— ¿En que piensas?— preguntó el mayor luego de darse cuenta de como lo observaba desde que llegó
— En lo extraño que eres. Tú no eres normal. Estás loco.— le dije mientras buscaba que ponerme ya que estaba andando en ropa interior.
— Lo dice la chica que anda semi desnuda frente a un chico—. él arqueo una ceja mientras veía como rebuscaba en mi armario algo que ponerme.
— Sé que no me ves de esa forma. — no dijo nada y lo mire, él giró rápido e hizo que miraba hacia otro lado. Reí mientras negaba. Tan solo tenía una remera de él que me llegaba hasta más abajo de las nalgas, lo agarré y elegí un short para usar algo abajo.
— Ya han pasado dos años.— esta vez lo observé y el miraba hacia afuera. Su semblante era tranquilo y el viento realizaba bien sus papel al hacer mover su cabello. Por un momento quedé hipnotizada hasta que casi caigo por quedar con un pie arriba mientras me ponía el short.
— ¿De que?— fue lo único que logré preguntar, luego de sujetarme en la esquina de la cama.
— De que un gusano llegó a mi vida— me miró y sonrió, giró hacia la ventana nuevamente.
— ¿Acaso estás llamándome insecto?— él siempre utilizaba cualquier adjetivo para referirse a mi o mas bien, apodos.
— ¿Acaso te crees uno?— y yo siempre caía en sus juegos.
— Es exactamente el tiempo en que ... — paré ya que en mi mente volvió el recuerdo de como y, más importante, porque lo conocí. Se me revuelve el estómago de tan solo pensar.
— ¿De qué? ¿Acaso te da vergüenza?— arqueo una ceja y giró su cabeza para mirarme. Puse mis ojos en blanco y me crucé de brazos, luego de haber atado mi cabello en una cola alta.
— ¡Estaba mal! No lo tomes a la ligera.— me acerqué a él en dos pasos. Mi cuarto no era tan grande y nosotros estábamos cerca de la ventana que deba al patio de atrás.
— Tranquila ardilla, ya lo sé.
Iba a refutar pero solo salio una risa al escuchar ese nuevo apodo. Él asegura que al comer parezco una ardilla por como inflo los cachetes. — No voy a pelear por esto.
— Me parece muy maduro de tu parte.— lo dijo con tono burlón, sin siquiera mirarme.
— Hongo ...
— ¿Mmm?
— Aceptaste ese apodo— no pude evitar reír. Yoon Gi nunca permitía que le pusiera apodos pero de tantas veces que se lo dije creo que ya lo acepto.
— Eres tan poco creativa con tus apodos— dijo mientras se sentó en la cama y lanzó una almohada en la cara.
— ¿Molesto?— lo miré y apunte mi dedo hacia él— ¡Si lo hice! JAJAJA ... — se cruzó de brazos y su rostro se tornó rojo.
— ____, te quiero— se acercó a mi y se agachó en cuclillas. Todo en mi se aceleró y por un momento todo parecía perfecto.
— Yo ... yo ... — automáticamente mi cara se puso roja, como un tomate y el tapó, con la mano, la boca y todo se arruinó.
— Pfff! Eres tan simple! — se tiró al suelo y carcajeaba.
— Y tú un tonto— dije molesta y diría, tambien, que algo decepcionada. No era la primera vez que Yoon Gi hacia eso y yo aún caía.
— No te enojes.— No le presté atención y solo miré hacia afuera. El empezó a hincar con su dedo mi brazo, cuando iba a responder escuchamos pasos subir y parecía con prisa.
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Miradas → │Yoon Gi; Ho Seok; Tae│
Fanfiction«Él tan solo se acercó a mí y tiró su bebida por todo mi cabello. Quería matarlo. Luego, miró a esas chicas que se reían, pidió otro trago y se las lanzó de un modo que ni el las películas de matrix se vería. Me sacó de ahí, pensé que llamaría un ta...