ᴼᶰᵉ ˢʰᵒᵗˢ || 𝔐𝔲𝔩𝔱𝔦𝔣𝔞𝔫𝔡𝔬𝔪

Una mañana llena de acontecimientos- Enoch O'Connor

Despertar por las mañanas no siempre fue tan bueno, pero con Enoch siempre allí por la mañana, definitivamente fue una mejora. Te dejó perpleja que nunca te atrapó la directora. Ella siempre los ha regañado a ustedes por mostrar públicamente su afecto mutuo frente a los niños más pequeños.

"Los niños más pequeños no necesitan experimentar su exhibición pública de afecto"

Los niños más pequeños siempre se burlaban de los dos también.

"Eww Enoch acaba de besar T / N tienen piojos ahora"

"Enoch y T / N sentados en un árbol besándose"

Nunca les molestó a los dos. Si fuera solo, era divertido mirar a los niños mientras se burlaban de la relación que tenías con Enoch.

Al dar la vuelta y encender la cama, no sentiste esa familiar y cálida presencia en la cama contigo. Al tocar los lados de la cama tocaste el piso para ver si Enoch estaba en el piso. No sería la primera vez que lo echaste de la cama que apenas cabía a los dos. Al no poder encontrar a Enoch, abriste los ojos de mala gana y recorriste la habitación con la mirada. Viste una figura encorvada sentada en la mesa que Enoch siempre usaba para construir sus extraños y pequeños homúnculos. Al ver el cabello rizado sobre la cabeza de la persona, instantáneamente reconociste que era tu novio.

"Cariño, deja de trabajar y vuelve a la cama conmigo", gimoteaste.

"Espera cariño déjame poner algunos toques finales" respondió Enoch.

Continuabas dando vueltas lentamente, acostumbrándote a estar despierta. Tomaste la almohada de Enoch, abrazándola hacia tu cuerpo. Empujando tu cara contra la almohada, la olisqueaste. El aroma familiar de canela, menta y un poco de almizcle llenó tu nariz. Prefiriendo su almohada sobre la tuya, la abrazas felizmente mientras haces pequeños ruidos. Sin que sepas que Enoch te ha estado mirando todo el tiempo sonriendo ligeramente admirando al ser humano en su cama. Vestida sólo con su camisa de vestir y abrazando su almohada feliz, sabía que ibas a quedarte con él para siempre. Los ojos de corazón que siempre le hiciste solo apoyaban esa afirmación.

Mientras Enoch estaba espaciando, saliste furtivamente de la cama caminando lentamente hacia él tratando de no hacer ruido con los crujientes pisos de madera que tienen todas las habitaciones del edificio. Alcanzando su silueta de pie con éxito sin hacer ruido para sacar a Enoch de su ensoñación, saltaste sobre él y envolviste tus brazos alrededor de su cuello.

"¿Estás listo para volver a la cama ahora?", Le preguntaste picoteándole los labios, y luego frunciéndole un poco los ojos de cachorro.

"Sabes que no puedo decir que no a esa cara, muñeca" dijo Enoch picoteando tu nariz.

Él te levantó el estilo nupcial, sorprendiéndote de que apresuradamente envolvieras sus brazos alrededor de su cuello. Enoch se rió un poco besándote en la frente y caminando hacia la cama contigo en sus brazos mientras se quitaba los zapatos. Dando vueltas en la cama felizmente, miraste a Enoch desde el lugar donde estabas. Enoch te sonrió cariñosamente antes de saltar a la cama contigo también haciéndote saltar un poco sobre la cama. Él comenzó a hacerte cosquillas que te hizo reír como loco.

"Para, deja de Enoch. Te juro por Dios que te lastimaré si no te detienes", dijiste mientras intentabas recuperar el aliento con pequeñas lágrimas rodando por tu cara por la risa.

"Bien, bien". Enoch dijo jadeando levemente.

Él envolvió sus brazos alrededor de tu cintura acercándote a su cuerpo. Pusiste tu cabeza sobre su pecho envolviendo tus brazos alrededor de su cuerpo también. Usando una de tus manos dibujaste pequeños círculos en la parte posterior de Enoch. Levantaste la vista para ver que ya te estaba mirando. Una sonrisa comenzó a crecer en tu rostro mientras los dos se miraban el uno al otro. Levantaste la cabeza para que pareciera que ibas a besarlo. Solo que no ibas a hacerlo; levantaste la cabeza y le diste una buena y larga lamida en la mejilla.

"Maldita sea, cariño. ¿Por qué hiciste eso? "Dijo Enoch mientras levantaba su brazo para limpiar tu saliva de su cara.

"Es mi venganza, cariño", dijiste sonriéndole descaradamente.

Él acarició tu muslo que estaba en exhibición ahora mientras la camisa que llevabas puesta surgió de todas las cosquillas anteriores. Sus grandes y cálidas manos encallecidas se sentían bien contra tu piel, te consoló de alguna manera. Levantó sus manos para ahuecar su cara mientras usa su pulgar para acariciar su mejilla. Ambos comenzaron a apoyarse hasta que la puerta de la habitación de Enoch se abrió de golpe.

"Vamos, pájaros del amor, es hora de desayunar, Miss Peregrine se está poniendo bastante impaciente", dijo Emma asomando la cabeza por la puerta con las manos cubriéndose los ojos en el caso de que estuviera a punto de presenciar algo que no quería ver, luego izquierda al cerrar la puerta.

Enoch gime mientras enterró su rostro en su cuello. Lo sentiste inhalar tu aroma.

"Vamos, cariño, preparémonos para el desayuno, oíste a Emma, ​​seguro que Miss Peregrine nos regañará", dijiste acariciando a Enoc en la espalda.

Él te dejó fuera de su control y ambos se prepararon para unirse al desayuno del piso de arriba.