❝La Ducha❞【studoc】

9. Mente

Stu.

Mantenía mi memoria reciente a esa noche, sus ojos y los míos se miraban sin parar, por poco sentí aquél escalofrio que te da al besar a la a persona que amas, y wow.
Aquél tacto no era brusco, era delicado, vi como su quijada se movía, vi todo de él. Fue asombroso, hasta que paró.
Mi corazón latía, justo como la primera vez que me trató gentilmente.

"No entiendo que piensas."
Habló Murdoc limpiando los trastes, era su turno y no estaba tan divertido como lo hacía lucir. "Me gustaría saber un poco sobre lo que hay en esa gran mente. Entenderla."
Me dijo aún tallando, yo estaba en una mesilla escribiendo algunas cancioncillas, vaya, si que estaba apenado, no había escuchado muy bien sobre lo que me había hablado.

"¿Qué?"
Pregunté mordiendo la punta de mi lápiz mientras veía su espalda y parte de sus brazos moverse, parecía extraño verlo hacer cosas "normales en casa" ya que era un personaje en la gran multitud del espectáculo, mientras aquí solo era un hombre normal con problemas de ira. Nada fuera de lo básico, los estándares.

"Qué me gustaría saber sobre lo que piensas, lo que hay en tu mente. ¿De dónde sacas las letras?."Preguntó con desespero.
"La respuesta a veces es obvia, las canciones las sacó de mi corazón, la mayoria de veces es sobre lo que siento, a veces escribo cosas incoherentes al estar drogado, a veces me imagino lo que podría pasar, o simplemente lo que pienso."
"¿Y qué sientes?, ¿qué es por lo cuál piensas tanto?" Soltó la esponja y el plato dirigiendo su mirada hacia mí, yo tragué saliva y miré el suelo.
"En alguien."
"¿Quién es ese alguien?..."
"Rachel."
"¿Qué?"

Preguntó, frunció su ceño y continuó con lo suyo, hasta que volvió a mirarme y pregunto en casi un murmullo.
"¿Lo de la otra noche qué fue?."
"No lo sé, extrañamente me sentí bien, como para bailar."
Dije mientras él se iba acercando hacia hasta que tomó el lápiz y continuar escribiendo.

"Estoy enamorado, me siento feliz.
Él, solo ella me hace feliz y sonreír. Me encanta verla en las mañanas levantarse, sus gritos, sus sollozos, sus ojos, su cabello, su piel, su boca, su nariz, sus cachetes, sus orejas, su inocencia, su talento, su pasión, su incredulidad, su solidaridad, su apoyo y como más importante su voz.
La cual me hace viajar y sentirme mucho mejor, mi otra columna para mantenerme en pie. Mi chico"

Evite ponerme triste a tanta bella declaración hasta que vi unos pequeños errores en aquél pedazo de papel. "¿Chico?, te faltó un palito en la última o"
"¿Seguro?"
"Segurisimo"
"Stu-pido..."
"Además colocaste mas arriba po error, él en vez de ella"
"¿Seguro?"

N.

Murdoc sin hallarle caso, dejó el papelito ahí y se largó, mientras que Stuart trataba de analizar bien el mismo, hasta que descubrió el porque...

"Murdoc idiota, no sabe escribir, hasta para eso es un gran imbécil. Su maldito orgullo es lo peor del mundo, ni admitir un error sabe al parecer"

Se levantó enfadado del asiento con sus cachetes inflados y rojos de tanta molestia, mientras Murdoc acostado en la cama seguía preguntandose sobre lo que tanto estaría pensando Stuart, sus deseos, lo que más le encanta en el mundo, y por mas de todo, sobre él.