Cielo, esta ciudad cada día se siente más como Nueva York en ruinas.
Te imagino en un teatro, llevando el calor y la soledad de un sábado colgando de tus párpados cuando toda la bruma te ha abandonado ya.
Encuentras al público y son ojos vacíos que te miran sin ver
todos varados en tus palabras que acaricias como el vapor que sale de un tren y creen por un momento haber escapado del silencio
—de una ciudad de papel tan métrica
con el tiempo
los pasos
las palabras
la lluvia
y sus paraguas—
que te crees eterno.Y por un momento años después
alguien descubre en un vagón
que su calvario es la invasión de una piel a la deriva.
Baja como quien ha perdido los instantes de una vida,
encuentra esas sombras que vagan hacia muros de cartón
y la existencia es ese silencio a herida abierta
donde buscarse un destino es mirar a los ojos al peligro
—como vivir en Nueva York en ruinas y sin ningún teatro que te contenga a ti con todas las risas perdidas—.
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Tom Hiddleston y la tristeza
PoetryEl mundo no es más que un coleccionista de nostalgias a futuro.