Capítulo 21

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Mina.

Mi cabeza estaba hecha un completo lío y desafortunadamente el dolor en ella era cada vez más seguido y fuerte. Era frustrante, muy frustrante cada pensamiento que pasaba por mi dañada mente.

Desde aquel día bajo la lluvia, había entendido que realmente Chaeyoung me quería, se preocupaba y no tenía miedo de demostrarlo, ¿Qué más podía pedir? Incluso lo que pasó el día anterior seguía en mi cabeza, me atreví a besarla, la tomé por sorpresa y admito que me perdí por completo gracias a la suave textura de sus labios y también por sus caricias, mi cuerpo había reaccionado de una forma completamente nueva y mentiría si dijera que no fue agradable cada sensación que corrió a través de él. A decir verdad, estar con Chaeyoung me gustaba y me encantaba saber que ella también disfrutaba de mi deprimente compañía, pero el problema era que Nayeon aún seguía en mi cabeza y creo que no estaría tranquila hasta verla una última vez y así tal vez, mis sentimientos se volverían más claros.

Porque te amo, Mina.

—Maldita sea...

Acerqué la taza de café que tenía en mis manos, di un pequeño sorbo y suspiré lentamente al mirar aquella bebida caliente. Decidí salir de casa, Chaeyoung no me daba tarea fácil así que me escapé. Necesitaba pensar con claridad y su presencia no me dejaba hacerlo, después de nuestro apasionado besó en aquel lugar el ambiente entre nosotras era tenso, era como si nuestros cuerpos pidieran a gritos terminar lo que habíamos empezado, pero ninguna hacía nada.

Desde la ventana pude divisar que empezaba a llover y suspiré con lentitud, pasaba mucho últimamente.

Mi teléfono comenzó a vibrar sobre la mesa, al ver la pantalla noté que era una llamada de Chaeyoung y atendí rápidamente.

—Chae.

Mina, ¿Dónde estás? —preguntó con preocupación.

—Estoy en la cafetería.

Ya veo. —suspiró antes de volver a hablar— ¿Llevaste tu abrigo? ¿Sombrilla? Empieza a llover...

Sonreí, nuevamente su preocupación, pero si le decía que había olvidado mi sombrilla estaba segura de que se enojaría y vendría por mí.

—Sí, descuida. —respondí con calma.

Te vi salir, eres mala escapando. —escuché su  suave risa— Si necesitas algo, no dudes en llamarme.

—Bien, yo... —suspiré— Volveré luego.

De acuerdo. —dijo, iba a colgar pero escuché su voz nuevamente— Mina.

—¿Si?

Ten cuidado, por favor. —fue último que dijo antes de colgar. Vi la pantalla de mi celular y sonreí sin pensarlo.

Terminé de beber mi café minutos después, esperé un tiempo más a que dejara de llover, pero al parecer no se detendría por un buen rato. Dejé el dinero correspondiente sobre la mesa y me levanté acercándome hacia la salida. Estaba a punto de salir corriendo, pero choque sin querer con una persona y al verla noté que estaba completamente empapada, hice una corta reverencia a modo de disculpa pero aquella chica levantó la mirada y sus ojos encontraron los míos en ese instante. Mi respiración se detuvo al saber quién era y pude notar cierta confusión en su mirada mientras acomodaba su gorra y yo solo di unos cuantos pasos para alejarme de ella.

—Y-yo... Disculpa... —dijo en un susurro, aun confundida por mi comportamiento.

—Jeongyeon, amor, no debes mojarte... —sentí mis ojos arder, apreté mi mandíbula con fuerza y suspiré cuando aquella segunda voz apareció, justo detrás de aquella chica.

La mirada de ambas estuvieron puestas sobre mí, pero una en especial denotaba preocupación y mucha sorpresa. Debía ser una broma... Una de muy mal gusto.

—Mina...

Su voz, maldita sea... 

—Nayeon...

—Amor, ¿Se conocen? —preguntó aquella chica con curiosidad y notoria extrañes.

No debía llorar, pero solo esas ganas estaba sintiendo en ese preciso momento.


Chaeyoung.

Al terminar la llamada sonreí, no tenía dudas, Mina era increíble, ¿Cómo no podía notar eso? Suspiré y terminé de beber mi chocolate caliente, hacía muchísimo frío gracias a la lluvia que había empezado a caer. Minutos después salí de la cocina, pero de inmediato noté que el paraguas de Mina seguía en el mismo lugar, acaso, ¿Lo había olvidado?

—Que chica tan despistada. —dije al tomarlo y sin pensarlo dos veces salí de la casa.

Caminé a toda prisa por las calles, había muy poca gente y los autos pasaban a gran velocidad levantando ligeramente aquellos charcos de agua. Estaba llegando a la cafetería, me detuve frente al semáforo y esperé a que cambiara de color, pero en ese momento vi a tres personas de pie afuera de aquel lugar y pude notar que una de ellas era Mina, se estaba mojando, pero al parecer no le importaba absolutamente nada de lo que estaba pasando a su alrededor, ¿Qué hacía allí?

—¡Mina! —grité, pero por el fuerte sonido de la lluvia fue imposible que me escuchara.

Vi el semáforo, ya había cambiado de color así que sin pensarlo mucho salí corriendo, no dejé de mirarla ni un segundo, pero mis pasos se detuvieron poco a poco al ver quién era la otra persona y un fuerte dolor apareció en mi pecho justo cuando se abrazaron. La sombrilla resbaló de mis dedos y en ese preciso momento Mina se dio cuenta de que estaba allí.

—¡Chaeyoung! —gritó, pero no pude escucharla, su voz era lejana, dejé de verla por completo gracias a mis cálidas lágrimas que comenzaban a mezclarse con la fría lluvia.

Por su silueta pude divisar que empezó a correr hacia a mí, completamente asustada y el fuerte sonido de una bocina logró sacarme de mis pensamientos, giré mi cabeza y un auto se acercaba a mí a una gran velocidad, intenté correr, pero mis pies no respondieron, ¿Realmente va a pasar? Sentí mucho miedo conforme pasaban los segundos. Cerré los ojos, esperando aquel golpe, pero solo sentí el cuerpo de Mina impactar contra el mío, alejándonos de la calle y caímos en el suelo de una forma muy brusca, traté de procesar todo lo que había pasado, pero después de ese momento todo se volvió oscuro. 

Umbrella; MICHAENG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora