La mitad que faltaba

Incómoda realidad

Él había llamado a su tío ChanYeol para pedir permiso y llegar más tarde a casa, había sido una petición a medias donde le explicó que por fin había hecho un amigo y que éste lo había invitado a comer en su casa. No fue fácil convencerlo, él no podía decirle que iba a casa de un niño que lucía exactamente como su copia o que dicha persona tenía sospechas realmente raras en cuanto al parecido que ambos tenían. Sin embargo su tío se había calmado cuando supo que la dirección de su "nuevo amigo" no estaba sino a escasas cuadras de su casa. Sin dudarlo cuando las clases terminaron él siguió sin dudar a Kim TaeYang, era claro que el niño realmente pensaba que existía algo detrás del claro parecido que ambos tenían. Él prefería pensar que era mejor que ambos fueran completamente desconocidos y que se encontraron por mera coincidencia.

¿Qué pasaría si en realidad ellos fueran algo más?

Si ellos eran alguna clase de hermanos... ¿Eso no significaba que alguno de sus papás lo había dejado con el otro porque no lo quería? ¿Y si fue a él a quien dejaron y por eso su padre tuvo que irse a otro país? ¿O si en realidad su padre no era su padre y lo había adoptado? Eran cientos de preguntas las que cruzaban su inquieta y preocupada cabeza. Ni siquiera fue consciente de que en pocos minutos él ya se encontraba descalzándose para poder pasar a aquella moderna casa donde TaeYang vivía.

Cuando por fin estuvo en la sala de estar su pequeño corazón dio un vuelco. Ahí en el centro de la habitación había cientos de fotografías de lo que parecía ser una familia feliz, un niño sonriente, un papá orgulloso y lo que parecía ser algún otro familiar. Y lo impactante no fue ver un cuadro como él tenía en su propia casa; lo que era verdaderamente aterrador y lo que hacía que su estómago se revolviera, era la feliz imagen de lo que parecía ser él con... su padre.

No había duda alguna, aquel hombre que posaba en el cuadro central junto a un sonriente TaeYang era su otro padre. Aquel que lo llevó en su pancita por tanto tiempo. Ese que reconocería en cualquier lugar del mundo y del que tan celosamente guardaba un trozo de fotografía. Aquel que al parecer no lo había querido lo suficiente como para mantenerlo a su lado y cuidar de él junto a su... hermano, su gemelo. Aquel que hasta ahora sabía que existía.

—TaeOh... ¿Por qué estás llorando? — ¿Qué por qué lloraba? Era claro que TaeYang no lo entendería, él había estado a lado de su padre/madre el tiempo suficiente para sentirse amado, aquel hombre seguramente habría ido a todos sus festivales escolares, seguro lo había mirado ton tanto amor y le habría besado la frente cada noche mientras él había callado todas sus preguntas a su padre. KyungSoo le había dado todo el amor del mundo, y él lo sabía, se sentía completamente amado al lado de su padre, sin embargo todo eso no importaba en ese momento. Él había anhelado durante dota su vida caminar tomado de la mano por sus dos padres, siendo abrazado por ambos y tener una familia normal como cualquier otra.

—¿Él... él te quiere?

—¡Por supuesto que sí, no seas tonto él es mi papi! Bueno, quizá es nuestro papi, pero eso tendremos que preguntárselo cuando regrese, hoy él está dando clases hasta tarde así que si quieres podemos comer helado mientras tanto. —TaeYang estaba loco, esperar a su... otro padre a que llegara para decirle ¿qué? "¡Oh mucho gusto soy Do TaeOh, el hijo que usted no quiso y que dejó con su padre o que dio en adopción, encantado de conocerlo por fin! Verá quisiera preguntarle por qué me abandonó."

Definitivamente no podía quedarse ni un minuto más en aquel lugar. Encontrar a su gemelo, definitivamente había sido de mala suerte, ahora no sólo se sentía engañado por su padre, sino también abandonado. ¿Era por eso que su papá evitaba hablar acerca de su progenitor?