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─Asgard está casi delante de nosotros, ─dijo Loki.
Guió a Thor a través de los caminos secretos y sinuosos de Yggdrasil, tomando el camino que conducía desde Jotunheim a las profundidades de Asgard. Todo alrededor de ellos era nada y todo, vacío e infinito. Recorrieron las costuras entre la inmensidad del espacio, un lugar que difícilmente podría ser entendido por alguien sin seidr. En el momento en que entraron en la grieta, Thor se vio obligado a cerrar los ojos y agarrar con fuerza la capa de Loki, para que la visión de todo el universo no lo abrumara.
Thor soltó un gruñido de reconocimiento y Loki sonrió. Esta fue la razón por la que su hermano rara vez permitió que Loki lo llevara por los caminos secretos: siempre se ponía "enfermo ", como lo llamaba.
El tiempo que tomó transitar los caminos siempre fue variable, ya que el universo estaba cambiando constantemente. El camino de Jotunheim a Asgard podía tomar desde quince segundos hasta dos días, y tuvieron la suerte de que en esta ocasión, el viaje duró solo veinte minutos.
La grieta se abrió en un patio trasero de Asgard, entre un gallinero y los extremos traseros de un conjunto de casas en hilera. Una anciana se sentó en un taburete, girando la rueda en las sombras. Levantó la vista hacia Loki, con su rostro canoso con tantas arrugas como la corteza de un roble, y sus ojos pálidos con cataratas. Su expresión se fijó en una burla constante, incluso cuando Loki le sonrió y le dijo:
─Saludos, Elli. Un día agradable en Asgard, ¿verdad?
─Llegas tarde a tu coronación. ─La anciana tomó un pedazo de hilo y lo arrojó a un lado─. ¡Bah! El aire está demasiado frío. ¿No te enseñó tu madre a cerrar la puerta detrás de ti?
─Por supuesto. Mis disculpas, ─dijo suavemente Loki. Se volvió y le hizo una seña a Thor, quien se había ocultado contra un palo como si eso le ayudara a disimularlo. Thor sacudió la cabeza y le hizo un gesto violento a Elli, quien continuó girando la rueda, aparentemente sin darse cuenta del mundo que la rodeaba. Loki suspiró y caminó hacia adelante para recoger el pedazo suelto de hilo. Elli no reaccionó en absoluto, y Loki llamó a Thor de nuevo. Esta vez, Thor dio un paso adelante, vacilante, su marco voluminoso llenando el callejón.
