Se dice que por más leña que se le eche al fuego, este tiene un límite, en química se enseña que para que algo arda tiene que tener ciertos componentes, entre ellos una fuente que la inicie, un medio apropiado y algo que consumir. Mediante esta fórmula se puede determinar que el fuego tiene límites, en la medida que le falte cualquiera de estos componentes, o dicho componente mengue. Por mas que le otorgemos leña, de nada nos serviría, si el fuego no tiene el medio apropiado.
Esto si bien es simple lógica, cuando uno lo vive en la vida real, es algo sorprendente. Todos tenemos esa chispa que nos impulsa a crecer, es parte de la vida, en todo ámbito.
Mis anhelos eran básicos, terminar los estudios, trabajar, casarme, tener hijos y morir feliz de viejo.
Pero el héroe tenía que pasar por la odisea, por la fortaleza de la soledad, y mi odisea estaba a punto de comenzar. Llegados a Río Grande, me recibió un clima frío y gris. Quizás porque la ciudad no tenía mucho color para aquel entonces, o porque yo no estaba dispuesto a recibir este nuevo hogar.
Comencé la escuela, con el siguiente panorama, mi acento era distinto, mi color de piel era mas tostado que el resto, mi mente volaba en fórmulas y ganas de aprender; y mi odio por sacarme de mi hogar estaba cambiando mis actitudes frente a determinadas acciones.
Me ví envuelto en una realidad, en la cual el problema de mi vida, era el resto de personas y no yo mismo, era mi fortaleza de la soledad, que comenzaba a construirse. Cada mes que pasaba me daba cuenta que el resto de personas era inútiles para lo que yo quería lograr. Eran de estorbo para mi objetivo.
Y eso era motivo para estar solo mas tiempo aun, evadir trabajos prácticos grupales, tener mis auriculares como mis mejores amigos, mis trabajos impecables, y no molestarme si dejaba en ridículo a mis compañeros cuando exponía una evaluación oral o presentaba trabajos que nadie había terminado.
Me centré en agradar a mis profesores todo lo que pudiera, en leer todo de la biblioteca de la escuela, incluso me hice amigo del bibliotecario, Sergio un hombre extraordinario, amigo y consejero, en todo el tiempo que pude compartir con él.
Mis compañeros me odiaban y hasta cierto punto, encontraba satisfacción en esto. Mientras mas me odiaban mas se alejaban de mi, y pensé que estaba consiguiendo lo que quería.
Mi fortaleza, ya tenía una base sólida, el rechazo; Una puerta de escape, la biblioteca; y una buena y cómoda silla, donde podía sentarme conmigo mismo a no hacer nada.
Pasó el primer año y el grupo se dividió, pero algunos quedaron, para mi desgracia.
Al segundo había gente nueva, entre ellas vinieron 3 personas que cambiaron mi forma de ver las cosas. Josué, Victoria y Sebastián.
Victoria, nacida en Buenos Aires y criada en la isla. Flaca, enana, con voz de ardilla y una inteligencia que era digna de admirar. Excelente para conversar de todo lo que pasaba en el mundo. Amiga y compañera, siempre tenía un tiempo para charlar. Muy buena en las materias, pero muy mala en sus sentimientos. Vicky se enamoró perdidamente de un chico en 3er año, y nubló su vista en gran manera, sus estudios y su familia.
Josué, nacido en Buenos Aires y criado en la isla. Flaco, alto, con voz de locutor y una locura mas digna de admirar aun. Excelente en todos los deportes, lento para cualquier calculo matemático, a pesar de que su mamá trabajaba en el colegio y era profesora de dicha materia.
Sebastián, Nacido en Chiloe, Chile, vino a la isla un par de años antes que yo. Enano, de espalda ancha, ojos de color, acento chileno, una persona que no tenía miedo de ser distinto, incluso esa era su fortaleza, al menos los primeros años. Amigo y compañero de banco. Con el que inventábamos universos alternos y chistes de todo lo que los profesores decían o hacían. Lamentablemente un malentendido años mas tarde nos llevó a distanciarnos.
Ellos tres fueron mis compañeros, mis aliados en mi aventura. Cada uno supo poner un poco de su carácter en mi, y sobretodo de enseñarme cosas desde otro punto de vista.
Ese año entró al curso un chico llamado Matías, Mati era un muchacho que no la pasaba bien en ningún lado salvo en la escuela y como su intención era divertirse en el único lugar que se sentía seguro, no era muy buen estudiante. Y el contraste que tenía conmigo, era tan grande que llegó a odiarme mas de la cuenta. Con Matías tuvimos discusiones, peleas e incluso tiempo en la dirección juntos.
Él fue mi antagonista durante 2 largos años, pero era un horno por el cual tenía que pasar, hay una frase que dice un gran amigo mio < En el horno se sabe si uno es Madera o Metal>, y Matías fue mi horno, su constante perseguimiento y sus burlas, hicieron que dentro de mi se gestara algo que no había conocido aún... la ira.
Lo cual desencadenó en una etapa de rebeldía extrema donde mi filosofia era oponerme a todo, incluso a mi propia existencia. Replanteé mi manera de actuar y de pensar. Rompí todo lo que tenía construido y me dedique a buscar otros caminos.
Entre ellos encontré el deporte, la música y la informática. Cosas que hoy me sirven para todo lo que hago.
Matias pasó de mi vida, pero yo ya había cambiado, mi templanza era otra, ya enfrentaba aquello que me molestaba, y tenia aun mas en claro lo que quería, como lo quería y sobre quien tenía que pasar para lograrlo .
Mi meta era segura, pero el dicho dice "A Seguro lo llevaron preso", y ese mismo año tomé la decisión de volver a San Juan a estudiar algo que amaba... Química y Biología.
El viaje del Héroe volvía a comenzar, pero esta vez con otra mentalidad.
Y aunque le di leña a lo que yo consideraba como bueno, todo tiene su limite, limite de no hacer nada de lo que después pudiera arrepentirme, hasta ahora mis decisiones tenían algo de cordura, algo que me duró 17 años. Pero que rompes una vez, y ya no hay vuelta atrás, el tiempo no vuelve; lo único que queda por hacer es aceptar que tuviste un error, aprender para no volver a cometerlo y seguir para adelante.
Mi adelante era incierto, mis objetivos eran claros, pero tenía la posibilidad de hacer lo que quisiera, cuando quisiera y como quisiera. Y ahora entiendo lo que decía el abuelo Ben "Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad".
Responsabilidad que no había aprendido aun...
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Quien quiera Leer, Que Lea
Short StoryPequeñas Historias de vida que van ocurriendo día a día Relatos de historias vividas o escuchadas de personas normales como cada uno de nosotros Y una interpretación de cómo podrían ser las cosas más allá del mundo en que conocemos