YoonGi caminó junto a Jimin nuevamente por aquel edificio donde estuvieron el día anterior con el oficial de migración, siendo nuevamente su oficina el lugar de destino.
Tras unos pequeños golpes en la puerta y un "pase", ambos muchachos entraron en el cuarto donde les esperaba el castaño con aquella misma carpeta azul en mano de ayer y un grabador de voz, de aquellos medio antigüillos, en su otra mano, sonriéndole a ambos de aquella manera que hacía que ambos se sintiesen unos grandes criminales.
En parte lo eran.
— Buenos días, señor Min y futuro señor Min —El castaño de la verruga les hizo una venia y ambos correspondieron imitando su acción. — Como sé que ambos son personas trabajadoras y muy atareadas con sus tiempos, pasaremos de inmediato a las entrevistas, para ello ayudará un compañero y viejo amigo mío; Kai, amigo, pasa a saludar —Un moreno pelinegro fornido y alto se hizo paso saliendo de una habitación que ni Jimin ni YoonGi habían visto ayer ¿Y es qué de adónde había salido esa puerta? — Jimin, YoonGi, él es Kim JongIn, mejor conocido como Kai. Kai, ellos son Park Jimin y Min YoonGi, nuestro nuevo caso
El moreno se acercó a ellos y Jimin se hizo un paso hacia detrás de YoonGi por puro instinto de miedoso, y este último sólo analizó cuantas pesas levantaba aquel gorila ¡Es decir! Muchacho, sí.
— U-Un gusto, K-Kai —Jimin extendió su mano suspicaz hacia el moreno con una sonrisilla nerviosa.
El moreno simplemente observó la mano del peliplateado para luego mirarle de pies a cabeza al igual que con el rubio que le acompañaba, guardando silencio y haciendo un gesto con su mentón hacia arriba en ¿Saludo? Algo así pensó Jimin mientras volvía su mano sin corresponder a su bolsillo.
— YoonGi irá a la habitación de en junto con Kai para que le haga la entrevista y yo me quedaré con usted, señor Park —Explicó el oficial a su vez que se sentaba en la silla giratoria de detrás de su escritorio.
— ¿Yo? ¿Con él? —YoonGi seguía observando al moreno con ligero terror, pero haciendo el intento de verse intimidante si le sostenía la mirada, incluso si tenía que levantar un poco la cabeza.
<< ¿Mide dos metros acaso el cabezón? >> YoonGi lo estaba pensando demasiado y Jimin en cualquier momento le partiría el florero que había en la oficina en la cabeza.
— Por favor, prosigamos de inmediato, no quiero quitarles tiempo valioso —A esas alturas Jimin ya no distinguía el sarcasmo o la buena fe que el oficial tenía.
YoonGi fue tomado del brazo y prácticamente arrastrado a aquel cuarto por el moreno que llevaba una carpeta azul también en su otra mano junto a un grabador, pidiendo ayuda con la mirada al peliplateado que le miraba irse.
Jimin sólo quería que todo ese ajetreo terminase de una vez o le saldrían verdaderos cabellos grises ante tanto estrés.
— Bien, Jimin —Carraspeó, abriendo la carpeta azul y encendiendo aquel pequeño grabador, y Jimin repasó por quién sabe qué vez el listado de las cosas sobre YoonGi. — ¿Podrías relatarme cómo se conocieron tú y YoonGi?
Y aquel listado se fue a la mierda de viaje con aquella pregunta.
— ¿C-Cómo nos conocimos YoonGi y yo? —El castaño asintió, prestando toda su atención en el peligris frente a él. Jimin tragó duro y rió algo nervioso, jugueteando con el borde de su suéter amarillo pastel. — Bueno... YoonGi y yo nos conocimos en la empresa, obviamente —Rió ligero, intentando calmarse a sí mismo. — Recuerdo que el tenía el cabello verde menta en aquel entonces, bastante escandaloso debería decir, le quedaba horrible —Entornó sus ojos al recordarle.
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LA PROPUESTA © yoonmin.
FanficPark Jimin está en la cuerda floja por su Visa, y su imperio y estadía en Corea están en juego. Min YoonGi, su asistente, entra al salón en el momento indicado y es el oportuno bote salvavidas para Jimin. Un matrimonio falso con tal de que Jimin se...