-Eres un maldito insensible- murmuró con algo de molestia un chico alto y de piel muy blanca, con un leve seseo en sus palabras, en seguida se sentó frente a Jongin.
-Bah, deja tus insultos para después Sehun, sabes que no me afecta ni me interesa- respondió con una despreocupación total, concentrado en comer su almuerzo miserable, había perdido su dinero en algún lugar del recorrido camino a la escuela y ahora tenía que sobrevivir con lo que le regalaban las niñas “enamoradas” de él… por lo menos no moriría de hambre ese día.
-¡Es en serio hyung! No te importó que esa chica tuviera novio, te la… follaste y su novio la golpeó cuando se enteró… o por lo menos esos son los rumores-
-¿Y eso es mi culpa? Ella se me insinuó, yo ni siquiera sabía que tenía novio- el moreno estaba demasiado ocupado abriendo un paquete de papas fritas como para mirar a Sehun a la cara.
-Ni siquiera sabes su nombre y te acostaste con ella joder!!!- Sehun pincho con fuerza una albóndiga en su plato de comida, bastante indignado con el comportamiento de su amigo.
-¿Y? necesitaba despejar mi mente y ella se acercó en un momento de desesperación, aunque en realidad no me sirvió para una mierda-
-En serio no sé qué pasa por tu cabeza-
-Yo tampoco lo sé…-
Sehun lo miró por un momento, pensó que Jongin cada vez estaba empezando a mostrase más como era en realidad, tan despreocupado de lo que pudieran pensar los demás, solo interesado en su satisfacción personal, con excepción de follarse a cualquier chica que se le ofrezca eso no era propio de Jongin, a quien le gustaban los retos.
Oh Sehun era un año menor que él pero era un amigo confiable, su amigo de infancia, uno de los pocos que le quedan, y de las pocas personas que lo conocen realmente, le confiaba muchas cosas y hablaba seguido con él, así que Sehun notaba su cambio reciente, la forma en que se molestaba constantemente y ni siquiera sabía por qué, de alguna forma Sehun se sentía impotente por no poder ayudar a su amigo, pero no podía hacer nada si Jongin no le decía que era lo que quería exactamente.
-Entonces… ¿querías saber si hacerlo con ella te haría sentir mejor o algo así?-
-No se…tal vez solo quería hacerlo pero ella no me hizo sentir satisfecho-
Era verdad…pero solo hasta cierto punto.
La chica era hermosa, con un cuerpo perfecto y un rostro bello, piel blanca y lisa, y sin poder evitarlo lo primero que llego a la mente de Jongin fue Kyungsoo y su rostro adorable, su piel perfecta, mucho más bella que la piel de aquella chica, mientras Jongin la embestía su mente jugaba a torturarlo, se asustó por un momento cuando vio a su adorable maestro debajo de su cuerpo con las mejillas sonrosadas en vez de a la chica y tuvo que detenerse, ir al baño y lavarse la cara… ¿Qué mierda había sido eso?
¿En qué clase de enfermo mental y pervertido se había convertido? Su cabeza daba vueltas y empezó a preocuparse al pensar en la posibilidad de que en serio sentía algo por su maestro cuando se supone que solo lo necesitaba para que lo ayudara.
Había sido una mala idea involucrarse tanto en el asunto, pensó que Kyungsoo sería el que se sentiría frustrado y confundido… no él.
-Oppa… ¿qué pasa?- la voz suave de la chica de repente se había vuelto desagradable, Jongin no era realmente una mala persona pero no quería que la chica creyera que el sentía algo de simpatía por ella, cuando simplemente la había usado y no le había servido mucho…es más, hasta había empeorado su situación.
-Vete… - dijo con una voz grave, la chica quiso preguntar por qué, pero Jongin la empujo fuera del baño, recogió su ropa y la de ella y casi lanzándosela en la cara, con una expresión de desagrado le dijo que se pusiera la ropa y se fuera.
Con solo recordar eso sentía escalofríos y una extraña sensación de culpa.
Lo único que se le ocurrió fue alejarse del maestro por un tiempo, mientras su mente se aclaraba, pero eso tampoco lo estaba ayudando porque se sentía molesto sin razón alguna, sentía que le sobraba el tiempo, hasta ese momento no había notado lo mucho que gastaba investigando a su maestro, jugándole bromas y planeando que decir o hacer para volverlo loco… ¿En qué momento empezó a ocupar su tiempo solo con cosas relacionadas con Do Kyungsoo?
-Ohhhhhhhh ¡¡profesor Do!!-escuchó decir a un chico en la otra mesa, levantó su mirada instantáneamente, ¿Qué se suponía que estaba pasando? ¿Por qué reaccionaba de esa manera solo al escuchar alguna referencia hacia él?
-Sehun…-llamó a su amigo con un tono de preocupación, con la voz temblorosa-creo…que me estoy volviendo loco-
-¿Qué? Hyung… tú ya estás loco, ¿cómo vas a volverte aún más loco?-Sehun se burlaba de las incoherencias de Jongin.
-Te lo juro…- dijo sin fuerzas aun mirando a la probable causa de su locura.
-Pfff cállate y termina de comer, no puedes estar más loco- de pronto Sehun sintió una mano sobre su hombro izquierdo, el dueño de la mano terminó sentando a su lado.
-Eso es cierto Sehun-ah… este imbécil estuvo lo suficientemente loco como para meterse con mi chica- bien…eso era lo que faltaba, el novio de la chica-que-no-le-sirvió-de-nada estaba insultándolo…cosa que realmente no le interesaba.
-Mmhhh si, bueno… no fue para tanto- respondió haciendo enojar al otro.
-Te espero a la salida Jongin, en la puerta trasera y será mejor que no intentes escapar- amenazó el chico, que era de último año. Jongin lo miró detenidamente, estaba algo flaco y era más bajo que el, se notaba a pesar de que ambos estaban sentados, su voz era probablemente lo único que lo hacía parecer un adolescente y no un niño, y a pesar de hablar con aparente rudeza Jongin podía percibir que en el fondo el mayor estaba temblando, no entendía cómo era posible que la chica fuera novia de semejante… bueno, probablemente tenía dinero, se notaba por su uniforme de alta calidad.
-¿Qué vas a hacer? ¿Golpearme?- se burló poyando su rostro sobre su mano derecha en señal de aburrimiento.
-Averígualo tú mismo, nos vemos en la puerta trasera-se levantó de su asiento y se fue corriendo, Jongin solo pudo reírse y Sehun lo siguió, eso había sido patético, solo falto que el chico se hubiera orinado en los pantalones.
-¿Vas a ir?-preguntó Sehun aun conteniendo la risa.
-Si bueno…veré que es lo que se trae entre manos, puede resultar interesante-
-
Luego de un corto almuerzo Kyungsoo entró al salón de clases como siempre, hizo su revisión del salón con sus enormes ojos, puso los libros sobre el escritorio y se detuvo frente al tablero.
Los estudiantes hicieron la respectiva formación y saludo, el profesor suspiró, se notaba su cansancio, tenía unas pequeñas manchas negras bajo sus ojos y se veía ligeramente pálido ¿estaría enfermo? ¿Habría ido al médico?...espera… ¿por qué Jongin se preguntaba todo eso? No es que realmente le importara ¿o sí?
-Mm bien aún no han terminado el taller de la clase pasada verdad?, pueden terminarlo en esta hora, vendré más tarde a recogerlo…estaré en la sala de maestros si me necesitan-sin decir más salió del aula con suprema parsimonia, sin dejar advertencias a los alumnos ni nada que se le pareciera… realmente estaba enfermo, parecía que se desmayaría en cualquier momento.
Jongin no pensó en los “por qué” simplemente salió del salón y se puso al lado de Kyungsoo, quien se sorprendió ligeramente al verlo caminando a su lado, mirándolo sin decir nada.
-¿Qué estás haciendo? Vuelve al salón-ni siquiera tenía fuerzas para regañarlo apropiadamente.
-Estas…bien?- pregunto Jongin ignorando al mayor.
-Estoy bien, vuelve a clase- término la frase con una toz leve.
-No estás bien- Jongin sonaba algo preocupado, no dejaba de mirar a Kyungsoo, así que este sonrió, por primera vez el chico no le estaba alborotando los nervios, solo estaba allí preocupado por él.
-¿Vas a comprarme medicina o algo así?, ve clase Jongin-ah-
-¿Quieres que compre medicina para ti? Lo haré… oh, pero necesito dinero, perdí el mío camino a la escuela-
-Entonces no me estarías haciendo ningún favor, olvídalo, solo ve a clase- Kyungsoo sonrió con delicadeza y Jongin sintió que esa sonrisa era lo que había querido ver, había extrañado ver el rostro lindo de Kyungsoo aunque le recordara la escena extraña e incómoda con la chica esa, aunque ella le parecía repugnante y Kyungsoo era todo lo contrario.
-No quiero-nuevamente volvió a su comportamiento rebelde.
-Jongin es suficiente, sé que estas planeando algo, solo dime lo que quieres, hoy no estoy para tus juegos-y lo decía seriamente, se sentía algo mareado, tal vez si no hubiera olvidado su sombrilla el día anterior no habría conseguido ese horrible resfriado.
-Yo…¿puedo llamarte hyung?- pero… ¿qué clase de pregunta era esa?
-No te ha quedado claro que soy tu maestro?- al fin se detuvieron frente a la sala y Kyungsoo señaló la palabra maestro en la puerta para que Jongin la comprendiera.
-Lo sé pero… necesito tu ayuda en algo y no quiero que seas solo un profesor, eso sería algo raro- ayuda? ¿Qué clase de situación ameritaba que un profesor pasara a ser alguien más cercano a su estudiante más problemático?
-¿Para qué necesitas mi ayuda?- Preguntó sin vacilación, cruzándose de brazos pensativo.
-Más adelante lo sabrás, por ahora… ¿me dejas llamarte hyung? En clase te llamare profesor si eso es lo que te molesta- los ojos de Jongin brillaron y Kyungsoo pensó que en ese momento estaba descubriendo cosas del moreno que ni siquiera imaginó que existieran, esa faceta adorable e infantil no había podido presenciarla tan de cerca y no sabía si realmente esa era la misma persona que lo sacaba de quicio constantemente, era una persona extraña.
-Sé que no servirá de nada decirte que no y yo no entiendo qué es lo que quieres con eso pero…está bien, llámame hyung pero solo mientras no estemos en clase o frente a otros alumnos o personas de la escuela, luego hablaremos de eso, ve a clase voy a descansar un rato- Kyungsoo se dispuso a entrar a la sala de maestros y Jongin en un movimiento rápido entró tras el antes de que se volteara a cerrar la puerta.
–Jongin…¿por qué nunca me obedeces? Si voy a ser tu hyung por lo menos podrías hacerme caso? Por suerte no hay profesores aquí, ya te habrían castigado por entrar sin permiso-
-¿Por qué tu no me castigas hyung? En serio me intriga eso…aunque parezca que te enojas conmigo nunca le has dicho a otro profesor o al director para que me castiguen- Jongin habló de manera inocente pero en el fondo sus oscuras intenciones eran poner nervioso a su querido profesor.
-A-ah pues…yo…mmm tengo curiosidad! Eres… raro y haces cosas raras y aunque no he estado en otras escuelas sé que los chicos rebeldes no son como tú… porque…en realidad no eres así ¿verdad?- eso era lo poco que Kyungsoo había logrado suponer analizando las acciones de su estudiante y no estaba equivocado, Jongin sonrió sabiendo que había hecho una buena elección.
-Aun así… ¿por qué no me castigas como a otros estudiantes?…acaso… ¿tienes alguna preferencia por mí?- realmente se estaba divirtiendo, la cara de Kyungsoo estaba llena de confusión, probablemente estaba pensando en cómo responder a eso de forma impecable.
-Jongin… si eso es lo que quieres, puedo empezar a tomar medidas, será mejor que entres a clase- Kyungsoo tardó en responder pero cuando lo hizo fue de forma calmada y seria, parecía haberse acostumbrado a los juegos de Jongin, ya no estaba tan nervioso como al principio, había empezado a analizarlo, así que Jongin no tuvo otra opción más que dejar ese juego y acudir a su plan B.
-No voy a dejarte solo, estas enfermo- Kyungsoo arqueó las cejas sorprendido.
-No creo que estés preocupado por mi salud, más bien solo me estas molestando y divirtiéndote a costa mía, ya lo sé Jongin, te gusta provocarme y no sé a ciencia cierta cuál es tu propósito pero ya me estoy acostumbrando así que no me afecta-
Jongin sonrió satisfecho, la próxima vez tendría que planear algo mejor para poder divertirse con el maestro, y esto lo hacía emocionarse, los retos siempre le habían gustado era su forma para recordar que era más que la vida de apariencias que había creado y que necesitaba algo más que lo que podría obtener fácilmente.
-Está bien, lo admito, pero antes si me preocupé por tu salud… ahora veo que estas tan bien como para habar y regañarme así que…-
-Sí, ve a clase antes de que te castigue por estar aquí sin permiso- ambos rieron y Jongin salió de la sala agitando su mano para despedirse de Kyungsoo.
-
La campana por fin anunciaba la hora anhelada por cualquier estudiante, la salida de la escuela, Jongin se reunió con Sehun en el pasillo cerca de su salón de clase, como siempre.
Sehun dudó un poco en si debía preguntarle a su amigo o no, pero lo hizo de todas formas.
-Hyung… ¿vas a ir?-
-¿Hmm? ¿A dónde?-
-¡¡Hyung!! En serio no te acuerdas, ese sumbae que te amenazó dijo que fueras a la puerta trasera de la escuela- Sehun quería golpearlo por olvidadizo.
-Ahhhhhhh, si voy a ir, quiero ver como moja sus pantalones de tela fina- dijo con una sonrisa divertida, intentando hacer reír a Sehun pero este tenía una expresión muy seria -…¿pasa algo?-
-Hyung, no deberías ir…tengo un mal presentimiento- Jongin dejo de sonreír, siempre que Sehun tenía un presentimiento ese se cumplía, no sabía cómo pero tenía esa habilidad.
-Vamos Sehun, lo viste ¿cierto? ¿Qué podría hacerme?-
-No lo sé, sabes que nunca digo cosas como estas sin que sea importante-
-No creo que pase nada, y si veo que estoy en problemas llamaré a Tao, no te preocupes de acuerdo? Ve a casa- tal vez Jongin dijo todo eso para que Sehun se tranquilizara pero el chico aún seguía preocupado, no podía evitar sentir esa punzada en el pecho cuando sabía que algo andaba mal, sin embargo se fue a casa, ese día tenía muchos trabajos para la siguiente clase y Jongin era fuerte, podría manejarlo solo y si llamaba a Tao seria aún mejor, pensó que tal vez solo haría estorbo así que se fue, deseando que su presentimiento estuviera equivocado.
-
Lo último que quería Kyungsoo ese día era quedarse hasta tarde en la escuela, pero no tuvo opción, faltaban pocas semanas para las pruebas de final de semestre así que cada profesor debía entregar sus cuestionarios para el día siguiente a primera hora de la mañana.
Hacía todo el esfuerzo del mundo para concentrarse pero un dolor de cabeza constante lo aquejaba y la luz del monitor hacia que le ardieran los ojos, por lo que se mantenía frotándolos con molestia.
-Profesor Do- lo llamó el jefe de maestros, prácticamente eran los últimos que quedaban en la escuela.
-Dígame- contestó algo cansado.
-Si quiere puede irse ahora, le daré plazo hasta mañana en la tarde para que entregue su cuestionario, no quiero que se desmaye en la sala de maestros mientras nadie está aquí para ayudarlo- le sonrió acomodando sus gafas viejas, el jefe de maestros era muy estricto pero no podía evitar preocuparse por la salud del profesor Do, se veía demasiado cansado.
-¿En serio? ¡Muchas gracias!- exclamó contento, sintió que le quitaban un gran peso de encima, podría irse a descansar ahora.
-No es nada, asegúrese de tomar algunas medicinas y de ir al médico si es necesario- sugirió el jefe de maestros con una expresión amable, para luego despedirse con un apretón de manos y una sonrisa.
Kyungsoo movió un poco su cabeza hacia los lados y hacia atrás intentando aminorar su dolor de cuello, recogió sus pertenencias y apagó las luces de la sala.
Caminó por los largos pasillos para llegar a la puerta de salida pero estaba cerrada, el vigilante se había ido ya y tuvo que devolverse bastante molesto para salir por la puerta trasera. Mientras caminaba oyó voces gruesas gritando palabras grotescas e insultando a alguien, sintió miedo, tal vez había personas peleando ahí afuera, pero no podía salir por otro lado así que decidió hacer uso de su pequeño cuerpo para escabullirse rápidamente antes de que lo vieran.
Pero se sorprendió al ver que dos hombres corpulentos estaban golpeando a un estudiante en el andén frente a la puerta de la escuela, estaba muy poco iluminado el lugar pero pudo ver como otro los observaba con una sonrisa de maníaco en el rostro, pudo distinguirlo, era un estudiante de último año. Decidió que no le prestaría atención no quería tener problemas pero…de pronto uno de los tipos levantó al muchacho del suelo y Kyungsoo pudo ver su rostro, algo en su pecho se arrugó al ver la cara llena de sangre, la expresión de profundo dolor en el rostro del muchacho, era Jongin.
Se puso nervioso, no sabía qué debería hacer en ese momento, su mente rápida formuló un montón de posibilidades y cuando estuvo seguro se propuso utilizar el método más factible.
Saco su celular del bolsillo de su pantalón deportivo y tomo varias fotos de la escena, por suerte estaba demasiado oscuro como para que lo vieran, cuando hubo terminado.
Salió de la seguridad de la escuela y sin cruzar el andén se quedó mirándolos inexpresivo.
-¡Hey!- los llamó, e ignorando a los hombres grandes miro a Jongin intentando decirle que todo estaría bien, pero el moreno solo lo veía preocupado, no quería que le hicieran daño a Kyungsoo.
-Pro… profesor Do- el chico de ultimo año se asustó por un momento pero luego recordó que tenía a sus dos enormes amigos para protegerlo, entonces sonrió -será mejor que se vaya sin decir nada profesor, mi intención no es hacerle daño-
-oh…me estas amenazando? Yo también puedo hacer amenazas- sonrió con una expresión segura, Jongin quería gritarle que se fuera pero uno de los grandulones tenía sus manos rodeándole el cuello, no con mucha fuerza solo lo estaba teniendo para que no escapara esperando las órdenes del que lo había contratado.
-d-de que habla profesor- su voz temblorosa solo hizo que Kyungsoo se sintiera más seguro y empezó a poner en marcha lo que había planeado.
-Debo advertirte que tomé varias fotos de lo que paso aquí, ahora mismo las tengo en mi celular- dijo levantando el aparato con su mano- sé que podrías decirle a tus amigos que me lo quiten y destruyan la evidencia, pero entonces yo le enviaría un mensaje automático con la fotos adjuntas al jefe de maestros, él lo leerá y verá las fotos de inmediato, creo que eso no le conviene señor Lee, tengo entendido que planea entrar a una buena universidad pero…¿cómo lo haría con un acontecimiento como este escrito en su informe escolar?- el chico tuvo que retroceder varios pasos hacia atrás hasta que tocó la pared con sus manos, tal vez estaba tan conmocionado que podría caerse, Kyungsoo sonrió y luego miro a Jongin, quien ahora también estaba sonriendo.
-Y-yo…que tengo que hacer para que no envie esas fotos?-titubeó tocando sus manos temblorosas, Kyungsoo cruzo el andén lentamente hasta quedar frente al alumno de último año.
-Fácil… dile a tus amigos que suelten a ese estudiante y deja algo de dinero para que podamos ir a un hospital, probablemente este chico necesite atención médica, se nota que lo han golpeado en el estómago puede tener lesiones internas-
El estudiante asintió y sacó con sus manos temblorosas su billetera del bolsillo de su pantalón del uniforme mientras le gritaba a sus amigos que soltaran al “imbécil”, Jongin cayó al suelo con el cuerpo adolorido, Kyungsoo volteo a verlo con preocupación mientras se mordía el labio.
-Tenga profesor si necesita más se lo daré después-dijo alcanzándole a Kyungsoo un fajo de dinero-entonces… no enviará ese mensaje ¿verdad?-
-No lo haré, puede estar seguro de ello pero recuerde que podría enviarlo si vuelve a efectuar algún tipo de agresión física contra este o cualquier otro alumno y aunque intente quitarme el celular, he enviado las fotos a mi computador-
-Está bien profesor…entonces. Me voy- Kyungsoo lo detuvo poniendo su mano en el hombro del chico.
-Pídale disculpas señor Lee- ordenó con el rostro serio e intimidante.
-¿Q-qué?-
-Que le pida disculpas al señor Kim por haber traído a esos dos gorilas para que lo golpearan brutalmente- Kyungsoo sabía perfectamente que ese era el mejor castigo que podría recibir ese alumno, tendría que dejar su orgullo y pedir disculpas- usted debe obedecer lo que le digo ya que no diré nada para no perjudicarlo, otro profesor ya lo habría reportado, por lo menos obedezca lo que le digo ahora-
-Eishhh… está bien… yo… lo lamento, ¿ya? ¡Vámonos!- gritó con molestia y los dos hombres caminaron detrás de él, cuando pasaron frente a Kyungsoo este sintió escalofríos, si él hubiera sido golpeado por esos gorilas ya estaría muerto, por suerte Jongin era mucho más fuerte.
Cuando se fueron, corrió hacia Jongin, estaba tan golpeado que no podía ni levantarse, algo tuvo que haber hecho para que lo golpearan de esa manera ¿verdad?
No supo de dónde pero saco la fuerza suficiente como para cargar a Jongin hacia la parada de taxis que no estaba demasiado lejos y un taxi se aproximó a la acera tan pronto como llegaron, entraron al automóvil y Kyungsoo le dijo al conductor que fuera al hospital más cercano.
-Gracias-alcanzó a decir Jongin con el cuerpo desparramado en su asiento haciendo esfuerzos por no desplomarse por el dolor.
-Tu… por qué te estaban golpeando? Por qué estabas solo ahí?-Kyungsoo parecía una madre regañando a su hijo y Jongin solo chasqueo la lengua mientras intentaba acomodarse.
-No quiero hablar de eso ahora ¿sí?-
-Jongin-
-Hyung… por favor- Jongin le pidió seriamente así que Kyungsoo no preguntó más.
-Está bien, pero luego tendrás que decírmelo todo, tengo derecho a saber que paso-
-Si, si lo que digas pero… ¿podrías prestarme tus piernas un momento?-
-¿Qué?-
-Es que… quiero recostarme, me duele todo- Kyungsoo lo miró por un momento y luego asintió con pesar, ayudó a Jongin a recostarse sobre sus piernas mientras llegaban al hospital.
-¡Pero no te duermas! Dicen que si uno se duerme luego de un golpe fuerte puede quedar inconsciente- advirtió con una cara seria, Jongin lo miraba desde abajo, solo sonrió, aunque le dolía todo se sentía bien con su cabeza apoyada en las piernas suaves de Kyungsoo, el aroma a suavizante que salía de su ropa era supremamente delicioso y sintió deseos de cerrar los ojos pero fue reprendido con un pequeño golpe en la frente.
-¡¡Ah!! ¡¡Hyung!!- casi gritó sobándose el lugar golpeado.
-Te dije que no te durmieras-
-Ok, ok-
Siguieron su camino hacia el hospital sin decir nada, Kyungsoo se había olvidado de su propio cansancio y enfermedad por cuidar a Jongin así que el dolor de cabeza empezó a aumentar.
Al entrar al hospital Jongin paso por una serie de exámenes para confirmar que no tenía lesiones internas, por suerte no tenía nada grave y Kyungsoo tuvo que decir que habían golpeado a su estudiante unos ladrones que querían robarlo, Jongin había perdido su celular y su dinero así que la excusa quedaba perfecta.
Los doctores dijeron que sería mejor si el chico se quedaba en el hospital por esa noche y mientras se recuperaba ya que estaba bastante maltratado.
-Pero necesitaremos que los padres estén enterados y den un permiso o necesitamos la presencia de un tutor que lo cuide- señaló el doctor anotando cosas en su libreta.
Jongin no habló, se quedó sentado en su camilla agarrando con fuerza las sabanas, Kyungsoo logró captar sus pensamientos en ese momento y Jongin le estuvo agradecido.
-Sus padres están ocupados pero soy su maestro así que si es posible yo puedo cuidarlo- el doctor asintió y le mostró unos papeles para que firmara.
-Muy bien Kyungsoo-ssi, tengo que irme, si el joven presenta alguna anomalía o dolor hágamelo saber- Kyungsoo asintió y el doctor salió de la habitación dejándolos solos, con el dinero habían podido pedir una habitación personal y había una pequeña camilla al lado de la de Jongin en la que Kyungsoo podría dormir esa noche.
-Hyung… gracias, no tienes que quedarte, puedes volver en la mañana como si hubieras estado aquí, sé que estás cansado- Jongin estaba avergonzado, se veía débil y vulnerable, teniendo que depender de Kyungsoo hasta para quedarse en esa habitación, toda la imagen de tipo fuerte se había derrumbado y sabía que cualquier broma que le hiciera a Kyungsoo no tendría el mismo peso después de haberlo visto en ese estado deplorable.
-Estoy demasiado cansado como para volver a casa, me quedare aquí- intentó contener un bostezo pero no lo logró- ya esta tarde voy a apagar la luz-
Se dirigió a la pared y apenas rozó con sus dedos el botón para apagar, se devolvió con lentitud palpando por el camino las cosas a su alrededor y se dirigió hacia la que sería su cama, Jongin lo observaba en medio de la oscuridad.
-Hyung…-
-¿Qué?-
-Si… te sientes enfermo ¿debería pedir algunos medicamentos?-
-No te preocupes solo necesito dormir, duerme tú también, si no te sientes mal mañana debes ir a la escuela- corrió las cobijas y se metió con rapidez a la cama dando la vuelta arropándose con ellas.
Jongin observó la pequeña espalda de Kyungsoo.
Tenía frío, en ese momento se le antojaba bajar de su camilla y meterse en la de Kyungsoo, pero eso sería demasiado verdad? Probablemente Kyungsoo se molestaría.
-Hyung…-lo llamó pero no obtuvo respuesta, tal vez ya se había dormido, de repente los latidos de su corazón empezaron a acelerarse, estaba nervioso y no recordaba cuando había sido la última vez que había sentido algo parecido. Quería ir y acostarse al lado de su hyung pero no estaba seguro si estaría bien.
¿No era eso irónico? que Jongin estuviera preocupado por lo que otra persona pudiera pensar de él, pensando si se molestaría por sus acciones… nunca le había importado pero extrañamente en ese momento en su cabeza había esa clase de preguntas.
De todas formas se decidió, ¿qué era lo peor que podría pasarle? Ya estaba empezando a aceptar que se había vuelto loco antes que Kyungsoo, ya no tenía la intención de ocultarlo.
Tragó un poco de saliva que no recordaba haber acumulado y comenzó lentamente a levantarse de su cama tratando de hacer el menor ruido posible, caminó los dos pasos que lo separaban de Kyungsoo y se quedó estático intentando calmar su corazón desenfrenado, empezó a retirar la cobija y a entrar en la camilla, esperando que Kyungsoo no se despertara y terminara sacándolo de allí, se acomodó a su lado. Estaba un poco estrecho pero apenas estuvo dentro de las cobijas sintió el calor que necesitaba, Kyungsoo se movió un poco así que Jongin se asustó, creyó que se había despertado pero solo estaba volteando su cuerpo hacia el otro lado dejando de darle la espalda.
Jongin se mantuvo mirando su rostro cansado, estaba apenado y agradecido por lo que había hecho por él esa noche, pero le preocupaba qué debería hacer o cómo debería actuar después de eso.
-Eish…-se revolvió el cabello disgustado y volvió a mirar al mayor, se veía tan apacible, Jongin estiró sus brazos envolviendo con ellos el pequeño cuerpo de Kyungsoo acercándolo al propio, dejando que su cabeza descansara en su pecho, y en ese momento sentía un calor supremamente agradable, pensó que si pudiera mantenerse así por siempre sería maravilloso, no le importaba nada más, ni siquiera sus propios pensamientos que le decían que no debería apegarse tanto a esa persona, que solo lo necesitaba para su propio bien y que no debería dejar que el maestro viera por completo su verdadera apariencia sin todas esas capas que lo protegían.