Mina
—Debes preguntarle dónde está. —suspiré, llena de frustración y cerré mis ojos— O yo misma iré a buscarla a su casa...
—Mina, Dahyun no ha querido decirme, mucho menos a ti. —respondió Sana al acariciar mi cabello— es más, no sabes dónde vive...
—No creo que quiera verte por ahora. —intervino Momo— Mucho menos por la foto que anda rondando por Internet...
—Ya les dije lo que pasó. —solté un gruñido.
Estaba más que enojada. Habían tomado una foto mientras Nayeon me besaba, pero esa maldita foto estaba desde un ángulo muy distinto y se veía claramente como si estuviésemos besándonos, cosa que no pasó y a pesar de que todos supieran que no existía nada entre nosotras, seguían creando falsos rumores, solo Nayeon y yo sabemos lo que ese beso significó y por supuesto que no fue en los labios, pero para mi desgracia al parecer Chaeyoung ya la había visto y no estaba dispuesta a hablar conmigo. Ya habían pasado dos semanas enteras y no sabía nada sobre ella. Simplemente se había ido... Simplemente me dejó.
—Dale un poco de tiempo.
—No quiero, Sana. —la miré, completamente decaída antes de bajar la mirada hacia el suelo— Necesito verla, ¿Entienden eso?
—Chaeyoung se sintió así, ¿Ves que es doloroso? —preguntó Momo— Ahora te toca a ti nuevamente por hacerla sufrir.
—¿Entonces yo soy el problema? —pregunté de vuelta.
—N-no dije eso... —hizo un puchero— Es solo que debes darle un poco más de tiempo, Mina...
—Mina, Chae te quiere... Es más, te ama y estoy segura de que volverán a reunirse. —Sana levanto mi mentón y me mostró una gran sonrisa— Confía.
—Confío en ella... —susurre antes de dejarme caer por completo sobre la cama.
Extrañaba a Chaeyoung, eso ya no era novedad. Estar en la casa de mis padres solo me hacía extrañarla aun más y por eso decidí volver a mi departamento. Sana y Momo venían a visitarme seguido y al igual que mi ángel, me obligaban a tomar mis medicamentos por mis fuertes dolores de cabeza. Yo simplemente lo olvidaba, aunque tampoco quería tomar aquellas pastillas porque aumentaban mi sueño y no quería dormir. No después de lo que me había estado atormentando las ultimas noches.
—Volverán a encontrarse. —dijo Sana.
—Solo ten paciencia. —concluyo Momo dándole la razón.
Traté de sonreír y asentí lentamente con mi cabeza.
—Gracias, chicas.
Tomaron mis manos y sentí en ellas un pequeño beso por parte de ambas antes de abrazarme. Creo que sin su ayuda ya me habría vuelto loca, sin duda me tocaron las amigas más maravillosas de todas.
Horas después me despedí de ambas y desgraciadamente volví a quedarme sola en aquel enorme lugar. Decidí encerrarme en mi habitación y con el pasar de los minutos, comencé a recordar aquella hermosa sonrisa y dulce voz y me dejé llevar por el sueño.
La fuerte lluvia logró empapar mi ropa, la luz del semáforo comenzó a encenderse y a apagarse lentamente iluminando la solitaria calle con su tenue luz, alternando los colores rojo y verde. En ningún momento se detuvo.
Miré a la chica que apareció repentinamente frente a mí, divisé su pequeño cuerpo al otro lado de la acera mientras que simplemente sostenía un paraguas en sus manos, pero no logré ver su rostro, ¿Quién era? No había nadie más en el lugar, pero de pronto aquella muchacha comenzó a correr y me sorprendió enormemente cuando sus pasos se detuvieron justo a mitad de la calle.
—¡Hey! —traté de gritar pero hizo caso omiso a mis palabras y siguió allí de pie— ¡Ten cuidado!
No se movió, continuó de la misma forma pero de pronto el paraguas que tenía en sus manos ahora estaba en el suelo y al ver su rostro, me encontré con aquella mirada tan conocida y llena de dolor.
—¡Chae! —grité, pero no se movió. La luz del semáforo comenzó a cambiar de color rápidamente, parando justo en el color rojo y un auto logró iluminarla, se estaba acercando a una gran velocidad a ella, mi miedo aumento en ese instante e intenté correr pero mis pies no respondieron. Chaeyoung solo sonrió al mirarme y una lagrima cayo lentamente por su mejilla. No puede estar pasando— ¡Chaeyoung!
Abrí mis ojos rápidamente. Me senté en la cama y traté de calmar mi agitada respiración, aquella pesadilla había aparecido hace unos días y era algo completamente desagradable. Limpié el sudor de mi frente y de inmediato un dolor en mi cabeza y pecho se hicieron presentes.
—Chaeyoung... —suspiré y sentí las lágrimas correr por mis mejillas, quemando mi piel a su lento paso— Ella está bien... —repetí aquellas palabras mediante susurros y escondí el rostro entre mis manos temblorosas— Te amo, Chaeyoung...
Maldita pesadilla.
Volví, ¿Me extrañaron? Espero que sí.
Realmente me alegra volver y ver esto tan hermoso, perfecto y único, que me da muchísimos, no... Miles de años de vidaaa.
¿POR QUÉ SON TAN HERMOSAS? SE VEN TAN MALDITAMENTE FELIZ CUANDO ESTÁN JUNTAS. AH.
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Umbrella; MICHAENG.
FanfictionMuchas cosas han pasado en la vida de Myoui Mina, hija de grandes empresarios pero, ¿Qué decidirá ella? ¿Permanecer con sus nuevos recuerdos? O simplemente, ¿Vivir en el pasado? Son Chaeyoung, una joven llena de vida le ayudará a encontrar una respu...