Coincidencias que no coinciden

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—¿Entonces no crees que estemos a punto de morir o de tener mala suerte por el resto de nuestras vidas? — Do TaeOH estaba sentado a su lado y a pesar de que ambos habían estado peleando sólo unos momentos atrás, él aun no entendía el motivo que lo orilló a correr tras ese niño que por algún motivo desconocido se parecía tanto a sí mismo.

—No lo creo, es decir ¿De dónde sacas esas cosas? No creo que simplemente porque nos parecemos un poco tengamos mala suerte. ¿Estás seguro que no estás loco? Mi papá no me deja ver muchas películas de terror pero estoy seguro de que lo estás sacando de una.

—¡No lo estoy inventando! Hace mucho tiempo fui con mi papá de vacaciones y un señor me contó una leyenda sobre personas que se parecen. ¿Qué quieres que piense si te veo y eres exactamente igual a mí? ¡Tienes mi cara! Tu cabello está un poco más largo que el mío, y estás más gordo que yo pero somos completamente iguales. — ¡Ese niño estaba loco! ¡Él no estaba gordo! Además no es como si una estúpida historia fuera a hacerse realidad, porque si era cierta, entonces ninguno de los dos sabría quién era el clon de quién. Y esas películas que le gustaba ver a BekHyun-hyung sobre clones y realidades alternas en los mangas eran simplemente ficción, nada de eso existía ¿Quién le había metido todas esas ideas a ese niño? Ellos debían buscar una explicación sobre esto.

—OK, no estás mintiendo, pero no seas absurdo; la mala suerte no existe. ¿Tienes tíos? Mi papi tiene dos hermanos y se parecen mucho a él, uno de ellos tiene un hijo y nuestros ojos se parecen mucho ¿Y si eres como un primo lejano?

—Mi papá no tiene hermanos, es hijo único igual que yo. No hay nadie de la familia de papá que pueda ser pariente tuyo, no sé mucho de mis abuelos, mi familia es pequeña. — Él también era hijo único, desde siempre se preguntó por qué su papá no se había casado como sus tíos y había tenido más hijos aparte de él. La mayor parte del tiempo se había sentido solo a pesar de que veía a su primo de vez en cuando y de que su papi y BaekHyun-hyung siempre jugaban con él y lo llevaban a parques de diversiones. Y a pesar de todo él siempre había deseado un hermano...

Un hermano...

¿Existían hermanos que fueran iguales?

No es como si TaeOh fuera su hermano

¿Verdad?

Pero... ¿Qué no existían hermanos que eran iguales? Como... como

—¿Cómo si fuéramos gemelos? — Estuvo a punto de caer de la rama cuando escucho sus pensamientos en voz alta sin siquiera salir de su propia boca

—¿Qué? ¡Qué dijiste!

—Una vez en el parque vi a dos niñas que se parecían mucho, cuando le pregunté a mi padre, él me dijo que eran gemelas. Creo que los gemelos son los hermanos que se parecen muchísimo entre ellos ¿Te imaginas? ¡Sus papás no podrían saber quién es quién! —¿Y si... y si ellos fueran?

—¿Gemelos?

—Sí, eso eran esas niñas ¿Nunca has visto unos? —No, nunca había visto algo parecido, sin embargo sentía que esa no podía ser la respuesta... ¿verdad? Sin saber qué más hacer en ese momento cruzó sus manos y entonces escuchó el tintineo de su propio brazalete. Pasaron algunos segundos en los que una sensación rara le recorrió el estómago. En ese momento notaba que era exactamente igual, obviando el hecho de que la suya tenía un animal diferente a la del niño sentado a su lado, era igual. Su papi le había dicho que era un regalo muy importante de una persona especial, y que había sido hecho únicamente para él. Cuando era niño no le había tomado importancia, pero con el pasar de los años llegó a la conclusión de que aquel objeto era uno de los pocos lazos o recuerdos que conservaba de su otro padre. Nunca tuvo el valor de preguntárselo a su papi, él no sabía por qué habían sido abandonados y aunque aún se preguntaba si tenía un papá que viviera en alguna parte del mundo o simplemente estaba... En el cielo.

—No, eso no... nosotros no...

—Bueno, pues esas personas existen. No creo que seamos gemelos, es decir, si yo tuviera un hermano viviría conmigo, nunca conocí a mi otro papá porque nos abandonó y si no quiso hacerse cargo de mí también hubiera dejado a mi hermano con papá. Tal vez tienes razón y simplemente somos dos personas que se parecen o algo. Cuando llame a mi papá esta noche le voy a preguntar si tiene primos. Tal vez sí y no los conozco, nunca había venido a Corea antes.

—¿Tienes otro papá?

—Uhhh, sí. Bueno no. Nací de otro papá pero no lo conozco. Mi padre nunca me ha hablado de él y tío ChanYeol nunca pudo decirme si lo conocía o no, en realidad nadie me dijo nada, por eso yo creo que él no me quería y me dejó con mi papá.

—Yo... Yo sólo tengo un papá. Nací de mi papi, pero no... no tengo papá ¿Es extraño que a mí también me abandonaran y me falte un papá? Mi papi nunca me habló de mi papá, creo que lo único que sé de él es que dejó a mi papi.

—...

Nadie dijo nada por algunos momentos, y justo cuando estaban a punto de romper el extraño silencio, uno de los conserjes de la escuela les hizo bajar del árbol donde estaban sentados para hacerlos ir al salón de clases ya que estaban por perder la hora.

TaeYang no supo si las emociones que había sentido en esos momentos o si había algo más, pues cuando TaeOh bajó de la rama y tendió su mano para ayudarle a bajar un cosquilleo en las puntas de los dedos casi lo hacía sonreír. Sintió miedo y a su vez una extraña alegría.

—¿Quieres ir a mi casa cuando las clases terminen? Papi va a estar ocupado el resto del día y BaekHyun-hyung va a ayudarlo en su trabajo también, podemos... podemos ir a comer helado y ¡No te preocupes! Voy a pagarlo yo, quiero que sea una forma de pedir disculpas por haber sido grosero y golpearte. —No es que sólo quisiera pedir perdón con un simple helado, pero estaba seguro de que ellos no se parecían por coincidencia, TaeOh tenía un padre al que habían abandonado, y él era hijo de un papi al que habían dejado con un bebé.

Ellos no podían ser sólo personas que se parecieran entre sí, no había forma. Y aunque estaba seguro que eso no podía ser, quería de alguna forma estar cerca de Do TaeOh. Porque aunque él era Kim TaeYag y tenía muchos amigos; tener su mano estrechada con la de su imitador era tan cálido y reconfortante que su corazón brincó de alegría a pesar de que minutos atrás estuviera furioso con aquel niño.

La mitad que faltabaWhere stories live. Discover now