Megan
Observo con deleite el torso bien trabajado de Rafael un abdomen con cuadros y líneas muy definidas que se pierden bajo el pantalón, también puedo ver el enorme bulto que lucha por liberarse, sin demorar mas tiempo me lanzo nuevamente a sus brazos, por sus besos; le desabrocho el pantalón, él desabrocha mi sostén, se deshace de él, con una mano saca su cartera de el bolsillo trasero de su pantalón y de ahí saca un envoltorio de aluminio. Con mimo toco suave mente su miembro erecto dentro del pantalón, lo siento resoplar en mi cuello, siento como su mano sube cuando esta apunto de tomar mi brazo lo empujo y cae de espaldas en la cama.
Subiendo en el comienzo con un reguero de besos descendentes desde el cuello acial el pecho paso por sus pezones y continuo mi camino hacia su ombligo y con la lengua bajo en línea recta hasta la pelvis, beso de cadera a cadera, Rafael se deshace de sus zapatos y yo saco su pantalón y su bóxer con un poco de su ayuda Rafel desnudo era asombroso su cuerpo bien trabajado, su pene erecto, venoso, hinchado no puedo evitar morder mi labio inferior, con mis uñas recorro desde sus tobillos hacia arriba de forma suave muerdo ligeramente su muslo derecho y puedo ver como su miembro brinca, deseosa de querer tentarlo mas me subí a horcajadas sobre él inclinándome hasta que mis pechos desnudos rozan su abdomen y pechos, con ligeros movimientos de cadera rozo su pene con mi pubis aun envuelto en la bragas de encaje que ya están demasiado húmedas.
Rafael gime y poco a poco me rodea con sus brazos y una vez me rodea por completo en un movimiento rápido y fluido me puso debajo de él quien gozara de mi cuerpo. Entre besos descendió hasta mis pechos los saboreo con deleite arranándome gemidos de placer, su boca continua su viaje al sur, pero sus manos nunca desatendieron mis pechos, su boca recorrió mi abdomen, con sus dientes araño ligeramente mis costillas beso toda piel expuesta mi reparación se hacía pesada y quería que descendiera al centro mi deseo que rogaba por su atención, no sabia que hacer con mis manos solo podía estrujar las sabanas y revolver su cabello caoba. Cuando por fin llega al borde de mis bragas, las retira tan lentamente que la frustración me puede y gruño, él contesta a ese reclamo raspando con sus dientes la piel que queda descubierta, besa mi monte venus y finalmente estoy desnuda ante él (bueno sin contar los tacones) levanta mis rodillas y las separa lo cual me deja expuesta, con voz ronca habla por primera vez desde que entramos aquí.
──Ahora te haré gemir de placer, pero no creas que he olvidado la tortura de ase unos momentos.── cada palabra parecía un gruñido feroz que prometía una esencia salvaje en él.
──Perfecto──contesto con gemido y abriendo mas las piernas para darle más acceso a mí.
Sin esperar mas posa su boca en mi intimidad, son la lengua repaso los labios mayores haciendo círculos y elipses que, aunque eran placentero no toca las zonas que ansiaban por tacto; Rafael se estaba tomando su tiempo para hacerme sufrir. Cuando por fin abrió sus labios vaginales y empezó a pasar la lengua de abajo hacia arriba creí que el martirio había acabado, pero cuando su lengua se acercaba a mi clítoris se detenía y volvía a empezar sin rosarlo siquiera.
──Rafael── rogué con los dientes apretados y un ligero resoplido, mientras muevo las caderas por la desesperación.
Rafael introduce ligeramente su lengua y mi húmeda hendidura tan de repente que un pequeño grito de sorpresa se escapa de mis labios y finalmente coloca su lengua en mi clítoris lo succiona, lo muerde, tira ligeramente de él, cuando estoy apunto de alcanzar la liberación se detiene se pone de rodillas en la cama y puedo escuchar como desgarra el envoltorio de aluminio. Mis fuerzas son nulas y mi frustración enorme, después de unos segundos que para mi son eternos puedo sentir su mano en mi tobillo derecho, como levanta mi pierna para encimarla en su hombro y besa la cara interna de mi muslo, procede a hacer lo mismo con la pierna izquierda solo que esta la encima en la derecha de modo que se cruzan mis piernas una sobre otra.
Puedo sentir como el coloca su miembro en mi entrada y lo introduce poco a poco, la posición en la que me encuentro hace más estrecha mi entrada y puedo sentir como su pene roza cada pared en mi interior me recorre, entra y sale una y otra vez, diez, quince veces, no lo se ya perdí la cuenta de sus envestidas solo puedo arquear la espada de placer, es mi fin cuando con su pulgar me estimula de forma manual asiendo círculos y pasa me rompo en pedazos de placer una corriente eléctrica me recorre por completo la liberación es total, mi cuerpo e tensa y se afloja a la vez.
Estoy tan ensimismada en mi placer que apenas noto el cambio de poción y como Rafael me rodea con sus brazos y rompiendo la regla principal me adueño de sus labios dejo me abrace que me acaricie el sigue dentro de mi enredo mis penas en su cintura y coy vuelta quedando encima de él, muevo mi cadera como péndulo y en círculos subo y bajo ligeramente, sus manos sostienen mi cintura queriendo llevar el ritmo salgo casi por completo y vuelvo a sentarme de golpe ambos gemimos y eso me da poder.
Una batalla de gladiadores se lleva acabo y la arena de batalla es una cama, esta ves los dos alcanzamos la liberación juntos, después de eso me levanto y entro en el baño del cuarto de hotel donde estamos, me quito los tacones y entro en la ducha, al salir camino solo con los tacones puestos Rafael sigue desnudo en la cama, con los brazos detrás de la cabeza y me regala una sonrisa que se borra en el momento que tomo mi ropa del suelo donde se encuentra y comienzo a vestirme.
──¿Qué haces?── pregunta con semblante serio.
──Me visto──contesto como si fuera obvio, porque lo es.
──Pero ¿Por qué?── pregunta y un poco de indignación y dolor tiñe su voz.
──Porque deje a mis amigas en el bar y me van a estar esperando── digo en un tono conciliador, ya estoy completamente vestida me subo en la cama y gateo hasta llegar a él── Fue fantástico, me encanto, pero les dije a mis amigas que regresaría así que me tengo que ir.
Se acerca para besarme, antes de que nuestros labios se toquen yo atravieso unos billetes que saque segundos atrás.
──Te cobra 140 en recepción, aquí está mi mitad── explico con una sonrisa──fue un verdadero placer Rafael, adiós.
Beso muy ligeramente sus labios, salgo a toda prisa de ahí antes de romper más reglas.
<<Es una suerte que los del hotel ya tenían un taxi esperándome si no Rafael me hubiera dado alcance>>
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Después de veinte minutos estoy de vuelta en "El Mono Rojo" pero nuestra mesa esta vacía, miro hacia la barra y ahí están Melisa y Mónica platicando con Martin el bartender, me acerco con una sonrisa en la cara y busco con la mira a las demás chicas.
──¿Y las demás, chica?──pregunto sin saludar y guiñándole un ojo a Martin.
──Se fueron poco después de ti── me informa Mónica dando la vuelta en el banquito negro de un pie— Ya sabes que no aguanta nada.
──¿Porque qué? ¿paso?── pregunto conteniendo la risa porque tengo cierta idea de lo que pudo haber pasado
──Armo un escándalo porque te fuiste, pregunto qué ibas a hacer y pues Moni le dijo que lo mismo que hacia ella con su prometido solo que con un orgasmo al final── contesta Melisa.
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Las Mujeres Tambien
RomanceDicen qué los hombres son fríos, que solo buscan sexo, que no quieren compromiso pero aquí un secreto LAS MUJER TAMBIÉN. En el antro de siempre, la mesa de siempre, la pelea de siempre. Seis mujeres Seis pasados Seis puntos de vista Seis historias...