Wherever you go

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Nose quien besó a quien primero, sólo sé los labios de Daryl y los míos se estaban devorando mutuamente de una manera casi frenética, lo suficiente para percibir el sabor a alcohol en su boca.

No podía negarlo, Daryl me gustaba, me atrapaba aun con esas cosas que siempre fueron en contra de mi ética.

Enredé mis dedos en su cabello lacio y lo jale hacía mí con intenciones de quererlo más cerca, él hundió su lengua en mi boca y de un impulso me subió al mueble más cercano.

Una de sus manos descendió por la silueta de mi, ya no tan notable, cintura y bajó hasta hallar el dobladillo de mi vestido.

-Me gusta que sea corto...-murmuró con voz ronca sobre mis labios-...es más fácil tocar lo que antes no podía.

Dicho esto bajó un tirante de mi vestido y comenzó a dejar besos húmedos por toda la piel que fuese posible.

Suspiré, estaba en el puto cielo, era increíble lo hábil que era Daryl aún cuando estaba algo borracho. Cerré mis ojos y lo primero que pensé fue; mierda, Daryl estaba borracho y eso significaba que era el alcohol hablando en su boca.

-D-Daryl...-murmuré aún con los ojos cerrados-...no podemos.

Una ola de calor me invadió al sentir cómo la yema de sus dedos tocaba mi muslo en movimientos ascendentes, subiendo y bajando hasta casi llegar a mi centro.

Y sabía que debía detenerlo, que una mujer embarazada no debería querer hacer las cosas que yo quería hacer con él justo ahora. Pero joder, no podía razonar bien teniendo a Daryl tocándome cómo lo estaba haciendo.

Mordí su labio en respuesta haciéndole soltar un gruñido, me preguntaba por qué el alcohol era el único capaz de derribar la fría armadura que Daryl solía llevar.

Puse mis manos sobre su pecho y con todas las fuerzas que me quedaban lo aparté un poco, él no opuso resistencia pero lo vi tambalearse un poco en su lugar.

-N-no podemos...-jadee saboreando un gusto de alcohol en mi boca-...no podemos.

Él apoyó su frente en la mía y cerró los ojos con fuerza, parecía mareado y su respiración era tan irregular cómo la mía.

-Quisiera follarte...-susurró ronco, haciendo que mi piel se erizara-...en verdad quisiera hacerlo, pero estás jodidamente embarazada.

Hubo un silencio en la habitación, sentía que el corazón se me saldría del pecho y temía que Daryl notara lo nerviosa que esas palabras me pusieron.

Él dio un paso atrás y se llevó una mano a la cabeza.

-Creo...creo que me iré a acostar-dice haciendo una mueca, lo veo darse media vuelta y desaparecer de mi vista.

Me muerdo el labio y me limito a recobrar la compostura, jodido Daryl Dixon.







Duermo y despierto gracias a que alguien me ha comenzado a zarandear, asustada creyendo que es un caminante abro los ojos de golpe y gracias a la luz de la vela que dejo en la mesita de noche logro distinguir a Daryl.

-¡¿Qué haces aquí?!-murmuro al verlo haciéndome un ademán de callarme.

-Shh.

Frunzo el ceño.

-¿Qué horas son?-pregunto mirando hacia la ventana que sigue oscurecida-¿las 4 de la mañana quizás? Mierda, Dixon, la gente normal duerme a estas horas.

Él no responde pero lo veo caminar hasta mi armario y abrirlo sin permiso, quiero protestar pero no me da tiempo. Comienza a lanzarme un montón de ropa sobre la cara y un bolso para echarla.

The Shadow (Daryl Dixon) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora