Mateo Haack | SIEMPRE ANÓNIMA | Terminada

1. Algunas cartas

─¡Erin Viloria!─ gritó el profesor.

─ ¡Presente!─ grite yo por encima de todo el ruido del salón, me di media vuelta en mi silla para poder seguir hablando con Israel.

Israel Ramírez, mi mejor amigo. Es ingenioso, apasionado y dócil, pero claro que como cualquier adolescente tiene estapas de rebeldía y mal humor. El a diferencia mía nació en España. Su tono de piel es ligeramente bronceado y un poco pálido, su cabello es liso y bastante desordenado; siempre lo están riñendo por  su cabello alborotado. Sus ojos siempre han expresado tranquilidad y son de un bonito tono de marrón; su nariz es fina y alargada, con un leve sonrojo; sus labios son delgados con un leve tono rosado; es bastante alto, siempre ha sido así, le doy como 1.75 y solamente tiene 14 años. Puede parecer callado en un principio, pero después nadie lo detiene, a pesar de ser alocado te da muy buenos consejos.
Lo conocí cuando compartíamos un curso de dibujo cuando éramos pequeños , los dos éramos un asco para el dibujo, preferimos salir y terminamos en la misma clase este año.

─ ¿Entonces decías...?─lo alenté para que siguiera hablando.

─Permíteme que soy psíquico─ en ese momento cerro los ojos durante un segundo y los volvió a abrir para poder gritar: — ¡Presente! ahora si─. Los dos estallamos en carcajadas.

─ ¡Guarden silencio!─esta vez gritó el profesor para seguir tomando asistencia.

─Ok, entonces prosigo; estaba caminando rumbó a la tienda de dos calles más adelante de aquí, y me encontré a Sarah─ mencionó Israel, con una sonrisa de enamorado y cerrando los ojos como si quisiera recordar ese momento.

─¡Reacciona!─ le apreté la nariz para que volviera seguir contando su historia.

─Entonces ella salía de la tienda, estaba a punto de saludarla pero se fue─ dijo con un poco de tristeza, me estaba por reír y decirle algo pero el profesor interrumpió nuestra interesante conversación, solamente le pude lanzar una sonrisa a Israel antes de volver a girarme hacia el frente.

...

En cuanto sonó la campana del receso. Salí corriendo en busca de Arlet y Lea, mis mejores amigas y aunque seamos tres no tengo preferencia por ninguna. Doblé en un pasillo, lo único que sentí fueron dos severos golpes: uno en la frente y otro en el hombro, cerré los ojos automáticamente y por suerte, no caí.

Cuando pude abrir los ojos me encontré a Arlet y a Lea. La primera con una mano en la frente y los ojos cerrados y la otra tocándose el hombro con la mirada abajo, sonreí para mis adentros y me lance a darles un abrazo, las dos se sorprendieron y me siguieron el abrazo.

─Aún me duele─ se quejó Lea en medio del abrazo.

─Cállate y disfruta─ regañó Arlet a Lea y las tres reímos.

─Perdón chicas, estaba corriendo para venir a verlas.

─No te preocupes, fue divertido, nosotras estábamos corriendo para poder ir a buscarte─ finalizo Lea con una sonrisa.

─Cambiando de tema: Tengo hambre ¿Ya saben qué van a pedir en la cafetería?

—Mi cuerpo pide a gritos una hamburguesa, espero que no sepan mal esta vez — Ríe Arlet.

Arlet Vigas una chica de cabello castaño y muy largo; tiene unos lindos ojos café oscuro, es leal, amistosa y definitivamente el alma de la fiesta. La conocí desde que llegue a España, tiene nacionalidad cubana, pero vive aquí en España desde que nació.

Por el contrario, Lea Camacho es española, ella es rubia clara, con ojos miel y siempre está dispuesta a ayudar es realmente amable. La conocí ya siempre estaba con Israel, pero como ella se quedaba sola cuando Isra hacia otras cosas yo me quedaba con ella y disfrutábamos el tiempo juntas. 

Nos encaminamos a la cafetería, de un momento a otro Arlet le dirige una mirada cómplice a Lea, quien empieza a hablar.

—¿Piensas ya acercarte a Mateo?—Cuestiona con una sonrisa coqueta y divertida.

─He estado penando mucho sobre eso y quiero que sea algo especial. Tal vez ¿Cartas?

─Es un poco anticuado, ¿Por qué no por Whatsapp?─ interrogó de nuevo Lea.

─Pienso lo mismo─ Anunció Arlet.

─Podría encontrarme si alguien tiene mi número, pienso que es lindo darle algunas cartas ¿no creen?

─Bueno, sí. Suena romántico pero ¿Usarás tu nombre? Al menos tiene que saber que eres tú, chica. ─Dijo Lea tomando una pizza de la barra de la cafetería.

─Definitivamente no, me mantendré en secreto, seré anónima, siempre anónima...

Mateo Haack:

Es mi crush debo admitir, he intentado establecer comunicación con él, pero mis nervios son más grandes y termino haciendo una tontería. Es alto, castaño e inteligente, tiene un canal en YouTube que como yo no suelo ver vídeos dicen que lo comparte con sus dos hermanos: Hugo y Daniela.

...

Al término de clases, caminé acompañada de Israel y Lea. Lamentablemente a Arlet la recogen sus padres y toma otro camino, esa es la razón por la que no nos suele acompañar.

─Isra ─ lo llamé, automáticamente los ojos de Lea y de Israel se posaron en los míos. ¿Qué es lo que estoy haciendo? Bueno, le cuento a  mi mejor amigo por primera vez que me gusta Mateo, vaya que será difícil...

─ ¿Qué sucede, enana?—Me pregunta al instante Israel.

—No te lo había contado, pero...bueno, es complicado...

—¿Qué es complicado?—Dice él bastante confundido.

—¿Ya le vas a decir?—Pregunta muy entusiasmada Lea

—¿Qué es lo que me tiene que decir?—Pregunta de nuevo Isra.

—Se lo diré yo—Dice rápidamente Lea y sin dejar que yo la detenga lo suelta—Sucede que a Erin le gusta Mateo y le daba nervios contártelo ya que eres amigo de Mateo─Fuck. Ese definitivamente no era el plan... Pero con Lea aquí, ¿qué se podía esperar?

─ ¿Y por qué ponen tanta seriedad al asunto? Lo hubieran dicho y ya—Responde con una carcajada Israel. ¿Qué le pasa hoy? Vaya que me sorprendió.

—Es que Erin quiere escribirle cartas—Dice Lea riéndose con Israel.

— ¡Yo quiero ayudarte! ¿Puedo?—Comenta animadamente Israel, casi gritando y espanta a una señora que pasa por allí.

—No me esperaba esa reacción tuya, pero claro que puedes participar, sonso. Tú también Lea, obvio...

—Pensaré en el nombre de la misión—Dice un muy divertido Irael. Vaya que no se cansa de reír...

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