IN THE ROOM. [IronStrange]

One

Había muchas cosas que el Hechicero Supremo esperaba cada mañana, una invasión, que haría que recibiera los regaños de Wong por no estar al tanto del santuario, criaturas muy extrañas, la alerta de los Vengadores, a Mordo intentando matarlo, incluso a cierto chico araña que había desarrollado por él el mismo apego que tenía con Tony y hasta parecía tener una estrecha amistad con su capa; cualquiera de esas cosas no le sorprendería, pero esto realmente no lo esperaba para nada. Vamos, tampoco es como que iba a quejarse porque a decir verdad era una manera de despertar muy agradable.

Stephen recién despierto y aún con los ojos pesados, que querían volver a cerrarse, tomó con sus dedos levemente temblorosos los bordes de las sábanas y las alzó, encontrándose bajo estas directamente con la cara de Anthony, tenía las mejillas ligeramente coloreadas de carmín mientras sus tentadores labios estaban cubriendo una parte de su erección matutina.

Al verse descubierto, el portador del traje de Iron Man simplemente se apartó dejando un sonido de succión al aire con su acción mas su mano derecha continuó moviéndose de forma perezosa por el tronco del miembro de Stephen.

—Oh, buenos días, cariño. – El tono usado era despreocupado y jovial, como si momentos antes no hubiera estado haciéndole una felación al hechicero, y obviamente no concordaba con el aspecto que tenía en ese instante. Anthony mostró una sonrisa casi inocente y movió su pulgar sobre el glande ya húmedo por su saliva mezclada con el líquido pre-seminal que ya empezaba a hacerse presente haciendo que el otro soltara un leve jadeo.

—Buenos días, Anthony. – La voz de Stephen salió ronca debido al reciente despertar, sumando lo que se encontró al hacerlo, y lentamente llevó su mano derecha a acariciar una de las rojizas mejillas de su amante, pasó la yema de sus dedos temblorosos por la tersa piel hasta que sintió el calor que irradiaba la cara del otro contra la palma de su mano cuando Tony decidió restregarse en esta por lo que inevitablemente le regaló una sonrisa antes de hablar. -¿No vas a continuar con lo que hacías?

—Estaba esperando que lo dijeras. – Delicadamente apartó la mano del hechicero de su rostro y volvió a su tarea, inclinándose para a atrapar aquel duro falo entre sus labios. Dio una ligera succión sobre el glande antes de introducirlo poco a poco en su boca mientras sentía los dedos de su amante comenzar a acariciar su cabello con delicadeza haciéndole saber que no era necesario lo que estaba apunto de hacer, pero lo que no sabía era que el castaño había estado practicando sobre el asunto así que lentamente fue yendo más abajo mientras iba relajando su garganta.

Una vez que introdujo toda la erección del otro cerró los ojos antes de empezar un suave movimiento de arriba hacía abajo para ir acostumbrándose a la sensación que provocaba, realmente tenía en mente dejar que Stephen abusara de su garganta, quizás jamás habían hablado sobre eso, pero Tony tenía demasiadas ganas de experimentar ese momento.

El Hechicero Supremo realmente estaba tomando todo su auto-control para no mover sus caderas y empezar a profanar la boca de su pareja, sus dedos se cerraron lo más que pudieron alrededor de las cortas hebras de cabello del otro, pero sin llegar a tirar mucho de estas, y sus labios se entreabrieron dejando escapar silenciosos gemidos debido al húmedo calor que envolvía su erección. Mientras más pasaba el tiempo los movimientos de Stark se iban tornando más rápidos, llegando a sentir leves vibraciones debido a los suaves gemidos entusiastas que intentaba liberar.

En un determinado momento mientras tragaba gustoso el miembro ajeno empezó a mover sus propias caderas contra el colchón buscando cualquier tipo de atención sobre su propio pene endurecido. Ni siquiera le importaba ensuciar su ropa interior puesto que estaba más concentrado en darle el mayor placer que estuviera a su alcance a Strange.

Una vez que se sintió listo se apartó mientras un leve rastro de saliva bajaba por su labio inferior hasta su barbilla, pero simplemente la limpió con el dorso de su mano antes de acercarse al rostro de Strange, lo miró a los ojos con afecto y luego simplemente dejó un beso en su pómulo izquierdo antes de de subir a su oído para susurrar "Estoy listo para que hagas lo que desees con mi boca, cariño".

Y obviamente a Stephen no tuvieron que decírselo por segunda vez puesto que apenas Tony termino aquella oración, se movió para apoyarse sobre sus rodillas y así tener más libertad de moverse. Sin esperar demasiado el portador del Arc Reactor volvió a retomar su tarea solo que está vez se acomodó apoyándose sobre sus manos y rodillas antes de finalmente volver a cubrir el pene erecto con su boca sintiendo casi al instante ambas manos del hechicero sobre su cabeza mas no comenzó a empujar al instante, dejó que en un principio Tony mantuviera su propio ritmo puesto que a pesar de que Strange estaba motivado con la idea no quería dañar a su pareja.

Una vez que Tony volvió a controlar su reflejo nauseoso fue acelerando el ritmo de sus movimientos mientras su mano izquierda se movía hasta alcanzar su propia erección bajo la ropa, soltando un gemido ahogado una vez que empezó a acariciarse. El portador del ojo de Agamotto lo tomó como una señal y sin dudar apretó el agarre en el cabello castaño para empujarlo directamente sobre su erección haciendo que Tony cerrara los ojos por instinto e inconscientemente apretara la base de su propio pene al sentir un delicioso escalofrío recorrer su espina dorsal. Stephen continuó con sus empujes mientras su caderas empezaban a moverse en sentido contrario a los movimientos haciendo que su pene se enterrara completamente en la garganta del más bajo quien soltaba gemidos ahogados que enviaban excitantes vibraciones por su falo haciendo que la acción se volviera más placentera mas no dudaba en darle descansos para respirar.

El ambiente en la habitación se comenzó a caldear luego de unos momentos y Tony empezaba a acelerar el ritmo de las caricias sobre su propia erección puesto que al sentir su garganta usada y escuchar los gemidos roncos de su pareja lo estaban llevando al límite, podía sentir como su orgasmo se iba construyendo por lo que la tensión empezaba a acumularse en la parte baja de su abdomen. Stephen no se iba quedando atrás puesto que la presión que causaba el estrecho pasaje sobre su erección le estaba dificultando contenerse para no venirse en ese instante, sus movimientos se fueron acelerando y volviendo erráticos mientras sentía su orgasmo cerca. En varias ocasiones no dudo en sacar casi por completo su miembro para luego meterlo de una sola embestida mientras mantenía a Tony en su sitio quien solo se dejaba hacer sin poner ningún tipo de resistencia.

Estuvo tentado a apartarse cuando sintió que no tardaría en venirse, pero cuando tenía la intensión de retirarse fue detenido por la mano de Tony sobre su cintura que mantuvo un agarre algo intenso por un momento solo para hacerle saber que podía llegar en su garganta y así lo hizo. Luego de unas cuantas embestidas más soltó el nombre de Anthony en un ronco gemido prolongado mientras el caliente líquido de su orgasmo se deslizaba por la estrecha garganta de su pareja, se quedó unos segundos así y luego se retiró lentamente viendo como la mano del castaño se movía rápidamente sobre su pene por lo que sin dudar y aún con los efectos del post orgasmo nublando su mente, se movió hasta acomodar a Tony sobre su espalda sobre la cama.

Le mostró una sonrisa cansada y bajó a atrapar con su boca el miembro húmedo por el líquido pre-seminal, lo lamió y succionó antes de empezar los movimientos de vaivén aunque no tardó demasiado haciendo aquello ya que de un instante a otro sintió las manos de Anthony sobre su cabeza y escuchó su nombre en un gemido roto antes de sentir como el otro se vaciaba en su boca. Trago sin pensarlo demasiado y luego se movió perezosamente para acostarse al lado del más bajo, no dudando en a traerlo a él y abrazarlo mientras ambos se iban recuperando de su sesión, hasta que luego de algunos minutos Strange se decidió a hablar.

—No sabía que podías hacer eso. – Murmuró mientras dejaba un beso sobre la cien del ingeniero y por un momento solo obtuvo como respuesta la risa de este.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí, Stephen, pero ahora por eso te acabo de dar la mejor mamada de tu vida sin que lo vieras venir.

El hechicero soltó una sonora carcajada y simplemente apretó a Tony entre sus brazos pero sin usar demasiada fuerza, de cualquier manera ya sentía sus dedos algo entumecidos debido a lo mucho que los había tensado antes y no dudaría en quedarse en esa cama por lo que restara el día puesto que sabía que en un punto eso le pasaría factura así que iba a doler mucho.

—No lo negaré y ahora que sé que puedes hacer eso no dudaré en aprovecharlo.

Está demás decir que Stephen cumplió con su palabra, pero Tony no se quejaba por ello porque sabía que también lo disfrutaba demasiado.

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Gracias por leer.