Mateo Haack | SIEMPRE ANÓNIMA | Terminada

3. Ella huye y es inútil

Mateo POV

¿Dejará de escribir cartas? Esto no me agrada, no quiero que deje de escribirlas.

¿Piensa que no las tomo en serio?
Bueno, no las tomo muy en cuenta a decir verdad, pero me alegra un poco el día que alguien me escriba cartas. Es un gesto lindo.

Saque una hoja y un bolígrafo, empecé a escribir apoyándome en mi casillero.

¿Dejaras de escribir?

Sonará loco, pero me alegras el día, no te conozco, pero es interesante. Me gusta que escribas, me hace sentir, ¿Especial? no sé cómo definirlo.

─Atentamente, un Mateo que desea más cartas :)

Doblé la carta y la dejé detrás de una planta del pasillo, supongo que ella estará viéndome.
La apoyé en las ramitas del pequeño árbol, oculta entre las hojas. Seguido de eso me dirigí al salón.

Erin POV.

Dejó una carta.

Camine con una capucha, por las dudas; dirigiendo a mi tropa detrás de mi.

Tomé la carta y corrí con Arlet Lea e Israel.

...

Sonreí ante las palabras de Mateo. Al finalizar de leer, pasé la carta a la tropa, y todos chillaron de emoción, ¡incluso Israel!, pero ¡Qué sonido más raro!

...

—Que linda carta la de Mateo— se burló Lea con una sonrisa coqueta cuando estábamos de camino a casa.

—Tienes que admitir que Erin escribe muy bien. —informó Isra, como experto en el tema.

─¿Ya cambiaste de opinión? ¿Seguirás escribiendo?─ inquirió Lea con una sonrisa. Esta chica nunca deja de sonreír, pensé.

─¡Seguiré escribiendo!─ Decreté con entusiasmo.

─ ¿Qué cosa seguirás escribiendo?─ cuestiona una voz haciéndose presente a un lado de nosotros.

Esa voz. ¡Esa voz!

Mateo.

─Lo que sucede es que...─ piensa durante un momento Israel intentando responder a la pregunta.

─A Erin le gusta escribir poemas, tuvo una crisis de inspiración, pero ya la pasó, sólo eso. ─ Dijo muy apresurada Lea para sacarme del aprieto. Le dirigí una mirada compasiva de agradecimiento ante su velocidad.

—Israel, ¿Vienes con nosotros? vamos a ir a la nueva tienda de skates, nuestros padres nos dieron permiso─ hizo acto de presencia Hugo.

─ ¡Claro! ¿Les importa chicas?─ Nos preguntó Israel.

─ Obvio no gigante, ve.

─ ¡Diviértete!─ grita Lea cuando ya se encuentra a una distancia lejana a nosotras.

Mateo, Hugo e Israel voltean a la par, ocasionándome un leve sonrojo al ver a Mateo volteando. Lea ríe ante mi cambio de color.

...

"Es imposible quitarte de mi mente,
Tengo cien pensamientos y eres noventa y nueve,
Entendí que nunca serás mío
Y está bien."

Este fragmento me deja claro que aceptar la realidad no importa lo que pase...¿Tú qué opinas?

Quiero aclarar que me gusta que escribas, no te pido que lo hagas; sin embargo, y concordado contigo: me alegra el día.