Parte 3

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La Competencia:

El gélido silencio era un golpe hacia mis nervios. El inestable viento, a veces frío a veces caliente, es un puñete hacia mi auto control. Me encuentro en un punto donde mi más anhelada fantasía se puede hacer verdad.

Me encuentro frente al bosque, el oscuro y calmado bosque, me encanta y me fascina, como me horroriza y me tortura.

Puedo correr

Puedo saltar

Puedo escapar

pero...

¿Por qué no lo hago?

Simple

No puedo

Por más que me repugne no quiero ser libre. Quiero luchar por los demás, por ellos. Ellos que pasan lo mismo que yo, que sufren por la espera, los nervios, la depresión y la muerte. Esas son las peores armas que pudimos descubrir en nuestra "hermosa" estancia. Más bien es una secuencia que hasta el más pequeño entre nosotros sabe de memoria.

Primero, está la horrible espera que te roben tu libertad, la espera a que funciones como un simple esclavo que estará condenado hasta que ellos ya no puedan sacar más de ti, hasta sacarte la última gota de vida que queda en ti.

Segundo, esta los nervios de la compra, donde somos subastados como ganado, sé que repito mucho esta parte, pero es la que más me marca o ¿Me equivoco? En donde uno ya sabe que su futuro ya no será igual, los traumas que dejan después de poder quitarte el último pedazo de tu alma.

Tercero, está la depresión, aún no la he experimentado, pero dicen que es la peor entre todas. La sola idea de que te quiten un ser amado, como un hijo, y que lo vuelvan a hacer y que lo repitan y lo repitan me quema el corazón. La sola idea de ser usado y después botado y lastimado genera la depresión de haber perdido lo mejor que puede haberle pasado a alguien, un hijo.

Por último, esta la muerte, esta es la mejor, he visto como varias de mis compañeras y en ocasiones compañeros han dejado este mundo a pasar a otro. Para ser sincero me duele que se vayan, pero no les he llorado porque sé que en donde están ellos se encuentran mejor que aquí, para seguir sufriendo el mismo infierno.

Porque cuando inicia la compra, esta nunca acaba, en especial en una competencia.


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Para: mi vieja amiga

De: ----------

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Mesas van y vienen, los adornos son colgados como desechados, la comida es llevada y devuelta, todo se está preparando para la compra que ahora es una competencia.

Me encuentro en mi "habitación", mi tía me ha indicado que debería estar presentable. Según ella ya no soy un chiquillo que es guardado hasta su mayoría de edad y antojo de un millonario. Pero en realidad, quitando sus ganas de ver a la gente siendo vendida, la pregunta es

¿Ya no soy un chiquillo?

-Que estoy haciendo- me restregó los ojos

Todos somos pequeños, los más antiguos incluso, todos somos niños que fueron arrebatados vilmente de su inocencia y libertad de escoger con quien estar.

El Cuento del CriadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora