ᴼᶰᵉ ˢʰᵒᵗˢ || 𝔐𝔲𝔩𝔱𝔦𝔣𝔞𝔫𝔡𝔬𝔪

Conocer el corazón de uno- Legolas Greenleaf

La tristeza en el aire era tan espesa, que era casi difícil respirar. Escaneé las caras de los hombres a mi alrededor, vestidos con su armadura de segunda mano y algunos con armas que no habían visto la luz en muchos años. Sus expresiones eran tan tristes, la apariencia de los hombres preparándose para asistir a su propio funeral. El peso de esa tristeza se sentía como una carga. Fue entonces cuando decidí escapar, atrapando la mirada de Aragorn desde el otro lado de la habitación antes de salir al pasillo.

Unos minutos más tarde, me encontré en la pequeña capilla iluminada por velas. Me sorprendió encontrarlo casi vacío. Casi tan sorprendida como yo de encontrarme allí en primer lugar. No había orado por muchos años. No desde que era una niña. No desde que mi madre y mi padre estaban vivos. Me senté en el primer banco, el más cercano al altar. La mayoría de las velas se habían convertido en nada más que talones, arrojando sombras parpadeantes contra las paredes de piedra. No estaba segura por dónde comenzar, por qué rezar. La discusión de Legolas y Aragorn todavía sonaba en mis oídos. Nunca había conocido a Legolas para desesperarme, pero él no estaba equivocado. 300 contra 10,000. La mayoría de ellos moriría, tal vez yo misma entre ellos.

Un suspiro se escapó de mí y agaché la cabeza, cerrando los ojos con fuerza. 'Busquemos la manera de superar esto. Vamos a pasar la noche ', pensé una y otra vez hasta que se convirtió en una especie de mantra desesperado.

No fue hasta que alguien se sentó silenciosamente en el banco junto a mí que la voz en mi cabeza fue silenciada. En un instante, sentí que cada nervio de mi cuerpo respondía a su presencia. Ni siquiera tenía que mirar para saber que era él. Lo habría conocido en cualquier lado.

"No sabía que creías", dijo en voz baja. Tranquilo y contemplativo, hablando en una voz tan elegante como sus movimientos.

Le respondí después de un momento de vacilación. "Se sintió bien venir aquí". No agregué que no sabía a dónde más ir. Normalmente, él era una fuente de consuelo para mí. Una luz en la oscuridad. Sin embargo, no podía culparlo por sus acciones antes, no cuando la oscuridad estaba creciendo y extendiéndose tan rápidamente.

Me volví para mirarlo por primera vez desde que él se había sentado, el latido de mi corazón cayendo del modo en que siempre lo hacía cada vez que lo veía. Nunca antes había mirado a un hombre y lo consideraba hermoso ... No hasta Legolas. Sus rasgos eran fuertes, sin ser duros ... la inclinación de su nariz, los ángulos de sus pómulos. Pensé que quizás eran sus labios, o tal vez sus ojos azules, los que lo hacían parecer más delicado que rudo. Aunque sabía que él era todo menos eso. Él era un guerrero. Experto y peligroso. Y aunque no lo había conocido por mucho tiempo, me había enamorado de él de una manera tan rápida y simple como tomar aliento ... Casi sin darme cuenta de lo que estaba pasando hasta que fue demasiado tarde. Tonta. Ya había sido testigo del tormento que fueron Aragorn y Arwen. Un elfo y una humana. Una imposibilidad.

Nuestros ojos se encontraron, su azul, como un cielo de primavera. Algo de la ira que había visto allí antes había disminuido, pero pude ver que estaba tan preocupado como yo. "¿Estás bien?"

Inclinó la cabeza de repente, como avergonzado. "Perdóname por mis duras palabras antes, mi señora. Ya me disculpé con Aragorn ... No fui yo mismo ".

"No necesitas disculparte conmigo. Sé que no lo has querido decir. Conozco tu corazón. "Una pequeña sonrisa logró tirar de un lado de mi boca. Sentí el impulso de extender la mano y tocarlo, pasar un dedo por su antebrazo o pasar un mechón de cabello rubio detrás de su oreja. Los dos fuimos muy cuidadosos con nuestros toques, aunque tal vez era solo yo y estaba imaginando la vacilación cada vez que él me pasaba un brazo por el hombro o tiraba juguetonamente de un mechón de cabello. Tal vez era solo yo quien quería más, pero sabía que no podría ser.