POV. SUNGJONG
Ver a SungKyu sonrojado me dio arcadas, nadie más que yo le ponía nervioso, pero había escuchado bien claro a WooHyun, llamarlo "novio" en mi frente, y no es que me molestase eso, más bien, había creído que las flores que traían iban a ser para mi, pero no, claro, yo preferiría las orquídeas que las rosas.
Igual, él se lo perdía, siempre he sido un exquisito manjar, que es deseado por todos, pero al parecer a él no. Supongo que enserio esta enamorado de mi Gyu, así que será mejor que los deje solos para que arreglen sus temas, si es que había algo que arreglar, no iba negarlo los dos desbordaban felicidad en sus miradas. Y yo no iba a entrometerme como SungYeol.
Tan solo esperaba que no follaran en casa, no soportaría escuchar los gemidos de Kyu.- Ok. No la tenías tan grande de todas formas. — Solté con burla hacia WooHyun.
- ¡SungJong!
La voz molesta de Kyu me había dado risa, pero la cara de piedra de WooHyun, la espumó toda.
- Es mi forma de decir que los apoyo chicos.
Hable de nuevo guiñándole el ojo en el proceso y marchándome de ahí al instante, sintiendo un alivio al estar dentro de mi habitación.
El rostro del gato apareciendo segundos después en mi mente, evocando sus últimas palabras.
"Fuiste mi primera vez"
Tss, si cree que me voy a comer ese cuento, esta muy equivocado con ese cuerpo y esos brazos , todo de él... de seguro tuvo a varias chicas y posiblemente chicos debajo de él, para que me venga a decir un absurdo. Obviamente, yo denoto pureza, pero no idiotez, habia cojido casi a medio Corea para saber quien miente o no. Sus palabras no pueden ser reales. Y si lo que quería era que me haga responsable de su primera vez, pues ya se veía él mismo esperando. Tampoco es como si le hubiera dejado embarazo, algo imposible porque yo soy pasivo.
Solo es una artimaña para agarrarme al sentimiento cosa que no funcionaría conmigo porque ellos fueron quitados hace mucho tiempo.
La niña, él había venido con el demonio a mi casa, con esa niña que irradia maldad en los ojos o bueno así la veía yo. Mejor dicho, así veía yo a todos los mocosos esos.
Si creía que lo iba a recibir con los brazos abiertos luego de que me encontrara estaba muy equivocado, si quizás nos hubiésemos encontrado "casualmente" en otras circunstancias lo hubiera esperado con otra parte de mi cuerpo abierto.
Como las piernas quizá.
Por dios SungJong, que estás pensando puede que este muy guapo, muy todo pero tu no repites el plato — me dije mentalmente porque no quería que nadie escuchara la conversación que tenía conmigo mismo.
Si SungKyu me escuchara se estaría burlando de mi como en los viejos tiempos, cuando éramos niños.
Ahora, había cambiando mucho, ya no era igual que antes, no después de KangJoon, y ya me veía a mi mismo avanzando sin mirar atrás.
Sólo necesitaba una cosa para seguir "estar en compañia" para olvidarme del amor que siento por Joon.
Porque así había comenzado, quería arrancarlo de mí, dejar de quererlo al segundo. Pero no había funcionado muy bien.
En cada encuentro me lo imaginaba a él, lo sentía a él.
Y me daba coraje que mi hermanito pudiera disfrutarlo. Por eso, siempre dejaba una nota con su dirección, y algunas veces su nombre; para que ellos terminen, pero nada. Seguían juntos.
Pero algo había ocurrido esa noche, fue diferente.
Mi mente no quería admitirlo, ni mi ser tampoco, pero cuando lo hice con ese chico lo sentí a él. Sólo a él, era como si el tiempo se hubiera detenido y los dos nos convirtiéramos en uno, nunca antes lo había sentido, fue como hacer salvajemente el amor.
Sentí que él se entrego plenamente a mi y yo lo hice con él, dejé que llegara más allá, haciéndome de mil maneras, tocándome en lugares que desconocía pero que me hicieron gemir de placer.
Sus manos, sus caricias, sus besos, aun los sentía en mí, aquellos brazos que me apretaban hacia él para obtener más de mi, ahora; no podía sacarlos de mi mente.
Y yo no me dejé hacer siempre, también contribuí de manera excitante, lo monte como nunca, le rasguñé en algunas parte del cuerpo , y le hice la mejor mamada que podría haber echo en mi vida. Sus palabras me lo confirmaron "Me encantó, precioso; todo de ti, me encanta"
Con eso, no podía decir que fui su primera vez, porque en ningún instante lo sentí inexperto, incluso hicimos poses que en mis años de experiencia no había visto.
Pueda que él también sea como yo, un chico con el corazón roto.
Sería bueno probarlo una vez más.
Imaginándolo bien ahora creo que no seria tan malo tener algo con él. Una especie de relación. Una como amigos con derecho, derecho a roces, besos, toques y más .
Podría proponérselo y ver si acepta o no mis condiciones. Así ya no tendría que ir a los clubes nocturnos buscando quien pueda satisfacer mis deseos, y él lo que sea que busque también pueda obtenerlo; eso si, cero enamoramientos, cero sentimientos ni nada que dirija directamente allí.
Solo vamos a usarnos mutuamente hasta que nos cansemos el uno del otro.
Porque seguro esa niña es su hija, y lo que busca es una madre para ella y como le fue mal con las mujeres ahora va por los hombres. Me pregunto si podré soportarla, creo que no, rezare para que no sea nada suyo.
SungJong, ¿te estás escuchando? Acabas de decir que vas a rezar, algo que ni SungKyu puede lograr. — se regaña mentalmente a si mismo.
Espero que aceptes mi propuesta MyungSoo.
La propuesta que te haré cuando tenga la oportunidad de verte otra vez.
— ¡WooHyun! ¡No me toques ahí!
Par de degenerados.
Disfrutan sin mí.
— ¿Por qué tienen que hablar tan fuerte? ¡Hagan sus cosas en silencio!
Grité desde mi cuarto.
Y es que esos dos, me hacían recordar al anterior SungJong, tan lindo y tierno que solía ser. Que se sonrojaba al segundo.
Algo que había matado SungYeol, no podía dejarlo en paz jamás por eso.
Quisiera volver a compartir con alguien, quisiera volver a sentirme libre, quisiera ser yo mismo de nuevo, pero no.
No puedo hacerme esto a mí, todo mi esfuerzo en años se irían a la basura.Tengo que hacerlo sufrir, con la misma moneda.
Tengo que quitarle a KangJoon.
Esta vez, MyungSoo estará en mis planes.
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«Personalidad Libertina»
FanfictionFue un momento gracioso cuando aquel chico de rasgos gatunos vino a buscarme, parecía feliz de hallarme, como si no me hubiese podido sacarme de su mente. Y eso me encantaba, ser el centro de atención de cualquiera, lo disfrutaba, pero tampoco era i...