ᴼᶰᵉ ˢʰᵒᵗˢ || 𝔐𝔲𝔩𝔱𝔦𝔣𝔞𝔫𝔡𝔬𝔪

En hermosos sueños- Dean Winchester

  Estamos juntos en sueños, en sueños

El Impala negro se detuvo en el estacionamiento de un hospital, los ojos de Dean estaban cerrados hacia adelante sin darse cuenta de la mirada que su hermano le enviaba.

"S t. Teresa Hospital? ¿Por qué estamos aquí, Dean?"

Dean estacionó el auto, apagó el motor y se giró hacia Sam.

"Necesito ver a alguien. Puedes venir o quedarte ", Dean le ofreció entregándole las llaves y saliendo del auto sin esperar una respuesta.

Sam observó a su hermano mayor alejarse del automóvil clásico y dirigirse directamente al hospital. Se sentó en el Impala por un minuto, recorriendo todos los lugares interminables en los que habían estado en los últimos años. Sin poder ubicar esta ciudad u hospital, Sam suspiró y salió del auto.

El sol inundó la ventana, la luz brilló sobre las flores que sus compañeros de trabajo habían enviado. Tulipanes morados, justo al final de la cama en la mesa móvil que tenía cada habitación del hospital. Tu cuerpo se sintió cansado y agotado, pero sin dolor. La medicación estaba haciendo su trabajo.

"¿Estás cómoda?" Preguntó Mei.

Mirando a tu mejor amiga, ella puso el libro que estaba leyendo. Usted asintió con la cabeza, pero aun así, tomaste su mano. Ella sonrió cálidamente y la tomó.

"Estoy bien gracias. Podría usar algo para comer, ¿puedes obtener algo de la cafetería?"

Mei se levantó inmediatamente y apretó su palma contra la tuya, "¿Chocolate?"

Usted se rió y asintió vigorosamente, "Diablos, sí".

Mei te guiñó un ojo antes de salir de tu habitación privada, dejándote sola. Cerraste los ojos, intentando relajarte. Y en cuestión de segundos tu mente se llenó de imágenes de esos ojos verdes. Podrías verlos tan claramente, tan brillantemente como la primera vez una vez más. Tu boca formó una sonrisa, dejando que los recuerdos se deslizaran como una presentación de diapositivas.

"¡Dean!" Gritaste, huyendo de él mientras intentaba arrastrarte al lago. Rugió de risa cuando te alcanzó, sus brazos se deslizaron por tu cintura.

"¡No, Dean!", Lloraste entre risas. Él te tiró por encima del hombro y corrió hacia el lago.

"Es solo un poco de agua, princesa".

Princesa..

"Princesa."

Tus ojos se abrieron de golpe, mirando hacia el blanco y suave techo.

"Hola princesa."

Tu cabeza giró hacia la izquierda y ahí estaba él.

Dean Winchester.

"Dean", tu corazón se agitó cuando el hombre entró en la habitación. Habían pasado casi seis meses desde la última vez que viste al cazador. Él se quedó allí, vistiendo la chaqueta de cuero familiar y una sonrisa suave.

"Princesa, ¿pensaste que te dejaría ir sin despedirte?"

Las lágrimas se formaron en tus ojos, sonriéndole al hombre del que te habías enamorado en tu fugaz juventud. ¿Con quién reflexionaste todas las noches, justo antes de deslizarte en sueños simples? Dean se acercó a ti, inmediatamente se inclinó hacia la cama del hospital y te besó cálidamente en los labios.

"Lo siento cariño, debería haber venido antes", la voz de Dean se rompió en un sollozo, pequeñas lagunas de lágrimas formadas en la esquina de sus ojos extraordinariamente verdes. Con el paso de los años, el verde de sus ojos se convirtió en tu color favorito, a menudo buscabas en muchos lugares y rostros ese cierto color verde. Pero parecía que Dean era el único titular de ese color y con razón.