Quinto año

1.5K 161 247
                                    


Kirishima terminaba su carrera este año, por lo que estaba más estresado de lo normal investigando sobre su tesis y dar lo mejor de sí mismo.

Bakugou y Mina tenían 6 años de carrera así que solo veían como el pelirrojo corría de un lado para otro buscando unos papeles que necesitaba.

Red seguía al más alto de la casa por todos lados pensando que estaba jugando con ella.

-¿Crees que estaremos así el próximo año?- decía Ashido terminando una tarea que el rubio le obligo a hacer porque la amenazó con no hacerle la cena.

-Tú quizás, yo ya tengo mi tesis casi finalizada-.

-¿¡Eh!? ¿¡Enserio!? ¡Eres muy aplicado Katsuki!- decía ella con una envidia sana.

-¡Ustedes son los irresponsables!-.

Eijirou a causa de sus estudios no pudo pensar mucho acerca de sus sentimientos por su compañero de piso, incluso ese tema se le olvidaba seguido.

Al contrario de Bakugou, que pensaba en ello todos los días.

Sabe que ama al joven hiperactivo y amable, pero no sabe cómo confesar sus sentimientos. Leyó mucho manga y novelas románticas cuando estaba identificando su sexualidad, pero ningún método que aprendió ahí le agradaba porque no pegaba con su personalidad.

Decirlo de frente le resultaba muy vergonzoso y de seguro termina golpeando a su amado porque sí.

Por mensaje le resultaba un poco ridículo ya que están viviendo bajo el mismo techo.

Y San Valentín le valía madres, no quería hacer la escena cliché de confesarse en el día del amor y la amistad. Aparte esa fecha ya pasó y tendría que esperar hasta el próximo año.

Pensó en muchas indirectas, pero el estudiante de pedagogía es muy ingenuo, no capta los mensajes ocultos y debes decirle las cosas directamente para que comprenda las situaciones, era un total idiota.

Se levantó del sofá y fue a su cuarto. Le encantaba su nuevo hogar y cerca del edificio había muchas tiendas desde farmacias hasta bares, por lo que si faltaba algo lo tenían en un instante. Se acostó en su cama y de un lado agarro una camisa roja y la abrazó, era de Kirishima, se la robó cuando fue su turno de lavar la ropa, el olor de desodorante para hombres y tierra llegaba a sus fosas nasales, no era el mejor olor del mundo pero le transmitía seguridad.

-Menudo idiota del que me enamore- susurró con fastidio, agarrando un paquete de galletas que tenía a su alcance para comérselas.

Ahogaba sus frustraciones con comida.

Sus amigos se dieron cuenta de que el chico explosivo estaba extraño, no mal, solo extraño.

-Kacchan, tu cumpleaños se viene pronto ¿Quieres algo en especial?- inició Midoriya.

Ya estaban a mitad mes de Abril, el 20 era el cumpleaños de Bakugou por lo que sería muy pronto.

-Comida-.

-¿Eh?-.

-Solo quiero mucha comida- afirmo el rubio.

-Yo también amo la comida, pero ¿No quieres alguna otra cosa?- se metió Todoroki.

-Jugo de chirimoya- respondió.

-Algo que no sea comida- pidió el de cabellos bicolor.

-Umm... una máquina para hacer helados-.

Sus amigos miraban escépticos, no sabían que el de ojos rubíes era tan bueno para comer.

-Lo tendré en mente-.

Inexpertos en el amor - {Kiribaku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora