𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷

𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟪

Narra Emily

Cuando llegué recogí mis maletas y me dispuse a buscar a la persona que me recogería.

- Hola y eres ¿Emily?- me dijo un chico alto, rubio y de ojos azules.

- Sí-Conteste alegre

- Mucho gusto mi nombre es Carlos.

- Mucho gusto.- Conteste.

Después de eso, salimos del aeropuerto y me llevo hacia el departamento donde me quedaría, en el camino me enseño algunos lugares y cuando llegamos me acompaño hasta la puerta del departamento. Me entregó las llaves del departamento y se fue, no sin antes darme su número de celular por si ocupaba algo. Cuando abrí la puerta del departamento puede observar que era muy grande y hermoso tenía un balcón que tenía vista hacia la calle y una enorme habitación.

Decidí empezar a desempacar mis cosas. Cuando terminé apenas eran las 3:30 p.m. así que decidí salir al balcón, me senté en una silla y me dieron ganas de dibujar una enorme mansión que se encontraba enfrente de mi departamento, tome una libreta y un lápiz y me deje llevar. Cuando termine había pasado una hora así que decidí salir a caminar y buscar algo para comer. Tome mi bolsa y mis llaves y salí. Cuando encontré un lugar cerca en donde comer entre y pedí una hamburguesa con papas.

Cuando termine pagué y salí del lugar, comencé a caminar hasta un parque que se encontraba cerca, busque una banca vacía, saque una pequeña libreta que siempre tenía en mi bolsa, saque mi celular, mis audífonos y me dispuse a dibujar. Cuando estaba a punto de terminar escuche una voz conocida a lo lejos, levante la mirada de mi libreta y trate de buscar al dueño de esa voz pero no lo encontré. Volví a dibujar en mi cuaderno pero esta vez comencé un dibujo nuevo. Cuando termine me di cuenta que la persona a la que dibuje fue Niklaus, así que arranque la hoja y la aventé, no era la primera vez que lo dibujaba, decidí recoger mis cosas y regresar al departamento. Cuando estaba empezando a caminar choque con una persona y caí al suelo, cuando levante la vista para ver a la persona me encontré con la sorpresa de que era mi padre Elijah.

-¿Emily?- pregunto sorprendido mientras me ayudaba a levantarme, yo no sabía que decir estaba en shock.

-¿Hija? ¿Qué haces aquí?- dijo abrazándome yo no sabía que decir solo empecé a llorar de la felicidad y le correspondí el abrazo.

-¡Elijah!- Fue lo primero que pude decir.

- Pequeña en verdad lo siento no quisimos abandonarte, por favor perdóname- me empezó a decir sin soltarme.

-Yo no tengo nada que perdonarte papá- le dije abrazándolo más fuerte con miedo de que fuera una ilusión. La verdad es que no podía guardarles rencor porque después de todo, lo que habían hecho había sido por mi seguridad, o al menos eso pensaba.

- Ya no llores, ya está todo bien.- dijo mientras me acariciaba el cabello. - Ven vamos a casa, Niklaus estará feliz de verte.

Yo solo lo seguí hasta su carro, para después subirme y dirigirnos a su casa, la verdad no podía salir del shock estaba impresionada de verlo de nuevo después de tanto tiempo.
Cuando llegamos a su casa me di cuenta que era la mansión que estaba en frente del departamento, involuntariamente empecé a reír en voz baja.

- ¿Por qué tanta risa Emily?- pregunto Elijah extrañado

- Es que donde yo me estoy quedando es el departamento que está justo enfrente de la mansión- dije parando de reír.

- ¿Enserio? ¿Cuándo llegaste?- me preguntó curioso.

- Llegue hoy en mañana.

- ¿Y por qué estás aquí?