Un primer encuentro. Amigos, enemigos o...?

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Aumento el paso mientras me concentro en hacer el menor ruido posible con mis pies. Aún no me transformo aunque estoy requeriendo de todo mí autocontrol para no hacerlo.

La velocidad en la que voy corriendo hace que todo mí ser quiera ser un lobo.

Observo los árboles mientras paso junto a ellos. Si tuviera la vista de un humano de seguro vería un borrón de colores en los cuales predominaria el marrón y el verde. Sin embargo, yo puedo verlos perfectamente,como si estuviera haciendo un simple trote en medio del bosque.

Un escalofrío recorre mí cuerpo. Detengo mis pasos. Algo no anda bien. El aire está impregnado de olores pero los de otros como yo se notan mas. Olisqueo un poco. Proviene del norte.

Comienzo a caminar hacia esa dirección. Ya me esperaba que tarde o temprano me tendría que tropezar con ellos, después de todo, en todo el mundo hay de nuestra especie ya sea en manadas o siendo solitarios. Esperaba que en este lugar no hubiera ninguno. Pero ya va. Mí suerte es genial. No solo hay uno, sino que son 7.

Una manada de licántropos. Lo que significaba que este es su territorio y yo vendría a ser el impostor. No debería preocuparme por eso ya que, aunque nuestra especie era territorial no eramos tan atroces como todos los libros nos pintaban.

Nuestra regla era simple. Si eras un mal licántropo (atacar sin razones a otras especies y revelar nuestra existencia a los humanos) te daban castigos o te mataban cuando ya no quedaba sanación para esa maldad. Por el contrario si eras bueno no pasaba nada. Podías quedarte en tu manada o salir al mundo.

Suspiro. No están lejos.

No tengo idea de cómo se tomarán el hecho de saber que soy yo el que está en sus tierras. Para los de mí especie yo no soy bueno ni malo.

No tenia miedo. No por mí por lo menos.

Detengo mis pasos al persivir el movimiento de la hierba frente a mí.

Un gran lobo blanco seguido de otros de menor tamaño y diversos colores están frente a mi. Sus tamaños igualaban el de un caballo y su aspecto era más hermoso que el de un lobo normal.

"Preséntate"

La voz del macho alfa resuena en mí cabeza como si las palabras hubieran salido de su hocico.

"Naruto Uzumaki. Aldea oculta entre las hojas"

El gruñido general se escucha fuerte y claro al escuchar mi nombre y el lugar de donde vengo. Sin embargo noto las dudas en sus miradas.

"Uzumaki. Así que todavía queda uno" sus palabras no me sorprenden. Mí clan murió junto a otros hace mucho tiempo atrás. "A qué se debe el honor de tenerte en nuestras tierras? " Noto el tono ácido en qué piensa esas palabras. Muchas veces es lo miso. Mantengo mí seriedad pensando en que decir.

"Vengo con jiraiya"

"Así que ese lobo anda por aquí. Dónde esta?"

"Salió de la ciudad o sigue por aquí. No lo sé. "

"Cuida tu tono mocoso" dijo adelantándose unos pasos quedando frente a mí. Era obvio que trataba de intimidarme. Pero aún con mí cuello hechado hacia atrás para poder ver fijamente sus ojos no lo iba a dejar. "A qué has venido a estas tierras? Estás muy lejos de casa"

garras demoniacasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora