CAPÍTULO 42- parte 2

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 Emma:

La gente empieza a agruparse alrededor de la subasta y puedo ver que Gwen se sube al escenario. Eso es bueno, así se mantendrá ocupada y no podrá vernos.

—Hora de irnos— anuncia Derek poniéndose de pie y yo imito su acción.

En pocos minutos llegamos al ducto de ventilación por el cual, pactamos entrarán a todos. Derek se desabrocha la camisa para sacar una cuerda extremadamente delgada que tiene atada al torso, la desenvuelve con rapidez y me la entrega en las manos.

—¿Seguro que esto resistirá? — le pregunto desconfiada.

—Hicimos pruebas, resiste hasta cien kilos— me responde seguro, mientras se vuelve a abrochar la camisa.

En eso Kalem y Magy llegan por las escaleras, justo a tiempo para abrir el ducto de ventilación.

—Espero estén listos— dice Kalem arqueando las cejas.

Luego saca un destornillador de la suela de su zapato y empieza a abrir el ducto junto con Magy, lo logran más rápido de lo esperado.

Miro la hora en mi iophone, faltan dos minutos para la media noche, todos tendrían que estar esperándonos abajo. Lanzamos la cuerda por el ducto de aire hasta que escuchamos que choca contra el fondo. Estamos tensos, expectantes a cualquier señal de vida que provenga de abajo. Unos minutos después alguien mueve la cuerda. Tira tres veces de ella, tal cual acordamos para estar seguros de que son ellos. Entonces escuchamos como empiezan a subir, siento la adrenalina correr por mi cuerpo, no puedo dejar de voltear hacia el escenario para ver si Gwen sigue ahí, aunque estoy en la oscuridad siento que puede verme, solo ruego que Magy haya desactivado las cámaras de la orden correctamente, ruego que todo salga bien.

Después de unos minutos agonizantes, han llegado todos hasta la sima sin problema alguno. Uno que otro tardó más en subir, pero nada que no se pueda solucionar con trabajo en equipo. Mi labor está a punto de acabar, solo tengo que abrirles las puertas con mis huellas y todo estará hecho, volveré a la fiesta y nadie se enterará que los ayudé.

Intercambiamos algunas ideas de como haremos el trabajo, antes de proseguir. Algunos se quedarán a vigilar, otros entrarán a buscar los planos, y yo solo abriré las puertas, nada más. Nos escabullimos por los oscuros pasillos de la orden, con la guía de Magy y la mía, hasta que después de unos minutos llegamos a la puerta, el lugar está desolado, todo el mundo está en la fiesta, esperaba encontrarme con uno o dos guardias, pero no hay nada.

Deslizo mi huella por la puerta, pita una luz verde de inmediato y luego se abre, todos entramos. En este momento estoy a mil por hora, mi corazón late con rapidez y no puedo pensar en nada mas que en abrir esas puertas, llegamos a la segunda puerta y la abro más rápido que la anterior, En cada puerta se quedan dos personas a vigilar por precaución. Y por fin diviso la última puerta, camino más rápido para abrirla y librarme de esto para siempre.

Al llegar la puerta de la sala de experimentos, donde están esos dichosos planos que me han traído tanto dolor de cabeza, lanzo un suspiro y la abro para ellos, todos entran y yo me quedo fuera.

—Suerte— les digo a manera de despedida. Derek me mira nostálgico y me regala una media sonrisa.

—Para ti también— me dice el sin borrar su sonrisa y yo salgo corriendo de ese lugar. En menos de dos minutos me encuentro bajando las escaleras de caracol, y en menos de cinco segundos me incorporo a la subasta. Apenas me detengo a mirar el escenario, siento como todo el cuerpo me tiembla, y la culpa empieza a recorrer mis entrañas. ¿Qué he hecho?, —traidora— retumba en mi mente. Me invaden las ganas desesperadas de llorar, tengo que ir a algún sitio donde no me vean.

Entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora