〔 O4. 〕

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T H A I L Y

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T H A I L Y.

―¡Regresé! ¡Estoy bien! ¡No pasó nada!―El grito de Lucy, nos hizo girar hacia ella, frunciendo el ceño. 

La reacción de Peter con su hermano y conmigo, me había dejado muy confundida, y Lucy aún más. Edmund y yo salimos de las cortinas, ambos con una expresión de extrañeza.

―Yo... Creo que no entendieron de qué se trata el juego, ¿verdad?―Nos preguntó, más que todo a mí y a Ed, en un tono de molestia total, yo rodé los ojos, suspirando. 

―No se preguntaron, ¿dónde estaba?―Cuestionó la pequeña, paseando su mirada entre nosotros.

―Ese es el punto, de eso se trata este juego―Le dijo obvio, su hermano y con un tono de molestia. 

―Edmund tiene razón, Lu, tú fuiste la que dijo para jugar, me supongo que sabes―Me crucé de brazos, haciendo una mueca. 

―Significa que gané―Aseguró Susan, llegando con nosotros.

―Lucy no quiere que juguemos más―Le dijo Peter a su hermana.

―Estuve lejos por horas... ―Nos dijo la pequeña. 

Ella nos contó que había estado en un mundo mágico, lleno de nieve, que tomó el té con un fauno, hasta aquí, parecía una de las historias de fantasía que me contaba mi tío Digory, al igual que mis padres. Y peor, pero menos creíble, era que lo había descubierto en un ropero de una habitación. 

Susan se dedicó a apartar los abrigos horribles que habían dentro, dando un par de toquecitos al final, mientras Edmund estaba atrás, tocando también, Lucy nos miraba con una sonrisa, a mí y a Peter, quien miraba a su hermana tratando de creerle. Susan de volvió a nosotros, para mirar a su hermana. 

―Lucy, aquí no hay nada más que el fondo del ropero―Le informó su hermana, un poco molesta de que fuera tan infantil, tal vez porque estaban con una persona ajena a su círculo de hermandad, o porque siempre pasaba lo mismo y ya estaban cansados. 

―Un juego a la vez, Lu, no tenemos tu imaginación―Le reprochó su hermano y todos comenzamos a retirarnos. 

―No le hagas caso―Me susurró Peter, yo hice una mueca, pues no era justo con la niña lo que estaban haciendo. 

―¡Pero no lo imaginé!―El grito de Lucy nos hizo voltear a todos. 

―Lucy, ya basta―La calló Susan, enojada. 

―Pero no estoy diciendo mentiras―Aseguró ella, tratando de convencernos y a punto de llorar, me partió el corazón su expresión, pero no debía meterme porque era algo entre ellos. 

―Yo te apoyo―Dijo Edmund, casi riéndose. 

―¿En serio?―Le pregunté yo, frunciendo el ceño. 

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2018 ⏰

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Las Crónicas de Narnia: La maravillosa flautista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora