Capítulo 23

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Mina.

No tomé un taxi, a leguas noté el horrible tráfico que había y corrí por las frías y casi solitarias calles gracias a la pequeña lluvia que volvió a caer, pero aquello realmente no me importó, mis preocupaciones por Chaeyoung eran aún mayores.

Verla a mitad de la calle me partió el corazón, su pequeño cuerpo empapado y su rostro lleno de tristeza fueron demasiado para mí. Al ver el auto que se aproximaba a ella mis sentidos se alarmaron y solo corrí sin tomar en cuenta los gritos de Nayeon y afortunadamente llegué a tiempo para salvarla. El tipo al volante resultó estar ebrio y momento después huyó al ver que Chaeyoung caía inconsciente en mis brazos, justo en ese momento entré en pánico.

La idea de dejarla sola en el hospital no fue la más divertida para mí, Dahyun y Sana habían llegado y a pesar de querer estar con ella, decidí irme y hablar con Nayeon... Pensé que de esa forma podría terminar con todo y comenzar de nuevo.

Llegué al hospital completamente sin aire pero continué corriendo por los pasillos, subí las escaleras a toda prisa y sin querer choque con una persona, pero ni siquiera me tomé un segundo para disculparme.

—¡Mina!

La voz de Sana hizo que me detuviera en seco, había tropezado con ella.

—Lo lamento, Sana, pero debo...

—No está. —fue lo único que dijo.

—¿Q-qué?

—Chaeyoung despertó y se fue.

Debía ser una broma, ¿Cómo pudo irse? Del mismo modo que tú lo hiciste.

—Pero... ¿A dónde fue? Ella no...

—Supongo que fue a tu casa a buscar sus cosas...

No continué escuchándola, sentí mis ojos llenarse de lágrimas y Sana tomó mi mano cuando estuve dispuesta a correr. Intenté zafarme, pero no me dejó.

—Te llevaré, sigue lloviendo. Vamos.

Sin soltar mi mano me condujo fuera del hospital y luego a su auto, entré sin decir nada y solo intenté tragar mis lágrimas.

Soy una completa idiota.


Chaeyoung.

—Chae, sé que tienes prisa pero tu ropa no entrará en esa pequeña maleta si la guardas de esa forma.

Dahyun tomó algunas prendas desordenadas y las dobló un poco antes de guardarlas.

—Solo quiero irme... Déjalo así... —le quité una de mis camisas y la guardé en la maleta echa una bola, luego el resto de mis prendas.

Luego hablaría con los señores Myoui, o tal vez solo deje una carta... De todas formas su hija ya se encontraba perfectamente bien y mi estadía en la casa era más que innecesaria. La señora Park se sorprendió un poco al ver mi patético semblante lleno de tristeza, pero no dijo nada, solo dejó que recogiera mis cosas y me fuera.

—¿Tienes todo? —preguntó Dahyun y asentí— entonces vámonos...

Suspiré de forma lenta, ignorando mis ganas de echarme a llorar como una niña pequeña y salimos de la habitación. En ese momento escuché las ruedas de un auto al estacionarse y apresuré mis pasos, pero desgraciadamente nos topamos con Mina justo cuando abríamos la puerta.

Escaneo por completo mi cuerpo y noté cierto alivio en su mirada, pero luego vio mi maleta y su mirada encontró la mía en ese instante. Sus ojos llenos de tristeza y desesperación comenzaron a partir mi corazón en muchos pedazos.

—¿Qué estás haciendo?

Fue lo único que preguntó pero no respondí, bajé la mirada y pasé a un costado de su cuerpo, pero tomó mi mano rápidamente, cerré los ojos ante su contacto y suspiré.

—¿A dónde vas, Chaeyoung? No puedes irte... —tiró un poco de mí pero nuevamente no respondí, si lo hacía, probablemente terminaría llorando— Responde...

—Suéltame... —pedí en un bajo tono de voz.

—Déjame explicarte, no quise dejarte pero...

—Pero lo hiciste. —esta vez la miré— y ya no importa, Mina... Mírate, estás más que bien, ella regresó y por supuesto que querrás estar con ella sin mi molesta presencia, mi trabajo aquí ya terminó.

Su agarre se hizo débil ante mis últimas palabras, su labio inferior comenzó a temblar y aproveche ese momento para alejarme de ella. Sana me miró en ese momento y sonrió de forma triste mientras asentía con su cabeza, Dahyun le dio una rápida mirada a su novia antes de seguir mis pasos, en ese momento estaba sintiéndome la persona más miserable del mundo por hacerla sufrir nuevamente, pero, ¿Realmente estaba sufriendo? No podía hacer nada, ahora yo también estaba herida.

—No te vayas, por favor...

—Mina, déjala...

—No... ¡Chaeyoung! Quédate, por favor...

Escuché su débil suplica mientras me alejaba, al parecer Sana no iba a permitir que se acercara en ese momento y lo agradecí, ella sabía que necesitaba un poco más de tiempo para pensar.

Lo lamento, Mina, pero en este momento no estoy dispuesta a escucharte...



Tengan, un regalo de mi parte a pesar de estar muriendo. Les agradezco nuevamente a los que se preocuparon y... Realmente espero mejorar pronto porque... Esto me quita el apetito y yO COMO DEMASIADO, ESTO ES UNA TORTURA PARA MI PEQUEÑO CUERPO.

Por cierto, me sorprende que esta historia llegara a los 2k, ¡Muchas gracias! Ustedes me dan ánimos♥♥♥♥♥

Umbrella; MICHAENG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora