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Chavela:

Es tanta la emoción que cargo, que no quepo en mi, y no aguanto los segundos para contárselo a mis amigas. Por eso, lo primero que hago al cruzar la puerta es buscarlas. Se me hace un poco difícil, debido a que hay demasiada gente –agradezco haber venido con zapatillas porque ya hubiera besado el suelo al menos tres veces-.

Siento el calor de la anatomía de Heath detrás mio, y como se tensa cuando un chico muy alcoholizado tropieza conmigo. Justo cuando está por tomar mi mano, evitando que choque contra una ¿pareja? logro divisar a Gía y Venus en un extremo de la casa de mi padre.

-Te veo luego-le digo a Heath cuando me giro.

Y luego, lo más rápido que puedo, corro hacia las chicas.

-¡C!-gritan a modo de saludo y me abrazan con vasos en la mano.

-Hola chicas-digo sonriendo como el Gato Risón de Alicia en el País de las Maravillas.

-¿Qué te traes entre manos?-pregunta esta vez Gía.

-Tengo algo que decirles-contesto ansiosa.

-¡Entonces cuéntanos!-exclama V.

-Vengan.

Tomo sus manos y las conduzco hasta mi patio. A pesar de que hay bastante gente, la cantidad no se compara con la de la casa. Nos sentamos en unos sillones que papá compro hace algunos meses.

-Y bien...-insiste Gía otra vez.

-Hablé con Heath...-empiezo, pero la pelirroja me interrumpe.

-¡OH POR DIOS! Sabía que lo harías, no podías esconderte siempre-exclama-¿Tocaron el tema del beso?

-Casi beso-la corrijo-y no, no lo hicimos...-empiezo a hablar pero Venus vuelve a interrumpirme.

-¡Eso es de cobarde! Casi besarte y luego ni siquiera hablarlo.

-¿Puedes dejarme hablar de una puta vez?-le digo fastidiada y ella asiente-bien, como decía, veníamos en el auto cuando comenzó a comentarme algo de Nikola, y que quiere cortar con ella. Bah, en realidad me pidió un consejo para hacerlo.

-¡¿Que te pidió qué?!-chilla Gía.

-Un consejo, para terminar con Queen N.

-¡No me lo creo! Eso es genial Chave.

-Puede ser, pero no quiero ilusionarme, solo me ve como una amiga, o peor, como la hermanita de su mejor amigo.

-Entonces no lo hagas, vuelve a hablar Venus-aunque sería genial, que se enamoraran, formaran pareja, se casaran, tuvieran hijos y...-la interrumpe mi amiga rubia.

-Oye V, ¿no era que no debía ilusionarse?

Río, porque de las tres, Venus suele ser la más romántica y soñadora –literalmente parece un pequeño algodón de azúcar con lo cursi que es-.

-Saben como soy-sonríe.

-¡Se me ocurrió algo!-grita Gía.

-DEJA DE CHILLAR POR DIOS-la reprendo-en menos de dos segundos has roto mi tímpano.

-Eres una amargada-bufa.

-Sí, sí, todo lo que tú quieras, ahora dinos cuál es tu "plan".

-Vas a ponerlo celoso, y hacerlo desearte.

-¡Sí! Como en las películas-interviene Venus -¿ven lo que les digo?-.

-No, no y no, eso sí que no.

Y una vez sucedióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora