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Tomó otro sorbo de ponche y suspiró, no faltaba demasiado para que el resto de los chicos llegaran y se enteraran de la pequeña ya no tan pequeña Pamela estaba de regreso.

Lucas llegó a su lado y colocó su mano derecha en su hombro—Debo admitir que también estoy nervioso—Dijo con una mueca—En realidad ya llevo un tiempo sin salir con los Chicos—Dijo con una mueca.

—¿Quienes van a venir?—Le Pregunto mordiendo su labio y sacudiendo sus manos.

—Asoue y el cast de Awae, claro, solo los de la edad—Aclaró jugando con sus dedos.

Ambos esperaron unos minutos, mientras tanto navegaban en sus redes sociales y escuchaban música por la bocina.

El timbre sonó y Pamela sintió como la respiración se le iba, sintió su pecho oprimirse y mordió su labio inferior.

Escucho a su amigo castaño saludar al grupo al igual que escuchó las voces del resto, restregó sus manos con su pantalón para secarle sudor que estas tenían y suspiró.

Vio como todo el grupo entre ellos sus amigos entraban platicando, les vio sin soltar una sola palabra porque simplemente no podía hacer Omar sus cuerdas vocales.

El chico Hynes quito la mirada de Amybeth con quien platicaba y vio a la rubia, se quedó estático.

La pelirroja vio hacia donde el otro veía y observó a la chica, Louis a los segundos se puso en movimiento y corrió a abrazarle, enrolló sus brazos en la delgada cintura de la pequeña rubia y la alzó.

Malina veía su teléfono cuando esto sucedió, escuchó unos chillidos y alzó la mirada encontrándose a su amiga y el chico en un abrazo.

Comenzó a caminar hacia allá y le abrazó, mientras tanto el resto de los chicos se acercaron a ellos.

Dylan se encontraba platicando con Kyla Matthews, una chica pecosa de lindas facciones con la que llevaba un tiempo de amistad, la parecía tierna y sumamente adorable así como amigable.

Malina se separó de Pamela y Dylan pasó entre el grupo de los desconocidos chicos para Pamela quedando al frente de ellos.

Cruzaron sus miradas y sin decir una palabra se abrazaron, la chica comenzó a soltar unas pequeñas lágrimas igual que el otro.

Duraron así unos segundos y se separaron—Te extrañe—Declaró ella, y el otro con una sonrisa ladeada respondió—Yo más Pamela, yo más.

—Muchas gracias por ayudarme a bajar todo—llegó lia rodando los ojos con montones de bolsas hasta que alzó la mirada y vio a la chica que tanto quería.

—Oh... por... ¡Dios! —dijo soltando todas las bolsas y corriendo hacia Pamela quien la recibió con los brazos abiertos, se abrazaron de tal manera en que terminaron amaba en el suelo con lágrimas traicioneras saliendo de sus ojos.

Limpiaron con el dorso de sus manos las lágrimas y se abrazaron una vez más—Ha pasado un tiempo...

—Así es —contestó Pamela con una sonrisa, una que no había estado en su cara hace tiempo, una sonrisa sincera que expresaba sus más humildes pero fuertes sentimientos que vivía en esos segundos.

—Sácala a bailar! Es tu oportunidad Cory.

Pamela intentaba darle valor al rubio para que este bailara con la chica que le gustaba, o al menos fuera con ella. El sol ya se había estado ocultando desde momentos atrás, por lo que ya estaba oscuro.

—No... estoy mejor aquí —hizo una mueca.

—No, no es cierto! —río.

—Miranda! —le gritó Pamela a la rubia, esta la vio y se acercó sonriente.

𝐅𝐞𝐞𝐥𝐢𝐧𝐠𝐬; 𝐷𝑦𝑙𝑎𝑛 𝑘𝑖𝑛𝑔𝑤𝑒𝑙𝑙. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora