❝La Ducha❞【studoc】

8. ¿cita?

2 días después

Narrador

Murdoc y Stuart, jugaban con sus manos totalmente nerviosos dentro del auto al frente de una resplandeciente luz amarilla que de un momento a otro se volvió roja,  no lo podían creer estaban a punto de tener una cita. Stuart "se llevó bien" con la hermana de Marie, y Dios. Rachel, era un ángel que estaba siendo utilizado para mal.
Aun no podía evitar sentir mariposas al ver lo tan bien arreglado que estaba Murdoc a un lado suyo, vaya, envidiaba a Marie, envidiaba ser una chica.

   (...)      

Ambos en el carro, escuchando canciones en camino de sus chicas, uno conduciendo y el otro de copiloto, y aún ninguna palabra.

Todo pasaba tan rápido.
Y  sonó aquella canción que gozaban ambos con entusiasmo. Miss you de los rolling stones, ambos se movían al ritmo de la musica y se iban dejando llevar con la tonada, hasta que ambos con sus manos, trataron de subir el volumen de la música, provocando un roce entre ambos, la vida si que era triste.
Tanto contacto que querían tener entre sí y eso es lo mas que ellos pueden tener, Murdoc subió el volumen y con una actitud pacífica le dió una sonrisa, la cual hizo enloquecer al corazón de Stuart.

Stuart.

Sostuve mi pecho, no me podía creer lo que estaba haciendo, sin quererlo mis labios se comenzaron a curvar provocando una sonrisa. Las ganas de llorar querían ganar, son pocos los momentos que tengo parecidos con él. Era algo hermoso verlo sonreir o escucharlo reír con alguna estupidez que sale de mis labios como algo monótono, como decir te amo al oscurecer entre las sabanas, eso le daría mucha gracia.

Luego, al verlo mirar a la carretera, tomé mi mano con la otra, para tratar de sentir el calor como si la suya estuviese en su lugar, tengo una gran imaginación y trato de destruirla, por que ella es todo el universo para él, no le importa nada mas que ella pero quiere alejarla para no hacerle daño, aún así quiere que esté ahí con él. Te oí cantarlo la otra noche, esa vez que te soltaste llorando, esa vez que escuche como sollozabas en la ducha, esa amarga melodía que tanto había esperado, ahora no puedo ni recordarla. Ya que me lástima mucho más que tú.

(...)

Narrador.
Las parejas llegaron al club, Stuart y Murdoc no podían dejar de mirarse. Claro no se daban cuenta entre ellos, marie y Rachel, se sentían incómodas a tanta tensión asi que cada una sacó a su pareja a hacer distintas cosas, Murdoc y Marie fueron a la barra, el de piel oliva no podía dejar de ver como Rachel acercaba su cuerpo al de Stuart, y él, encantado.

"Ya se por que tuviste tantas criaturas."
Habló entre dientes bebiendo el ron que tenía en el vasito que estaba entre sus dedos, le dolía cada que sus respiraciones se cruzaban. Su corazón comenzo a latir y su cara de a poco se volvía de un color rojizo, no precisamente por amor.

"Vamos bebé, a bailar, tu sabes moverte, grr."dijo Marie, hasta que Murdoc rió y la jaló de la muñeca hasta la pista de baile, cielos, aún dolía verlo con Rachel. Sin más la tomó de los hombros y a plena vista de Stuart, plantó un enorme beso en los labios carnosos de Marie. Stu sentía morir otra vez. Casi sus lágrimas caen en la pista de baile, corrió sin pensar en lo demás pero antes le dijo a Rachel que iría a vomitar.

Murdoc lo miró, Marie trataba de conseguir su atención pero no lo lograba. Murdoc se preocupó y fue hacía el baño, Stu estaba tirado en el suelo, se escuchaba como sorbia la nariz.

"¿Qué te pasó?"
Stuart lo tomó y le dió un abrazo, Murdoc se sintió demasiado bien. Sentía cosquilleos en sus costillas, y sin pensarlo o quererlo puso sus manos en su cintura.

"¿Estás bien Stu?"
"Muy bien, Murdoc. Contigo muy bien."
Se quedaron mirando por un largo tiempo, stuart notaba algunas marcas de cicatrices, veía las venas rojas de sus ojos, veía el vello que aparecía encima de sus labios, notaba pequeños defectos que lo hacían lucir como el tanto amaba. Murdoc, solo veía un rostro pálido pero demasiado hermoso, las risas aparecieron y...

sus labios nunca fueron unidos, ya que la puerta fue abierta por Marie.

"¿Murdoc?"