Parte 1

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La oscuridad:

Todo se encontraba oscuro y en total silencio, nadie decía nada y nadie quería decir algo. Dormíamos en lo que anteriormente podríamos haber considerado un gimnasio, pero aun así no teníamos derecho a hablar, nuestra posición fue dejada muy en clara desde que nacimos y fuimos traídos a este lugar, hombres como mujeres fueron condenados a este martirio, nosotros no lo pedimos, más bien la pregunta es

¿Quién pediría ser un esclavo sexual?

¿Quién pide ser una incubadora andante?

La apariencia aquí queda muy clara, somos tratados como ganado y vendidos como regresados como tal, simplemente nos queda esperar a que se aburran, pero

¿Es acaso eso posible?

Despertar y elaborar la misma rutina, teniendo los pelos de punta todo el día esperando que aquellos bastardos no te atrapan y te hagan parte de ellos para luego quitarte una parte de ti, inesperado.

No callábamos solo por miedo sino por honor, nadie merece morir de esta forma, aunque no se puede hacer con esta vida. Callábamos siempre en las noches por terror las tías siempre estaban vigilándonos, aunque ellas creyeran que no lo sabíamos, las mujeres se encontraban a la derecha y mientras nosotros, "los pedidos especiales", nos resguardaban en el ala izquierda mientras que las tías sunny y sunmi pasaban con el látigo de cuero todas las noches.

Sin embargo, no llevaban armas, esas lo llevaban los guardias, los cuales les erizaban el pelo a todos, por eso solo entraban al edificio cuando se les pedía o los veíamos en nuestros paseos, dos veces a la semana, uno en el día y uno en la noche, o incluso a veces era cuando se ponían en plan alquilar al ganado o venderlo.

Nos recorría el temor por las venas, que por lo cual aprendimos a susurrar y comunicarnos con la mirada, a leer los labios puesto que si la mínima palabra sonara también se escucharía la palabra "desplieguen".

Esto es inevitable no se sabe qué hacer, solo se puede vivir con el remordimiento que ponerse a salvo es lo mejor para todos, aunque en realidad no lo fuera.

Para: mi vieja amiga

De: ----------

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Otro día y la ansiedad ya me recorre, no puedo evitar ponerme nervioso, desde que cumplí los 15 ya puedo movilizarme y salir al campo. Nunca me he sentido tan feliz de ver La Luz, pero todo cambio desde que me llevaron al doctor a mi prueba de fertilidad. A mis recientes quince años yo, un coreano-canadiense he sido declaro como un criado altamente fértil, sin dura fue un horrible golpe hacia mí.

El pensamiento de que cuando alguien me compre, mayormente es cuando se alcanza la edad apropiada (18), y quede embarazado a la primera me da ganas de vomitar. Soy claramente un blanco fácil, no es por ser orgulloso, pero todos aquí somos hermosos, puesto que las mujeres fértiles ya no son muy vistas y los donceles inexistentes por lo tanto algo bueno debe sacar.

No soy alto, soy promedio, no soy pelinegro, soy rubio, no tengo ojos azules, son violetas, no soy blanco, soy pálido mucho para mi gusto, no soy peligroso, soy débil. No soy nada de lo que los clientes quieren, tal vez mi futuro no sea tan malo y me convierta en una ¿tía? Solo sigo mi rutina como todos los días responder cortante y actuar como si no fuera un prostituto.

-Sehun- ay no

-tía Sunny-

- ¿Qué haces aquí tan temprano?-

-solo quería ver el sol-

- ¿Por qué?-

-mucho mu mucha oscuridad-

-Despliega-

Abrí lentamente mi brazo y lo puse al frente mío, no puedo decir que es nuevo para mí, he visto a muchos hacerlo, aunque muy pocas veces lo he experimentado, a los novatos como yo los castigos siempre fueron diferentes y la sanción otra inimaginable.

-Me han dicho que hoy habrá visitas- paso el látigo cuidadosamente por mi lechosa piel- visitas sumamente poderosas, habrá una especie de subasta y no se

-empezó a darme ligeros golpes- me entristecería si mi criado favorito, mi pequeño conejito se portara mal- ¿qué? - eres precioso como sumiso, sin duda habrá competencia y no quiero que te niegues como lo hiciste anteriormente-

-era mu. -

-NO ME INTERRUMPAS! - látigo-

-zorra-solo me quedo pensar

-quiero obediencia-

-es hora de la cena-

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La Compra 


El Cuento del CriadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora