Capítulo 2

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Tras todo lo vivido hace tan solo unas horas, y después de soportar durante un rato, que se me hizo eterno, a los amigos de mis padres, lo único que quería era pensar en todo lo que había pasado.

Me fui a mi cuarto y recopile en Internet todo lo que pude acerca de la hipnosis, fue difícil, pues llegue a la conclusión de que es un terreno en el que ninguna teoría esta contrastada totalmente, además no es fácil diferenciar entre lo que se puede considerar ciencia, y lo que tan solo es teatro.

Leí ensayos sobre hipnosis; métodos para realizarla; vi videos; me informe acerca de hasta que punto se puede influir en la voluntad del hipnotizado, y sobre todo intente saber durante cuanto tiempo tienen influencia las que, según leí esa noche, se llaman sugestiones posthipnóticas que había dado a Mónica, puesto que mi relación con ella era bastante buena, o por lo menos muy duradera, y no quería echarla a perder porque de repente descubriese lo que estaba haciendo en contra de sus deseos. Prácticamente vi amanecer desde mi ventana, y al final decidí irme a dormir puesto que me esperaba un día duro de estudios. La verdad es que me dormí pensando que después de pasar toda la noche buscando información, no había sacado nada totalmente seguro y que todas mis dudas se resolverían con la practica, a pesar de que ello supusiese arriesgar mi relación con Mónica.

Me levante casi al medio día con el ruido de mi madre al poner la mesa para comer, tras oír su llamada y darla explicaciones de que había pasado toda la noche preparando los exámenes, comí y volví a mi habitación. Prepare los libros para empezar a estudiar, encendí el ordenador, pero me fue imposible concentrarme. Sabía que había quedado en llamar a Mónica, pero me daba algo de temor el pensar que recordase lo que había ocurrido, o que la pareciese raro que la llamase dos días seguidos. Si bien mi relación con ella es extraordinaria, siempre he notado que se sentía incomoda si la atosigaba mucho, como tratando de decir que es mi amiga pero solo eso, manteniendo las distancias.

Finalmente me decidí y cogí el móvil, no tenía batería y se había desconectado, lo puse a cargar y lo encendí, unos segundos mas tardes recibí dos mensajes, en el primero me avisaba que Mónica me había intentado llamar 4 veces. Eso me daba dos opciones, o todo había salido muy mal y llamaba para pedir explicaciones, o había salido realmente bien y quería repetir hoy de nuevo. Pensé que el segundo mensaje resolvería mis dudas pero no fue así, era de publicidad.

Con el corazón latiendo muy deprisa marque su número y la llame:

¿Diga?

Hola Mónica, soy yo – Creo que pocas veces en mi vida he tenido tantas expectativas en una conversación telefónica

Hola, te he estado llamado antes – El tono de voz dejaba claro que no quería reprocharme nada, así que respire tranquilo

Ya lo he visto por eso te llamo, ¿Qué querías? – No iba a hacerla alusión a lo ocurrido el día anterior, para ver que recordaba y que no.

Es que me dijiste ayer que me ibas a llamar para quedar hoy, y bueno, te llamaba para ver si podías, por si se te había olvidado.

Es que se me quedo el móvil sin batería, pero bien, ¿te paso a buscar dentro de 2 horas? ¿O aun estarás estudiando?

Esta bien, quedamos dentro de dos horas donde siempre.

Eso esta hecho, hasta luego

Adiós

Era evidente que no estaba enfadada, pero no estaba seguro de que buscase de nuevo realizar una sesión de relajación, así que seguí con mil dudas rondando mi cabeza. Tenía que recoger unos apuntes en la universidad, así que rápidamente me vestí y salí a por el coche. Tras salir de la universidad había mucho tráfico por lo que iba a llegar con la hora justa. Mire en un semáforo los apuntes que tenía que estudiar para los exámenes, sabía de sobra que si quería aprobar, no tenía ni un día que perder, pero considere que lo que tenía entre manos bien merecía una tarde alejado de los estudios.

MónicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora