02

190 22 1
                                    

Observar te era lo único que podía hacer, me sentía feliz con hacerlo. Pero luego me llegaba la desesperación de no poder tocarte, de no poder expresarte lo mucho que te quería.

Sólo deseaba algún día poder estar junto a ti y amarte, pero aquello yo lo creía imposible.

Ya que tú eras el fruto prohibido, pero aquel fruto prohibido que yo siempre quise degustar.

Pero, no... No podía hacer eso.

Porque sabía que luego tendría problemas.

Aquel 22 de Marzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora