𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷

𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟫

Narra Emily

Cuando desperté me encontraba en una habitación que no conocía así que decidí levantarme, si no me equivocaba me encontraba en la mansión Mikaelson así que decidí ir a mi departamento. La verdad tenía la sensación de que no pertenecía a este lugar, no conocía a nadie en esta casa aparte de mi padre y Niklaus.

Cuando estaba a punto de salir de la habitación la puerta se abrió dejando ver a la misma chica de anoche que si mal no recordaba se llamaba Hayley.

-¡Buenos días!- me saludó entrando a la habitación.

-Buenos días... ¿Hayley? ¿Verdad?

- Sí, ¿Cómo amaneciste? ¿Te sientes mejor?

- Sí, me siento mejor.- conteste alegre también.

-Me alegro, ayer no nos pudimos presentar correctamente así que me presento, mi nombre es Hayley Marshall, mamá de la hija de Niklaus y algo así como una novia de Elijah.- me dijo ofreciéndome la mano, estaba impactada por lo que me había dicho, pero después le preguntaría al respecto.

-Bueno mucho gusto, mi nombre es Emily Dickinson, hija adoptiva de Elijah.

-Bueno mucho gusto - dijo agitando su mano-¿Cómo es eso de que eras hija a adoptiva de Elijah?- pregunto curiosa.

- Bueno es que cuando era una niña conocí a Nik y con los años conocí a Elijah y pues yo no era feliz con mi familia así que un día Elijah decidió ser mi tutor legal y me adoptó- dije narrando cortamente la historia.- ¿y tú? ¿Cómo es eso que tienes una hija con Niklaus y eres novia de mi padre? - pregunte curiosa.-No sabía que Niklaus tenía una hija o que al menos eso fuera posible.

- Bueno es que cuando él estaba en Mystic Falls tuvimos una aventura de una noche si sabes a lo que me refiero- me dijo- y pues quede embarazada, después unas brujas me trajeron a Nueva Orleans para convencer a Klaus de ayudarlas para que Marcel ya no las controlara y ahí conocí a Elijah - dijo terminando su explicación. Entonces esa era la razón por la que se fueron Niklaus iba a tener una hija, por un momento me sentí mal ya que no me contaron que Niklaus tenía una hija y jamás habían vuelto por mí y ahora al parecer ellos ya tenían su familia completa aquí junto con sus hermanos y esa bebé, eso me hacía sentir un poco desplazada y que no era parte de su familia. Al saber esto me hizo sentir triste pero no lo hice notar.

-Ok, bueno la historia estuvo genial pero lamentablemente yo me voy, tengo que arreglar unos asuntos en la escuela y para eso tengo que ir por ropa a mi departamento. - dije levantándome apresuradamente de la cama para después dirigirme hacia la puerta.

- Sobre eso....tengo órdenes de no dejarte salir de la casa hasta que Niklaus y Elijah regresen - me dijo Hayley

-Pero lo que tengo que hacer es de suma importancia y no me puedo quedar aquí encerrada, enserio necesito irme- le dije tratando de convencerla.

-No, lo siento pero si te dejo salir Niklaus me mataría.- me dijo tratando de convencerme.

-Bueno pues eso sería una pena, pero pues yo no sigo órdenes de nadie- dije caminando a la salida pero inmediatamente fui detenida por Hayley que apareció frente a mí.

-He dicho que no puedes salir- dijo un poco molesta

-¿Sabes qué?, ya me cansé de esta situación así que me voy- dije rompiendo su cuello para después salir.

La verdad no era tan importante lo que tenía que hacer, solo necesitaba salir de ahí, me sentía muy abrumada estando en esa casa, así que fui a mi departamento. Cuando entre todo seguía destruido, así que decidí empezar a recoger y arreglar el departamento.

Cuando termine, tome una ducha para limpiar todo los restos de polvo que tenía después de arreglar todo, me vestí y como no tenía nada que hacer decidí ir la academia a arreglar lo de mi inscripción y todo lo que tuviera que hacer antes de mi primer día.

Cuando estaba caminando, me di cuenta que no le había preguntado a Carlos donde se encontraba la escuela, así que pensé en mandarle un mensaje.
Cuando estaba a punto demandar el mensaje para preguntarle me encontré con el amigo de Niklaus, Marcel.

-¡Hola!, Emily, ¿verdad?- pregunto acercándose a donde estaba.

-Si

- ¿A dónde vas?, tenía entendido de que no ibas a salir del recinto hasta que Niklaus y Elijah atrapen a Mikael. ¿Estoy en lo cierto?

- No sé, cuando desperté no me encontré a nadie en la casa así que simplemente me fui-dije asiéndome la desentendida.

-¿Te escapaste?, ¿No sabes que es peligroso?- me dijo preocupado y molesto, aunque no entendí porque si apenas me conocía.

-No cuenta como escape si no sabía que tenía prohibido salir del recinto y aparte tengo unos asuntos muy importantes que arreglar en mi academia.

- Entonces te acompaño.- me dijo empezando a caminar a mi lado

-Está bien, de todos modos no sé dónde está.- le dije apenada.

- No te preocupes, solo dime ¿Cuál colegio es?

- Es el colegio de artes de Nueva Orleans.

-Ok, vamos.

En todo el camino no dije nada. Cuando llegamos le dije que no era necesario quedarse, ya que insistía en acompañarme, así que cuando lo convencí él se despidió y se fue.

Cuando termine de arreglar lo de mi inscripción, decidí ir a conocer la ciudad, apenas eran las 2 de la tarde y no quería regresar aun, necesitaba despejar un poco mi mente, así que me dispuse a caminar.

Empecé por galerías de arte y lugares donde había música hasta terminar en las tiendas de hechicería. No había nada interesante, tenían cosas que yo ya conocía y en su mayoría tenía.

- No se aceptan Híbridos aquí- me dijo una señora que creo era la dueña de la tienda muy groseramente.

-Lo siento, es que me dio curiosidad ver, pero ahora mismo me retiro.- dije y me retire del lugar.

Ya eran las 9 de la noche cuando termine de ver la ciudad, pero es que era maravilloso ver como se transformaba la ciudad cuando caía la noche, en el día era todo tranquilidad y en la noche parecía una fiesta sin fin.
Todavía no quería regresar, quería disfrutar de la ciudad sin estar encerrada, así que me uní a una fiesta en la calle bourbon que estaba cerca de mi departamento, me acerque a un grupo de chicas y me puse a platicar y a bailar con ellas.
Estaba platicando con un chico, cuando siento que alguien me jala del brazo y me carga como costal del papas, empecé a patalear cuando me di cuenta que era Niklaus.

- ¡¡Niklaus Mikaelson bájame ahora mismo!!- le dije golpeándolo en la espalda, no me importaba que estuviera armando un show. Él solo se limitó a ignorarme mientras íbamos hacia la mansión.