Había llegado el día en que los libros, filas de estudiantes al fin desapareció para ambos hace ya muchos años dando así la nueva vida que emprenderían juntos por que después de aquella promesa que al inició parecía juvenil y lejana cobro vida después de meses de terminar sus carreras. Jimin y Namjoon habían contraído matrimonio viviendo en las afueras de la cuidad en una casa hogareña y pequeña, pero no solo la promesa de amor eterno se hizo realidad sino todo aquello que las lenguas murmuraban de su amado esposo y es que todo era verdad ¿Que si Namjoon era narcotraficante? Claro que lo era, seria una tremenda estupidez que después de encontrar la mercancía en su garaje lo negara aún y mas siendo el creador de su mafia.
¿Que si a Jimin le importo? A la mierda eso, estaba más que enamorado del moreno alto de manos mas grades a la suyas, de perfecta sonrisa y hermosos hoyuelos que cada que le miraba hacia su corazón latir. Podría matar a cientos de personas, podría venderle a pequeños si quisiera pero para Jimin, Kim Namjoon siempre seria el chico de la clases de la que se enamoro hace seis años, con la que deseaba vivir eternamente esta y mil vidas más. El amor te ciega, el amor te vuelve un dependiente total de las personas que toman como hogar tu corazón.
Aquel día seria especial, seria la primera vez en meses que saldrían a bailar tal y como lo hacían cuando eran novios. Se coloco su mejor traje, aquel que le compro en su luna de miel en Francia colocándose la colonia preferida del mayor para que no se despegara ni un segundo de el y se dispuso esperar en la sala de estar con un buen libro y miradas al reloj continuas.
Jimin estaba enamorado de Namjoon, el pecado lo consumió.
héritage habia logrado fama entre los lugares de mala y las personas que gustaban de doparse hasta el culo, Pobre Nam trabajaba tanto que no tenia mas remedio que meterse unas cuantas lineas de su propia mercancía para lograr soportar los lloriqueos de las perras a las que acaba de arrebatar la vida; estaba sentado frente a tal brutal escena donde su mejor amigo se divertía apuñalando los cuerpos sin vida de esos pobres chicos que decidieron vender algo de marihuana en la zona donde ellos eran los mejores. Rodeo los ojos cuando la risa de Yoongi le lleno los oídos sentándose a su lado llevando su nariz a las pocas rayas que había dejado.
—¿Que pasa Nam? ¿No te ha gustado lo que hicimos?
—No es eso tratado. -Clavo la navaja en la mesa recargándose ligeramente en la silla acariciando el dedo anular donde llevaba su anillo .-
— Oh vaya, el pequeño ¿Ya es tarde? -Preguntó el pelinegro quitando las salpicaduras de sangre que cayeron en su reloj de mano, chasqueado su lengua dándose cuenta de que si, pasaba de media noche. — Joder Nam, hubiera echo esto solo tu mismo viste que los maricas no dieron mucho trabajo.
— Dios mio, mi ángel a vuelto a quedarse solo. -Menciono mientras miraba atento el anillo perdiéndose en sus pensamientos, en los cálidos que eran los abrazos de su esposo y lo delicioso que era el néctar de sus labios cuando se besaban antes de hacer el amor; el pequeño cuerpo de su amado bajo el pidiendo en pequeños susurros más de el y por todos los cielos habría deseado que el jamas se enterara de su trabajo, tener que pasar horas en un lugar donde no fuera sus brazos.
— Carbón ¿Me estas escuchando? -Mencionó el más bajo, tronando los dedos en la vista del mayor y seguido a eso retirar lentamente el cigarrillo que descansaba en la comisura de sus labios.- Ve a casa y dale una buena explicación a ese chico que tan pendejamente te ama.
Entre golpes amistoso y algunas risas el moreno se dispuso a tomar camino a su hogar, no despertaba sospecha alguna con el automóvil modesto que conducía por que nadie debía saber su secreto y que jodieran la vida con su ángel. Pasaron unos cuantos minutos después de unas paradas en la única tienda de regalos que estaba disponible a tales horas donde adquirió solo estúpidos girasoles, llego a su hogar cuidadosamente esperando ver a su pequeño esposo enfadado con le ceño ligeramente fruncido y sus labios abultados pareciendo un pequeño niño molesto lo que para namjoon enternecido dio un suave suspiro, pero aquello estuvo demasiado fuera de la realidad ya que en el sofá estaba su amado, recostado, con el traje un desastre y aun el libro entre sus manos; Namjoon se maldijo y antes de soltar una maldicion que le hiciera despertar miro una nota en la mesa pequeña.
"Espero que hayas cenado algo antes de venir, perdón que no te reciba amor pero me he quedado dormido y no te preocupes por lo de hoy mañana sera un nuevo día
Te amo cielo"
Dejo el ramo de flores a un lado y cogió al menor entre sus brazos llevándolo a la habitación que compartían, desprendió de las prendas mas incomodas que portaban ambos y se recostó a su lado rodeando la cintura del menor pegándolo a este quedando sólo con un pensamiento que se desvaneció en el viaje con morfeo.
Un ángel había caído en su red de seducción y no había nada que lo salvara.
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¡Buenaaaaas! Espero que les agrade esto que hago y se haga un poco conocido :c
Nos vemos la semana que viene UwU/
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Bienaventurado
FanfictionDonde Jimin era el ángel que salvaría a Namjoon del infierno en el que su vida se había convertido ¿Por que lo arrastraría? "- Bienaventurado aquel que posea a Park Jimin por que de sus labios probara la gloria misma" Dedicado a Nath, te amo pedazo...