Capítulo 20

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Trataba de procesar todo. Pero simplemente no lo entendía ¿Por qué lo oculto? No tenía confianza alguna en los humanos. Son tan predecibles y pierden el control por lo que sea. No tenía opción. Era él o yo.

-Sal de mi casa, en este instante-Dije.

-¿Te molesta?-Gritó.

-Me molesta que me mientas. Sal de mi casa. No quiero verte más-.

-Laila, porfavor-Dijo asercandose para besarme. Ya no podía verlo a los ojos. Me mintió. El era mi todo. Ahora ya no es nada.

-¿No te quedo claro? Ya no te quiero-Dije empujandolo- ¡Me utilizaste!-.

En un movimiento rápido me arrebató la piedra de las manos y la presiono contra mi abdomen. Me sentía cada vez más débil. Caí y lo útimo que recuerdo antes de desmayarme fué a Jason huyendo por la puerta y a mi misma gritando "Poder, Fuerza, Poder, Fuerza".

Al despertar me encontraba en el hospital. Todo lo anterior me revolvía el estómago. Solo quería salir de ahí y que todo se arregle por arte de magia. Pero desgraciadamente así es la vida. Nunca te da nada a no ser de que le des algo a cambio. El cuerpo me dolía de arriba a abajo. Todo me daba vueltas. Solo podía tomar agua por doce horas y eso me estaba matando más que todo. Lamentablemente dediqué poco tiempo en pensar sobre mi estado, en su lugar estaba pensando en Jason. No podía creer que èl solo estaba conmigo para sentirse más fuerte.

El doctor entró a la habitación.

-Soy el doctor Jackson ¿Esta es la segunda vez que te desmayas?-.

-Si- Pero no era por problemas de salud sino que eran problemas con mi ex novio.

-Te voy a recetar unas pastillas, pero si vomitas o te desmayas otra vez, tendremos que internarte-Dijo garabateando la receta con su bolígrafo. Después me la paso.

La mierda no entiendo nada.

Después de ir a recoger los medicamentos me percaté de que era muy temprano. Entonces las ideas aparecieron en mi cabeza. Podía salir, podía divertirme. Tengo dos pies y dos manos, voy a hacer lo que quiera. No me voy a amargar por un ex desgraciado. Así que mensajeé a mi BFF.

Yo: Hola.

Paylor: Hola?

Yo: ¿Qué te parece si salimos? Necesito distraerme y joder un buen rato. Podemor ir a Dylan's.

Paylor: He esperado este momento desde TANTO tiempo ¿Qué es eso que oigo? ¿Cantos de aleluya? Hay la emoción. Me prometí no llorar.

Yo: Okay? ¿Vas o no? Realmente necesito ropa linda.

Paylor: Claro yo llevo los vestidos :3 ¿Aceptas mi eleción sin drama?

Yo: Y... depende de que clase de ropa. Nada tan... ya sabes

Paylor: ¿Atrevido? Has matado todo ¿Aceptas o te quedas sin vestido?

Yo: Vale.

Paylor: :-P

Al abrir mi auto me percaté de que tenía tatuada la palabra Poder en mi otro brazo. Me moría por saber que clase de talento se escondía en esa palabra. El anterior había sido genial. Podía poseer objetos y estos se prendian en llamas sin consumirse. La falla es que solo podía hacerlo con mi mano derecha. La izquierda era algo nuevo. Corría a un callejón oscuro y cerré los ojos. Me quedé inmóvil sosteniendo mi brazo izquierdo. Al abrir mis ojos descubrí que las llamas verdes había vuelto envolviendo mi cuerpo como un escudo. 

Un pájaro se acercó pero las llamos lo tostaron.

Hay Dios. He tostado un animal ¿Qué mierda?

Por lo visto el escudo no me dañaba, a lo que estubiera a mi arrededor sí. Ahora ya sé que voy a hacer cuando Reachel se me acerque.

Ensendí el motor y me dirijí a la discoteca maravillada porque no soy raro. Soy poderosa.

Reconocí el auto de Paylor enseguida, era un Kia rosa con Stickers en ventana de atras. Un monumento a su personalidad que siempre me recordaba al helado de frutilla y no sé porque.

Por tu culpa tengo hambre, Paylor. Me debes un helado.

Mi auto era un Jeep de color gris, asientos forrados con negro, un enorme estéreo y restos de paquetes de comida. El orden y yo nunca fuimos amigos.  Este auto me recordaba a ... ¿alas? Siempre he soñado con tener alas. Y volar, volar por la Tierra como si fuera un pájaro sin nada más que pensar. Alas de color blanco igual que la nubes. Siempre le pregunto a mi padre cómo es tener alas. Él dice que es una gran responsabilidad y que debes merecerlas. Te dan independencia y lo mejor era la bella sensación de sentir que el viento te acariciaba la cara.

Salí de mis pensamientos al encontrar a Paylor. Que sostenía un bolso rosa de Nike. Nos saludamos y

despues entramos  al lugar donde miles de cuerpos se movian energéticamente al son de la música, la cual retumbaba por las paredes del local. Pasamos empujando personas. Y nos dirigimos a los baños. Ella sacó un vestido corto de color rojo.

-Este es para mi, y este es tuyo-Dijo sacando un vestido negro con encajes. Era muy, pero muy corto y justo al cuerpo.

-Me estas jodiendo-Grité.

-Te dije que yo elegiría o te quedarías sin vestido-Dijo poniendose las manos en las caderas- ¿Lo usas o  no?-.

La idea de quedarme en ropa deportiva era tentadora. Mucho. Pero no quiero pasar por una situación incómoda... asique agarre el maldito vestido y me lo puse. Paylor me maquillo y luego asI misma. Escondio su bolso en el armario de limpieza del baño. Al salir miles de miradas se dispararon hacia nosotras. Las chicas con evidia y los chicos con gusto. Paylor coqueteó con ellos mientras que yo solo miraba el piso, el techo y así una y otra vez. Hasta que ví a una chica de cabello negro, ojos verdes y un vestido blanco que era muchísimo más corto que el mio. Rodeada de chicos ¿Cómo no reconocer a la puta de Reachel? Ella al verme caminó hacia mi moviendo sus caderas y giñandole el ojo a uno de ellos. Intenté darme la vuelta pero me detubo.

Mierda.

-Hey no te vayas que no muerdo- Dijo.

-¿Y si no quiero?-.

-Mira bobita. Te estoy tratando de decir algo importante asique cállate de un maldita vez y escúchame- Dijo agarrandome el brazo. Me solté y le doble la muñeca.

-Déjame en paz-Le dije alejandome.

Ella le hizo una señal a los chicos que estaban con ella y estos corrieron hacia mí.

Patitas para que las quiero.

Me heché a correr tambien y salí por la parte trasera del local. Era un callejón sin salida y para mi suerte los muchachos llegaron y me sujetaron. Cerré los ojos y levanté mi mano izquierda creando un escudo que quemó las manos de los chicos. Eran cinco. Acabé con dos. Veamos que más puedo hacer.

Dos más se acercaron queriendo golpearme pero esquibé su puño y le pateé la rodilla y luego le dí un puñetazo, lo que causo que se desplomara. El otro corrío la misma suerte. Mientras el último se acercaba a mí yo levanté mi mano derecha asiendo que este levitara en llamas sin consumirse. Lo acerqué a mí y grité:

-¡Nunca más!-.

Él se desmayó y lo dejé en el suelo. Me estaba por alejar cuando oí que un móvil sonaba era el suyo. Lo tomé y atendí la llamada.

-Troy, habla Reachel ¿Ya has acabado con la estúpida de Laila? Recuerda que si no lo haces no te voy a pagar  Ya tengo. Ryan y su amiga esta atada y enserrada. No sabes lo mucho que deseo destruirlos-.

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Invencible (Hush Hush fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora