Un trato de amigos

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–¿Y de que hablaron?

–De cosas.

–¿Que cosas? 

–Cosas simples, escuela, amigos, y creo que un poco de café.

–¿Café? Súper aburrido.

–Sinceramente me pareció un poco interesante, conoce mucho sobre eso.

–Recuerdo bien eso, pero viejo, siempre que comenzaba a hablar de café lo detenía.

–Hey, ¿nunca lo escuchaste?–preguntó confuso.

–Nop, no me interesaba el café, así que ¿para que oírlo? Pero ese no es el punto–Resto importancia–El punto es ¿cuál es el siguiente paso? ¿Ya comenzaras a coquetear con el?

–Eh, si, sobre eso, ya no podremos frecuentarnos mucho.

–¿Por que?

–A Tweek le dará desconfianza si empiezo a coquetear con el y sigo estando mucho contigo como si nada pasara.

–Si tienes razón, no había pensado en eso.

–Tu no habías pensado en nada.

–Calla, idiota–Craig solo se limitó a alzar su dedo favorito.

–¿Y Kyle ya está menos molesto?

–Uff, dude, estos dos meses fueron tan cansados. Siempre que nos veíamos no me dejaba de repetir que no podía creer el que no luchara por Tweek, que tenía que recuperarlo, que si hubiera sido menos celoso no habríamos terminado.

–Te advertí que tú quedarías como un mierda.

–Si, pero por los menos Kyle ya no esta sobre mi todo el tiempo. Creo que ya se resignó y aceptó que nunca vamos a volver.

–Si... bueno–dijo restando importancia a lo antes dicho por el otro–entonces ya quedamos que tú y yo...–Hizo esa pausa para indicarle a stan que completará la frase. Así podía asegurarse que el estupido de su amigo entendió todo. Stan refunfuñó.

–Que ya no saldremos juntos por qué Tweek sospecharía de esto.

–¿Quien sospecharía de que?–Los dos dieron un brinco sorprendidos, ahí estaba token, parado en frente de los dos pelinegros con el ceño fruncido–¿Y bien?

Stan comenzó a balbucear sílabas que no formaban ninguna palabra, haciendo que Token se extrañara cada vez más. Mierda, ese pendejo no podía hacer nada.

–Clyde–respondió Craig indiferente–Clyde sospecharía. Stan quería preguntarle cuál era su superhéroe favorito para regalarle una figura de acción en su cumpleaños, pero le digo que el sospecharía de la pregunta y la sorpresa se arruinaría.

Token reflexionó un poco esas palabras y su ceño iba desapareciendo. El cumpleaños de Clyde sería pronto.

–Oh claro que sospechara si le preguntas, no seas idiota. Su superhéroe favorito es Spiderman. De nada.

–¡Ah! Si, gracias amigo, te debo una–Bien, ahora Stan tendría que comprarle una figura de acción obligatoriamente.