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10. AL CUIDADO DEL THORPE

Era un gran actor, sintió que era colocado en el suelo y luego pasaban algo por un brazo por debajo. Los escuchó hablar mientras esperaba con paciencia y felicidad; Thor se escuchaba preocupado y los demás parecían neutrales, unos cuantos insultos que pudieron hacerlo apretar el puño, se relajó y pronto se encontraba siendo cargado por alguien.

Pasaron minutos antes de que fuera recostado en una superficie- por fin.

Empezó a despertar tarándose mientras se acostumbraba a la luz, de seguro y estaba en la sala de sanación. No escuchando a nadie cerca se fue levantando de a poco, tampoco quería levantar sospechas a quien fuera que lo tuviera que atender.

El golpe que se había dado le provocaba una ligera molestia mas no para detenerse en querer salir de ahí.

- ¿Ya te sientes mejor? Los sanadores me dicen que debes descansar -el thorpe había estado cerca mientas dejaba sus botas cerca- será mejor que nos quedemos aquí el resto del día, pediré que nos traigan comida mas tarde.

Loki se desvaneció en la cama, su plan falló, al menos la segunda parte. Su día libre le pertenecía a su alteza real y sus caprichos, o tal vez no- me duele mucho la cabeza, quisiera dormir un rato más -se acomodó y tapó con sus brazos.

Agarró una manta para cubrirlo, el cuarto estaba ventilado y hacía un poco de frío- sí, no te preocupes. Cualquier cosa que necesites solo pídelo.

Para ser muy despreocupado en algunas cosas, estaba muy dispuesto en cuidarle- no es necesario.

- ¡Claro que sí! Eres mi querido amigo. Deseo que estés bien -retiró mechones oscuros que ocultaban sus ojos, se enfocaron en él- realmente tus ojos son preciosos.

Ya podía empezar a preocuparse. Se acomodó mejor y cerró los ojos queriendo descansar, la cama era tan suave.

Cuando los volvió a abrir Thor ya no estaba cerca, tenía una modorra pero y cómo no, había sido el mejor lugar en el que durmió. Se estiró, acomodó sus ropas y finalmente se levantó para irse.

- Es sorprendente cómo mejoraste con unas horas de sueño -no hacía falta voltearse y averiguar quién era- ya va siendo hora del almuerzo, en un momento nos traerán la comida.

Se regresó a la cama de inmediato, si salía Thor sospecharía y la "amistad" que tenían terminaría de inmediato. Le molestaba que aquello le afectaba, porque el rubio particularmente le divertía, en ocasiones.

Sus amigas le trajeron el almuerzo y se escondió tras la manta que horas antes Thor le brindó. No fue descubierto pero sí se avergonzó, a saber lo que podrían decir de él.

El delicioso olor de la comida le hicieron sentir hambre. No había podido comer bien en la mañana y ahora todo parecía acumularse- se ve bien.

Cuando él debía de atender esa tarea, varías veces echaba un vistazo a la comida. En toda su vida jamás había visto tan deliciosa comida, no la probaba, pero imaginaba que el sabor le hacía justicia a la presentación.

- Come hasta reventar, todo lo que quieras. Vamos -ofreció el primer plato que logró obtener- estás muy delgado.

Y como no, si es que comer eran una de las cosas que dejaron de ser prioridad ni bien llegó a trabajar al palacio. Día y noche debía de atender a sus altezas, con las justas y algún bocadillo que le alcanzaba Darcy en sus descansos.

- Gracias -olfateó un poco. Agarró un cubierto para comenzar.

Fue poco debido a que cada vez que quería probar de otro lado, Thor ya había agarrado y tragado. Rodaba los ojos mentalmente cada que pasaba lo mismo, bien que podía pegarle al idiota.

- Fue un buen almuerzo ¿Verdad? -terminó de limpiarse con la servilleta- es hora del té, los sanadores lo especificaron para que te recuperaras bien.

Pasó una pequeña taza, era un aroma dulce y refrescante; estaba tibio. Tomó un sorbo, de verdad tenía un sabor exquisito como olía, echó una mirada a su acompañante; el ojiazul acomodaba los servicios en la bandeja mientras lucía una sonrisa leve entre la espesa barba, estaba siendo muy atento con él en medio de su convalecencia. Necesitaba ser premiado.

Sus amigas ingresaron una vez mas para llevarse los trastos. Volviendo a quedarse solos el rubio pidió que le leyera lo que quisiera para mantenerse entretenidos, agarrando el primer libro que sus manos sintieron se lo pasó a Loki, quien volvía a ser abrigado con la manta de antes.

Se acomodó en su regazo y esperó que la agraciada voz del azabache empezara con la lectura, siempre procurando que este estuviera cómodo.

Pasaron las horas así hasta la cena. Esta vez Thor no dejó entrar a nadie y él mismo llevó la comida a la cama para degustarla como quisieran, casi podía decirse que era como ir de picnic, debido a que estaban juntos y con comida a sus pies.

Loki notó que fue mas cuidadoso respecto a la manera de comer, masticando y pasando antes de otro bocado, sonrió para sus adentros ¿Acaso se había fijado en él mientras comía? Algo irrespetuoso pero al menos había aprendido algo en poco tiempo, parecía un cachorro ahora que cabía en cuenta; lo seguía a todos lados, se quedaba a su lado y siempre estaba al pendiente de lo que hacía. Bien, eso era adorable.

- Thor -llamó con suavidad, dejando la taza apoyada en su regazo sin levantar la vista. El aludido dejó de hacer para acercársele. Acarició su mejilla sintiendo las hebras de la barba y se acercó para besar su mejilla- gracias por cuidarme.

Volvió a concentrarse en el libro que tenía al lado sin preocuparse de lo que pasaba por la mente del ojiazul.