20- Malos compañeros

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La radio de la patrulla estaba encendida, un viejo éxito de Panic at the disco! sonaba - "Miss Jackson"- susurro August mientras movía los dedos sobre el volante al ritmo y tarareaba el coro en voz baja. Acomodaste tu gorra mientras sonreías. De nuevo se encontraban en el turno nocturno, la música había sido un escape para matar el aburrimiento. August disfrutaba más que nunca ese turno, era el último que tendría que hacer.

Por la mañana de ese día en el estacionamiento de la estación, mientras lo esperabas junto a la patrulla, viste al Capitán Allen hacer arribo a la estación y acercarse al rubio, le entrego un papel y apretaron sus manos con una sonrisa, Allen volvió a la camioneta con el logo SWAT pegado en el costado derecho y arranco. August se acercó de prisa a ti y te mostro la hoja, era el ingreso oficial a SWAT a la división denominada "Rottweiler" de la cual Allen era el líder, eran los principales y encargados de las misiones más delicadas y secretas.

No pudiste evitar contagiarte de su emoción y olvidarte por un momento que su partida significaba que estarías sola patrullando a partir de mañana. Pero estabas feliz y orgullosa por él y eso era algo que estabas agradecida de sentir.

La canción termino y era tu turno de elegir la canción, viste el largo listado de música y elegiste la más extraña que parecía tener, August sonrió - ¿Sabes que dice la letra? – te miro de reojo mientras los segundos comenzaban a avanzar en la pantalla de reproducción, en la parte superior aparecía el nombre "Quest Pistols Show – Разные".

Negaste con la cabeza, la letra parecía estar en otro idioma, ruso quizás. Era interesante el ritmo y la voz – tu turno de vigilar – echaste la cabeza atrás y te dejaste llevar por el ritmo.

¿Me vas a extrañar? – el rubio bajo el frente de tu gorra hasta cubrir tus ojos.

No – exageraste tu voz y acomodaste tu gorra.

Yo también lo hare... - sonrió – Espero que pronto te ubiquen con Hank.

Ruega por eso mi amigo – anhelaste.

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La mañana era fresca, frotaste tus manos sobre tus guantes antes de meterla en el bolsillo en busca de las llaves de tu auto, tendrías que conducir hasta la estación para recoger la patrulla, aun no estabas segura si te asignarían un compañero o tendrías que trabajar el tiempo que te quedaba sola.

Llegaste a la estación y aparcaste en tu lugar asignado, caminaste de prisa hacia el interior de la estancia, la pequeña ventisca anunciando la llegada del invierno a Detroit era intensa. Sacudiste la poca nieve que se acumuló en tus hombros y te dirigiste al área de descanso.

El lugar estaba solo, habías llegado bastante temprano, decidiste prepararte una taza de café para recuperar algo de calor, pero aún no estaba la cafetera, suspiraste molesta ¿Quién carajos no tiene preparado café a las 9 a.m.? Eso debería ser un jodido delito.

Sonreíste al pensar en que ese era el pretexto perfecto para darte una vuelta en el piso de arriba con Fowler, no creías que fuera tan malo para negarte una taza caliente de café. Subiste por las escaleras para hacer calor en tus piernas, miraste a la recepcionista androide que te sonrió y te saludo con la mano, dándote acceso.

Entraste y aspiraste el tenue aroma del café desde la entrada, caminaste deprisa hacia el área de descanso, tratando de pasar desapercibida, vestías igual que los policías de mayor rango que pertenecían a ese piso, así que no sería difícil, o eso pensaste.

¡Alto ahí! – Gavin salto frente a ti y te señalo con el dedo índice – Tú no puedes estar aquí – Sonrió.

Oh por favor – lo rodeaste de prisa.

Gavin te tomo de la mano y te quito la taza que llevabas mirándola con detenimiento – Vaya, bastante despersonalizada para tu gusto ¿no crees? – La taza era completamente blanca, con el único detalle pequeño, apenas visible en la parte inferior que indicaba el lugar donde fue hecha - ¿Chine? – entrecerró los ojos tratando de ver el detalle.

Chile, imbécil – le arrebataste la taza, necesitabas café pronto o la mañana se arruinaría para todo el que te interceptara y Gavin era el más cercano en ese momento.

¿Y con eso crees que permitiré que robes nuestro café? – levanto la voz y te señalo.

Su escandalo atrajo la atención de los pocos policías que estaban allí, solo sonreían y volvían a sus asuntos casi de inmediato sin dar más importancia, te sonrojaste ligeramente y te diste media vuelta dándole la espalda, comenzaste a caminar hacia la sala de descanso.

¡Eh! ¡Ladrona de café! ¡Los novatos beben abajo! – gritaba Gavin.

Hijo de puta... - susurraste, mientras caminabas más deprisa.

Entraste a la sala y te topaste con Hank y Connor que charlaban cerca de la cafetera.

T/N Buen día – sonrió Connor.

No... ahora no... Café – señalaste la cafetera.

Hank se rio y se apartó para que pudieras servirte, Connor miraba confundido. El primer trago amargo te supo a gloria, el segundo te hizo entrar en razón y echar un par de cucharadas de azúcar. Cuando por fin aliviaste tu necesidad nociva te giraste hacia los hombres y sonreíste.

Buenos días – dijiste animada.

La juventud está perdida si no es capaz de ser amable sin su dosis de café – Hank meneo la cabeza negativamente.

Mira quien lo dice – señalaste su taza.

Esto no es café... es... - miro a Connor en busca de respuesta.

Bueno, eso es una infusión de... - Connor comenzó a hablar de la infusión de té, hierbas, la digestión de Hank, los problemas de metabolismo de Hank, el exceso de Hank acumulado en su abdomen, su irritabilidad por la falta de sex... hasta que Hank visiblemente molesto y apenado lo hizo callar cubriendo su boca.

Oh dios ya son las 10 – miraste tu celular – debo irme...

Cuídate niña – Hank sonrió.

Hasta pronto T/N – Connor tomo tu taza vacía.

Corriste hacia la salida pero chocaste con alguien, mientras tu diste casi tres pasos hacia atrás, el sujeto no se movió, excepto para sostenerte.

Disculpa no te vi y... ¡Henry! – te sonrojaste.

No, discúlpame tú, yo si te vi – sonrió, casi matándote con aquella encantadora mueca que ahora hacían sus labios.

Ejem – tosió Hank - ¿No tenías prisa?

Oh si, hasta luego – tocaste el pecho de Henry ligeramente para después correr hacia la salida.

Viste a Gavin que saltaba de nuevo para decir algo, pero lo esquivaste tan hábilmente que lo hizo chocar contra la pared, lo miraste desde el hombro sin detenerte como se sobaba la cabeza.

Bajaste las escaleras y te encontraste con tu superior, te acercaste a él y te señalo la patrulla donde ya estaba tu nuevo compañero, no dio muchas explicaciones, tampoco las pediste, estabas feliz de tener alguien con quien patrullar el turno, por lo menos no te aburrirías, corriste a la patrulla y entraste.

Buenos días compañero – cerraste deprisa la puerta y comenzaste a ponerte el cinturón.

Se ha retrasado 15 minutos agente – aquella voz te hizo congelar allí mismo.

Giraste la vista y lentamente lo viste de arriba abajo, de todas las personas en el universo, tenía que ser una broma.

No... no me jodas... - suplicaste por que fuera una copia o un modelo distinto – Joan...

Si, buen día Agente T/A – el androide arranco la patrulla, adelantándose a tu posible quejido y salida del auto.

Me lleva el carajo – te golpeaste la frente.

También es un placer trabajar con usted agente – el androide hizo una mueca mientras cruzaba las puertas de salida de la estación.

La idea de volverse humano D:BH (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora