Otro dia normal

433 25 2
                                    

Nunca me había considerado de las personas que se levantan de mal humor porque las despierta alguien, claro que eso era antes de que conociera la existencia de las alarmas. Las odio. Odio las alarmas. Ese sonido que cada tiempo debo cambiar porque me desespera de solo oírlo.

Miro la ventana. Son las ocho de la mañana y ya está saliendo el sol. Suspiro. Pronto empezará el invierno, no es que no me guste. Simplemente no me agrada la idea de levantarme tan temprano y al empezar el colegio no tengo de otra.

Me cubro con las sábanas para mantener el calor de mí cuerpo aunque esto hará que luego tenga menos ganas de levantarme. No puedo evitarlo, está cómodo y todavía hay tiempo para ir a clases.

Mí vista recorre mí nueva habitación. Estoy a gusto con ella aunque no termino de acostumbrarme. Paredes de un azul oscuro, las cuales me encargue de pintar al segundo día de mudarme aquí, no soportaba ese blanco tan aburrido que no representaba nada y me hacía sentir como un prisionero. Tengo una cama, o un sommier como me había dicho ero-sennin, también había un armario y eso era todo. Tranqui y cómodo, era todo lo que necesitaba.

La casa era igual, de cierta forma. No mostraba mucho lujos, ni los requería. Tenía un baño con ducha, dos habitaciones, la cocina, un living-comedor y la cochera. En la otra habitación dormía mí padrino cuando estaba presente... lo cual no ocurría ahora. Estaba solo en la casa. Esto era una de las cosas que odiaba de cuando debía ir al instituto. Estar solo en la casa.

Luego de unos minutos me levanto y me doy una ducha de agua caliente para relajarme y despertarme. Al salir me visto con el uniforme del nuevo colegio al que asisto. Pantalones negro,camisa blanca,corbata negra con arreglos naranjas y un saco negro. Demasiado elegante para mí gustó pero que me queda bien.

Algo bueno.

Luego de comer una manzana, agarro mí mochila. En la cochera se encuentra mí moto. Me gusta. Se que no es una de las más nuevas, es usada incluso sin embargo montarla a máxima velocidad es un jalón de adrenalina que me hace disfrutar. Aunque no se compara con ir por mí cuenta. Eso sí que es adrenalina pura!. Pero bueno, los humanos verían raro si llego caminando, viviendo en un lugar tan lejos.

El estacionamiento del instituto está lleno. Lo cual es normal teniendo en cuenta que ya está por tocar la campana para el inicio de clases.

Avanzo entre los autos y los que están pasando se hacen a un lado. Sonrio. A pesar de estar aquí un mes y medio ya me eh hecho cierta fama. De la cual estoy muy orgulloso.

Es un juego personal. Los humanos son muy divertidos.

Aparcó mí moto en un lugar que ya tengo "reservado". Junto a esta hay otras tres que se nota a leguas que son mucho más nuevas que la mía. Hecho un vistazo en el aparcamiento. Autos de todo tipo se encuentran aquí. De viejos hasta nuevos. Son una clara representación de las diversidad de clases sociales del colegio.

Aquí estudian chicos de familia acomodada, más media clase rica que pobre, exceptuando unos cuantos que si tienen plata. Supongo… no,mejor dicho, aquí me consideran un pobretón, que solo está estudiando en este lugar gracias a una beca. Qué equivocados están, de seguro tengo tanto dinero como la familia del más rico de esta institución. Pero eso es algo que no me interesa. Me tiene sin cuidado lo que piensen. Aunque también me divierte.

Los humanos son muy prejuiciosos y tan estúpidos (quedándome corto y siendo bueno). En mí dos anteriores colegios pasó lo mismo. Cuando se enteraron de que era un chico de familia adinerada todos querían ser mis amigos. Lo gracioso estuvo en ver cómo varios se rebajan y tragaban sus palabras.

garras demoniacasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora