Naraku

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Debido a la naturaleza de ambos era inevitable que terminarán juntos.

Tony mostró una sonrisa cínica mientras caminaba por la habitación localizando rápidamente a Stephen que estaba sentado en uno de los sofás leyendo un libro por lo que se acercó a este. Le quitó el libro y lo lanzó al otro lado del lugar antes de dejarse caer sobre su regazo.

Stephen le dio una mirada oscura y rápidamente la mano de este se enredo en sus cabellos tirando de estos con fuerza por lo que gimió de placer.

—Te he dicho que no me molestes cuando estoy ocupado. Lárgate, ahora. – La profunda voz del hechicero le hizo temblar de excitación y simplemente lo miro con una expresión divertida.

—No, dame atención. – Tony movió sus caderas contra las del más alto mientras sus ojos brillaban debido al Extremis por lo que Stephen afianzó su agarré en el cabello ajeno.

—Dije, ¡Largo! – Gruñó en advertencia y acercó el rostro del pelinegro al suyo para mirarlo directamente a los ojos. Momentos después volvió a tirar de su cabello con la suficiente fuerza que lo hizo caer de espaldas sobre el piso, el Extremis cubrió rápidamente el cuerpo de Stark, pero este solo se incorporó hasta quedar sobre sus rodillas observando como el hechicero volvía a conjurar su libro, ignorándolo vilmente.

Los brillantes ojos azules permanecieron escaneando la figura sentada frente a él por unos segundos y luego simplemente pasó su lengua por su labio inferior antes de que sus manos se deslizaran a deshacerse de los cinturones de Strange quien continuó pretendiendo que no estaba ahí, una vez que lo hizo se encargó de dejar libre el miembro en reposo del otro acercó su rostro a el para empezar a pasar lentamente su lengua desde la base hasta glande. El imbécil de su amante no iba a ignorarlo cuando quería sexo, iba a obtenerlo de una forma u otra. 

Notó como el pene de Strange comenzaba a a reaccionar luego de unos segundos más no era suficiente por lo que lo introdujo en su boca, pero momentos después recibió un puntapié en su costado de su pierna por lo que ahogo un gemido mientras su propio pene se endurecía ligeramente.

—No sé porque pensé que una perra como tú iba a entender mi advertencia. - La oscura voz del hechicero llegó a sus oídos por lo que alzó la mirada dándose cuenta que el libro había desaparecido así que se encontró con la furiosa mirada que le era dirigida. Su cabellera fue sostenida de nuevo y sintió el pene de su amante endurecerse en su boca por lo que dio una nueva succión mientras le respondía con una mirada desafiante que solo hizo que recibiera un nuevo golpe en sus costillas con el costado de la bota ajena. 

El hechicero gruñó ligeramente y empujo la cabeza del pelinegro hacía abajo para meter profundamente su pene en aquella húmeda cavidad, golpeando la parte posterior de la garganta del otro provocandole una leve arcada, pero no se apartó de hecho terminó empujando sus caderas buscando ir más profundo mientras sentía las manos de Stark apretar con fuerza sus muslos. Lo mantuvo unos cuantos segundos y luego tiró de su cabello para apartarlo, viendo como las mejillas apenas cubiertas con Extremis se coloreaban de carmín.

—Bien, ya tienes mi atención, vas a disfrutar de esto. - Soltó su cabellera y tiro de su antebrazo para colocarlo sobre su regazo antes de hacer que la ropa del otro desapareciera. Los ojos de Stark se posaron en su amante, tenía con la mirada nublada de excitación, pero se cerraron  cuando su cuerpo se arqueó al sentir como el miembro de Strange se abría paso entre las estrechas paredes de su entrada por lo que soltó un gemido mientras sus manos iban a parar a los hombros ajenos, podía sentir su interior obligarse a estirar ante la repentina intromisión además del escozor por las heridas que se abrieron seguramente empezando a sangrar mas eso solo hizo que el más bajo se retorciera más en el placer.

IN THE ROOM. [IronStrange]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora