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Heath:

Sigo sin creer que la pequeña morena me haya propuesto ser amigos. Sí, tal y como lo están leyendo. La mínima mención de la palabra hace que mis pensamientos divaguen en el cómo haré para fingir una relación amistosa cuando en realidad mis intenciones –y las de ella claro está- son otras. Estoy tan distraído, que ni siquiera noto cuando estaciono frente al Instituto. Miro a Chavela justo cuando abre la puerta.

-Nos vemos luego Heath-se despide bajando de Petunia.

Antes que pueda hacer algún otro movimiento, veo como corre de vuelta hacia el vehículo, asomando su cabeza a través de la ventanilla del lado del acompañante, la cual dejó abierta.

-Olvidé darte las gracias por el aventón, definitivamente es mejor que caminar.

-No es nada, amiga-remarco la última palabra, al igual que lo hizo ella esta mañana.

Rueda los ojos mientras ríe y se da la vuelta, regalándome una muy buena vista de su trasero enfundado en un short de jean y que se balancea al ritmo de sus caderas, haciendo que me den ganas de arrancárselo -jooooooooder-.

(...)

Materia tras materia, profesor tras profesor. Los minutos se vuelven insufribles hasta que suena la campana indicando que es la hora del almuerzo.

Cuando entro en la cafetería, lo primero que hago es buscar a la pequeña morena entre la marea de gente. No está en su mesa, pero sí Venus y Gía, así que deduzco que no tardará mucho en llegar -¿por qué demonios me estoy fijando en esto?-.

Ya frente a mi grupo, me siento entre mi mejor amigo y mi nov... Nikola. Apenas mi trasero hace contacto con la silla, siento como los ojos de todos se posan sobre mi.

-¿Pasa algo?-inquiero fastidiado.

-Solo nos preguntábamos qué tal Chavela-dice Tyson.

-¿Perdona?-habla Nikki con su voz chillona.

-¿Y por qué debería saberlo yo?-la interrumpo indignado.

-No lo sé, quizá porque vives en su casa y la traes a la escuela.

-¿Qué estás insinuando pedazo de idiota?-habla Karl enfurecido.

-N-nada, era una broma, ¿verdad Heath?-la mirada de Ty busca mis ojos en señal de apoyo, pero me niego a dárselo.

-Y una mierda. Vete antes de que te arranque esas pelotas, aunque tampoco es que cambie mucho tu situación, digo, ya que no las usas...-lo provoca, haciendo que todos en la mesa rían.

-A-adiós.

Toma sus cosas y junto a sus amigos, sale corriendo de la cafetería.

-Imbécil- susurra K.

-Lo siento hermano, mi madre me obligó a traerla. Además, estoy viviendo en el mismo lugar y venimos al mismo Instituto, no me cuesta nada alcanzarla.

-Está bien H-apoya una mano sobre mi hombro-solo no le hagas caso a estos idiotas. De todas formas, me alegra que se estén haciendo amigos-añade-¿Otra vez esa estúpida palabra?-.

-¿A qué se debe ese cambio de opinión?

-Sé que no le harías nada, ni intentarías algo con ella. Es mi hermanita.

-Claro, tienes razón-espero que no me crezca la nariz como a Pinocho-.

-Bueno, cambiando de tema. Le dije a Britt que la buscaría antes de que termine el receso, ¿me acompañas?-sugiere mientras se levanta.

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⏰ Última actualización: Sep 24 ⏰

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Y una vez sucedióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora