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La noche era nuestra confidente.
Siempre solíamos enviarnos aquellos mensajes cursis.

Jamás me gustaron esas palabras empalagosas. Pero el amor podía conmigo en esos momentos, ya que nunca faltaban las frases y versos poéticos que yo te dedicaba. Al final aquellos actos me convertían en la más empalagosa de nuestra relación supuesta mente amorosa.

De hecho jamás pensé que me llegaría a enamorar. Que llegaría a enamorarme de una persona como tú.

Aquel 22 de Marzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora