Jongin despertó solo en su camilla recordando la noche anterior, recordando pedazos de frases que hacían que su estómago se revolviera y que sintiera congestionado el pecho.
“No puedo… no es correcto Jongin, solo hagamos como si esto no hubiera pasado” Le había dicho el mayor tapándose la cara con sus pequeñas manos, y Jongin había intentado que lo mirara a los ojos mientras se lo decía, para ver por sí mismo si realmente eso era lo que quería decir, pero Kyungsoo se levantó de golpe de la cama y comenzó a recoger sus cosas.
“¡Hyung no te vayas!” le había gritado con desesperación, sintiendo un nudo en la garganta.
“Esto no está bien, ni siquiera debí haberte seguido el juego desde un principio” podía ver las gotitas asomándose en sus ojos grandes, sabía que Kyungsoo no quería irse pero ¿Con qué fuerzas podría detenerlo?
¿Qué demonios había hecho mal? Solo le pidió que estuviera a su lado.
“¡Hyung por favor!” negándose a dejarlo ir lo persiguió hasta el pasillo del piso en el que estaban y tomándolo del brazo lo detuvo.
“Jongin… no podemos…” el maestro no se atrevía a mirarlo a los ojos y Jongin no sabía exactamente lo que eso significaba.
“¿No podemos qué?” preguntó con ese insistente y molesto nudo en su garganta que amenazaba con hacer que su voz se quebrara.
“Ya sabes… estar juntos, no deberías estarme diciendo todo eso mucho menos… besarme” había notado como Kyungsoo elegía con cuidado sus palabras pero también notaba ese hermoso color rosado en sus mejillas que le hacía saber que no estaba realmente molesto por eso.
“¿Por qué no?”
“¡Porque no!, una relación entre un alumno y un maestro no es bien vista, ¡está mal! ¡No es correcto! “explicó mientras miraba hacia los lados, verificando que no hubiera nadie cerca que pudiera escuchar su conversación.
“¿Y crees que me importa lo que digan los demás?, hyung no deberías tratarme como a un niño, siempre me hago responsable de lo que digo” y lo decía en serio, apretando con más fuerza el brazo de Kyungsoo, temiendo que se soltara y huyera en cualquier momento.
“Jongin… no se trata de lo que tú digas o lo que piensen los demás… tu no lo entenderías” En ese momento el moreno pudo entender como se había sentido Sehun antes, cuando él le había dicho que no lo entendería, se mordió el labio inferior conteniendo su molestia.
“No… no puedo entenderlo si no me lo explicas”
“¿Qué… es lo que quieres?” el pequeño maestro se acercó a él, mirándolo con seriedad, aunque esas mejillas rosadas y los ojos vidriosos hacían que perdiera credibilidad.
“Ya te lo dije, quiero que estés a mi lado”
“¿Sabes lo que eso conlleva? Soy un hombre de 25 años además de eso tu profesor, eres… un niño que ni siquiera se conoce a sí mismo, quieres que este a tu lado pero podría apostarte que no sabes las consecuencias que eso traería… a demás….”
“¿Además que?” preguntó demandante, molesto consigo mismo, recriminándose por ser menor que Kyungsoo.
“Tu… solo estás jugando” Jongin suspiró y tomó a Kyungsoo por los hombros mirándolo a los ojos.
“Hyung ya te dije que no digo las cosas por decirlas, debo reconocer que al principio solo jugaba pero ya no… ¡Ya no estoy jugando!”