el amor.
PERO NO, yo soy una mujer que se hace respetar y se da su lugar.
- Si estás soltera... tal vez - dije antes de salir del cuarto.
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Hola chicos, capitulo de regalo.
15 votos y actualizo.
Ahora empieza lo bueno.
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