Game Over! L.2〖Gruvia〗

[ VII ]

| Gray |

1 de noviembre del 2018.

Feliz día de tu muerte, así me siento yo con las miradas de Natsu y Erza sobre mí.

—Te dijo que te quería —Repite Erza con la boca tiesa en una mueca aterradora.

—Si... —No sé qué más decir, después de que Juvia me dijera que me quiere, huí, ¿Por qué?

Porque soy un idiota, así de simple.

—¿Qué le dijiste? —Pregunta volviendo en sí. Me avergüenzo y ella frunce el ceño— ¿Qué le dijiste?

—Nada. —Confieso ante su mirada de pánico.

—¡¿Nada?! —Esta vez es Natsu el que salta alarmado— ¡Mierda Gray, ¿Nada?! —Niega con pánico en toda su cara.

—¿Por qué? —Erza vuelve a recomponerse de su estado y su pregunta me descoloca.

La verdad, ni yo mismo sé.

¿Cómo pude rechazar a una mujer tan maravillosa? Lo dicho, soy un idiota. Estoy haciendo lo mismo que me hicieron a mí, estoy rechazando a alguien increíble que merece todo. Juvia es la clase de chica que te deja encantado con cada una de las cosas que hace, con su forma de expresarse y decir lo que piensa, como se siente sin sentir vergüenza, ella es capaz de cautivar con solo una mirada fugaz porque esos ojos expresan más que las palabras. Su personalidad es atrayente, decidida a ir a un cuando todos van de regreso, tiene la mentalidad de si alguien no lo ha hecho yo lo haré.

Y eso es lo que nos vuelve tan diferentes ella no está asustada de intentarlo, ella si está dispuesta intentarlo. Soy yo el que esta tan asustado con todo esto, el pánico me invade cuando las cosas se ponen serias, porque temo darlo todo y que al final me dejen sin nada. No estoy preparado para sentirme así, no otra vez.

Mi silencio se alarga por lo que uno de los hermanos habla.

—¿Te importa? —Me giro mirando a Natsu un poco confundido— Juvia, ¿Ella te importa?

No me lo pienso ni un momento antes de responder.

—Si, mucho. —Respondo, eso es tan verdadero que me asusta.

—¿Te preocupa? —Se mete Erza como si entendiera a que quiere llegar su hermano. Arqueo una ceja y me giro a verla

—¡Claro que sí, mucho a decir verdad, más que yo mismo! —Se me escapa y ninguno de inmuta, no sé qué expresión tenga, pero ellos siguen.

—¿Te hace reír? —Erza tiene una sonrisa en el rostro mientras suelta la pregunta.

Un recuerdo fugaz se cruza por mi mente cuando intento coquetearme sin éxito, es de las veces que pude reírme a carcajadas en mi departamento por un coqueteo tan tierno.

—Si, todo el tiempo. —Contesto con una sonrisa entre nostálgica y alegre.

—¿Te hace imaginar, soñar o alucinar? —Cuestiona, y como soy yo de descuidado no entiendo su pregunta. O por lo menos, no la intención.

—¿Qué dices? —Balbuceo desconcertado.

—Ella pregunta que si ¿te excita? —Dice Natsu traduciendo a su hermana, los colores se me suben a la cara.

—¡¿Qué?! —Casi se me sale el corazón con esa pregunta. Erza mira a Natsu con fastidio en sus ojos.

—¿Qué? Tú lo dijiste —Se excusa levantando las manos, defendiendo su inocencia.

—¡No me refería a eso, idiota! —Grita exasperada. Y me mira con un brillo distante—, ¿ella te hace sentir mejor persona?

Otra vez se me pasan muchas cosas por la cabeza, cosas de las que antes no me creía capaz de hacer de las que creía que jamás volvería hacer por nadie. Me cerré a tantas oportunidades por temor a ser lastimado hasta que ella apareció, y lo arruinó todo, cambio todo, me hizo sentir feliz, dichoso y completo otra vez.