La idea de volverse humano D:BH (Finalizado)

19- Buenos compañeros

Acomodaste la pequeña placa con tu inicial y tu apellido en ella en la parte superior de tu camisa, te miraste con aquel uniforme, sonreíste, te colocaste el sombrero y saliste de la habitación.

Los rayos de sol bañaban la ciudad, algunos transeúntes se dirigían a su trabajo, el letargo de la mañana se respiraba ligeramente. Cruzaste el estacionamiento del edificio hacia la patrulla parada junto a la puerta principal. Abriste la puerta y entraste.

August te recibió con un vaso de café y una pequeña caja con tu dona favorita. Llevaban casi un mes con aquella rutina. Los habían puesto como equipo, lo cual te alegraba bastante, incluso estabas segura que podías acostumbrarte a aquello.

Pero ambos esperaban con ansias irse a su verdadera pasión, fue por ello que fueron asignados juntos, tenían que esperar el papeleo para ser trasladados a sus departamentos, por el momento debían patrullar la ciudad.

Era casi medio día, iban de regreso a la estación después de la ronda matutina. August estaciono en su lugar asignado y salieron.

Tenían un espacio para los policías de patrullaje, donde se reunían los novatos y algunos androides que eran compañeros.

August tomo una de las mesas de la esquina y saco su celular, te sentaste junto a él.

¿Hablando con tu "capitán"? – sonreíste y le guiñaste un ojo.

Ojala... Mi mamá... - suspiro exagerado.

¿Cuándo te asignan? – llevaste el codo a la mesa y sostuviste tu barbilla con tu mano.

No lo sé... Prefiero no pensar en ello – hizo una mueca.

Sabes, podría ser feliz aquí... Claro, si siempre te tengo como compañero – le diste una palmada en el hombro.

Yo también – te sonrió, sin dejar de escribir – Pero espero que nos reasignen pronto – guardo el celular en uno de sus bolsillos.

Un androide se acercó a ustedes, se paró frente a ti y los miro.

Agentes... - su led paso a amarillo un instante – Se les ha asignado el turno nocturno, en el distrito 7 – sin dar tiempo a quejas se dio la vuelta y se retiró.

Maldita sea – August se pasó la mano por el cabello.

¿Qué? ¿Tenías una cita? – te burlaste.

¡Qué va! Hoy es el final de la serie – hizo un puchero.

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Agente Harris y Agente T/A, distrito 7, hora de reporte 11:35... Todo despejado – dijo August, mientras sostenía su tercera taza de café, estaba del lado del conductor.

Copiado – dijo la voz del auricular.

Tres horas más... ¿T/N? – te dio un codazo.

¿Qué? ¿Quién? – decías mientras te limpiabas la baba de la mejilla.

Pequeña perra – susurro.

Perdón... - te tallaste los ojos – Es que es tan aburrido... Nunca pasa n... - un estruendo los sorprendió.

Ambos miraron hacia el otro lado de la calle, una camioneta verde había chocado con algunos botes de basura. Un hombre robusto bajo y comenzó a quitar los botes del camino.

¿Eso...Eso es legal? – August se rasco la cabeza.

Pues básicamente está tirando basura en la calle... Y está alterando el sueño de esta agente, así que – te encogiste de hombros.

Yo voy - August encendió las luces de la sirena y bajo del auto.

Lo viste caminar hacia el hombre que se alertó cuando vio los reflejos de las luces rojas y azules. El hombre movía las manos mientras August lo escuchaba con las manos en la cadera.

El hombre se acercó a la puerta y la abrió, tu corazón se aceleró, te sentiste mareada de golpe, aquella espalda, desde esa distancia era la del conductor de la camioneta que te había secuestrado meses atrás. Trataste de calmarte, lentamente encendiste el transmisor en tu oído.

August... - dijiste en voz baja, este giro hacia la patrulla e hizo una seña con la cabeza de que te escuchaba – Creo que ese hombre es...

Este giro hacia el conductor que le entregaba los papeles, los reviso mientras el hombre miraba en tu dirección, estabas segura de que no podría verte bien por la oscuridad y la incandescencia de las luces.

August asintió y le regreso los papeles, el hombre subió a la camioneta y cerró la puerta.

August volvió hacia la patrulla y entro.

¿Qué decías? – se acomodó en el asiento.

¿Venia solo? – te tensaste.

¿Qué? – arqueo la ceja.

¿Qué si venia solo? – alzaste la voz un poco molesta.

Si... ¿Qué pasa? – movió la cabeza confundido.

¿Cuál es su nombre? – moviste los dedos nerviosa, mientras mirabas hacia la ventana de la camioneta.

Pero... - llevo su mano a tu hombro.

¡Maldita sea August! ¿Cuál es su puto nombre? – quitaste su mano con brusquedad.

Thomas Levi – miro hacia la camioneta que encendió las luces.

Tecleaste su nombre en la base de datos, revisaste su historial y solo había infracciones menores, no tenía ningún antecedente.

Las placas... - miraste hacia la camioneta.

Primero explícame ¡que carajos sucede! – frunció el ceño molesto.

Creo que ese hombre es el que conducía la camioneta que me secuestro – te frotaste las manos nerviosa.

¿Que? ¿Por qué no me dijiste antes? –August estuvo a punto de salir del auto.

No espera... no debemos alertarlo... además no estoy segura... - lo sostuviste del brazo.

¿Qué hacemos? – August tomo el volante.

Llamare a Hank... Apunta las placas y el modelo del auto – sacaste tu celular y búscate el nombre de Hank en tus contactos.

Carajo... Se está yendo... ¿Qué hacemos? – te miro.

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Hank gruño a modo de contestación cuando escucho tu voz del otro lado del teléfono, le explicaste la situación y casi de inmediato se puso de pie de su asiento, miro a Connor y le hizo una seña. Este se acercó y escucho su conversación.

¿Qué tan segura estas niña? - Hank se rasco la barba – Bien... bien, cálmate... Si...

¿Qué sucede Connor? – Henry se acercó al escuchar tu nombre.

Connor miro a Henry y sus leds pasaron a amarillo.

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¿Y bien? – August había encendido la patrulla.

Volvamos a la estación – colgaste el teléfono.