Adicción

Capítulo 4

-¿Te enteraste de lo que pasó en la fiesta?

-Todos hablan de lo mismo, como no saberlo.

Y como solía pasar, los rumores corrían por los pasillos de la universidad contando todo sobre la fiesta.

A Spencer no le interesaba demasiado saber quienes se habían acostado, ni donde. Pero el más polémico que era disuelto por todas las bocas de sus compañeros era el arresto de tres integrantes de la fraternidad que habían sido encontrados con drogas encima.

Por supuesto que luego de su domingo de resaca y depresión Spencer no había escuchado nada. El lunes pudo enterarse de todo, por suerte de ella no se decía nada.

-¿Saben quienes son los chicos?

Preguntó algo intrigada en la mesa de la biblioteca que compartía junto a sus amigas.

-No se sus apellidos. Pero se llaman Matt, Patrick y Andy.

Al escuchar el último nombre temió lo peor. Tal vez a Andrew le decían Andy. Lo que la haría tener muchos problemas, sus drogas estarían en cualquier otro lado fuera de su alcance.

Cada pensamiento la hizo dejar de escuchar a sus amigas y enloquecerse con teorías estúpidas.

Lo buscaría. Buscaría a Andrew, si era necesario entraría a su fraternidad para saber en que estado estaban sus pastillas. Por momentos repasó la posibilidad de cruzarse con Toby, pero si era necesario para obtener lo que quería lo haría a pesar del miedo que había creado en él.

-¡Spencer!

El susurro en grito que Hanna le había dado la sobresaltó en su lugar.

-¿Quieres contarnos que pasó contigo?

-¿O porque un hombre nos llevó a casa y no tú?

Lo analizó. No sonaban enojadas, se veían preocupadas por el hecho de que a Spencer se le había ocurrido encerrarse a llorar todo el domingo.

-Creo que pasaron cosas con Toby que en realidad no quería que pasaran.

Sus miradas se abrieron al verla tan vulnerable. ¿Realmente se habían aprovechado de Spencer Hastings?

-No. No puedo asegurarles que fue él quien puso algo en mi bebida. Tampoco puedo afirmar que me acosté con el.

En el café estaban más calmadas. Podían gritar lo mucho que odiaban a aquel chico sin que la bibliotecaria las mirara mal.

-¿Segura no recuerdas sentir nada en tu interior que te diga que fuiste abusada?

-¡Hanna!

Aria tomó la mano de Spencer luego de reprender a su rubia amiga.

-¡Lo siento! Pero no puedo tomar este café mientras escucho como drogaron y se aprovecharon de la más inteligente de nosotras. ¿Que nos queda a las demás?

-Hanna, cállate.

Emily por fin pudo hablar.

-¿Que es lo que recuerdas? Algo que te hiciera pensar que se aprovechó.

-Desperté en ropa interior y tenía puesta su campera deportiva que por cierto aún sigo teniendo. Cuando estaba drogada no recuerdo más que momentos o voces. No podía ni saber bien donde estaba, no podría haberme sacado la ropa por mi cuenta.

-Menos cerrar un cierre de campera.

Agregó Aria.

-Recuerdo su voz diciéndome que confíe en el y que todo estaba bien.